Ocho

236 48 1
                                    

―Niños, en pocos días es la obra y aún nos falta la última escena―. Dijo la profesora Lee, agitando su inseparable pañuelo entre su diestra. ―¡Se nos acaba el tiempo!

―¿Cuál escena?―. Preguntó Yedam fingiendo no saber mientras se colocaba su vestuario. Claro que sabía cuál era, podría ser tonto pero no tanto.

―El beso, Yedam, el beso―. Recalcó la mayor, caminando de un lado a otro con prisa. La hora de clases extracurriculares iba casi por la mitad y no habían ensayado nada aún.

Doyoung miró por sobre su hombro a la profesora y luego a Bang. No había cruzado palabra con él desde el día en que le vio besarse con Yeji ―hace aproximadamente tres días. El chico solo se limitaba a ensayar con él y no cruzar más palabras de las necesarias―. Si era completamente sincero, no culpaba a Yedam por haber hecho aquello. La chica era sumamente hermosa y dulce, sin embargo, las ilusiones de Kim se habían roto ―aún sabiendo que era una apuesta entre amigos―, pero ello no pudo evitar que algo dentro suyo se rompiera.

Y Yedam no comprendía por completo, Kim se había negado a hablar con él en el colegio, y no respondía a sus textos, y lo hacía, eran sólo palabras o frases casi monótonas. Aquel suceso había sido un reto, y quería explicárselo a Doyoung. Mentiría si dijera que no le dolía e inquietaba sentirlo tan lejano a él.

―Profesora Lee, ¿no habrá manera de omitir la escena del beso?―. Inquirió Doyoung de repente, haciendo que ambos mayores lo miraran rápidamente.

La profesora frunció las cejas. ―No, no lo creo―. Dijo la azabache y Yedam agradeció al cielo mentalmente. ―Ahora, los necesito a los dos en sus posiciones.

Doyoung suspiró pesadamente, terminando de colocarse el vestido, cuando sintió un par de manos en su cintura que lo hicieron sobresaltar.

―Dobby...―. Habló Bang con voz suave.

―¡Dios, Yedam!, ¡No me asustes!―. Exclamó el menor apartándose rápidamente del chico. Se dio media vuelta para verlo y suspiró. ―¿Qué necesitas?

―Dobby... Sé que viste lo que pasó entre Yeji y y-...

―No tienes por que explicarme nada―. Interrumpió rápidamente, negando. ―Tampoco a mi me corresponde saberlo.

―No lo entiendes, fue un simple reto―. Doyoung no respondió, solo se apartó un par de pasos más de sí. ―Me interesa alguien más.

―Bien por ti―. Kim dijo, sonriendo sin mostrar sus dientes, hipócritamente, más bien.

―¡Niños, a sus posiciones, ya!―. La voz de la profesora se escuchó en un fuerte llamado de atención. ―¡No tenemos tiempo!

―Yedam, ¿puedo hablar contigo?―. Una chica castaña con collarín llegó tras bambalinas con los chicos, llamando la atención de ambos.

Doyoung sin decir palabra alguna, se retiró del lugar, dejando a E:U y Yedam solos. Ante esto, la más baja se acercó rápidamente a Bang tomándolo con la fuerza que no sabía que tenía, por el cuello de la playera y empujándolo hasta la pared más cercana donde lo acorraló.

―Escúchame bien, Cerro Mal-parado. Doyoung es amigo mío y odio verlo triste por personas como tú, sobre todo porque ya me enteré lo que traes entre manos―. El mencionado chilló asustado por la mirada de Jiwon al sentirse intimidado. ―Tu hermana ya me contó todo y tu madre no nos pagó a mi y a Yuna por nada.

―¿Mi madre les pag-...

―Cállate―. Bramó, soltando la playera del rubio bruscamente. ―Quiero ayudarte a confesarte el día de la obra, tu hermano me lo dijo. Hemos citado a todo el colegio para que asista a la obra y aceptaron gracias a mis encantos, obviamente
―. Sonrió, siendo sarcástica, no iba a mencionarle que había amenazado a la mitad del colegio casi de muerte. ―Así que más te vale hacerlo bien, porque le gustas a Dobby y está herido por tu culpa.

# Drama Club | Dodam ✰Where stories live. Discover now