PESADILLAS Y FANTASÍAS

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DISCLAIMER:

Naruto pertenece a Kishimoto y Avatar, la leyenda de Aang, pertenece a Konietzko y DiMartino.

ACLARACIONES:

(bla) *bla = notas de autora.

bla, bla= flashback, onomatopeyas o pensamientos.

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥 = cambios de escena/escenario

N/A: Este capítulo va dedicado a @JenniferJuarez899 y a @IssaUchiha

Les advierto que habrá una parte que a lo mejor me odian xD, jajaja, y de nuevo, una disculpa si ven errores de dedo, igual casi todo lo tuve que escribir más con mi mano izquierda. Espero les guste el capítulo.

Después de unos días del incidente de Sakura, Naruto y los demás habían aterrizado en un enorme campo, en la noche.

—Este es. El punto de encuentro oficial de las fuerzas de invasión —dijo Sai mientras veía su mapa y el campo.

—¿Cómo es que dieron con este lugar? —preguntaba Hinata.

—Mi tío Kizashi y yo vimos esta isla en un mapa. Está inhabitada y el puerto está rodeado de quebradas, parecía el lugar perfecto.

—Buena elección, primo, y llegamos con cuatro días de anticipación.

—Espera... ¿Cuatro días? —preguntó exaltado, Naruto —. ¿La invasión es en cuatro días? ¡Aaaaaah!

—Aaaaah, como sea, faltan cuatro días —dijo Sai mientras bostezaba —. Así que vamos a relajarnos y .... grrrr —empezó a roncar.

—Sai tiene razón, Naruto. Llegamos y estamos listos. Lo mejor que podemos hacer es descansar.

—Supongo que sí, Sakura-chan —dijo nervioso Naruto, que al momento de acostarse en su bolsa de dormir, empezó a tener un sueño.

En el sueño, Naruto estaba diferente, era una especia de héroe ninja enmascarado (vean la imagen de la portada) y con su pelo rubio y muy melenudo. Él entraba a la cámara principal del Daimyō del Fuego.

—¡Ja! Tus días de tiranía terminaron,  Daimyō del Fuego. Te derrotaré.

—¿De verdad? ¿Y cómo piensas hacerlo? —decía Madara, quien en el sueño de Naruto, aparecía enorme —. Cuando ni siquiera llevas pantalones.

—¡Aaaaah! ¡Oh, no! —gritaba Naruto avergonzado al ver que solo estaba en calzones y para empeorar su situación, muchos ojos empezaron a verlo.

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja —reía Madara mientras el rubio se alejaba avergonzado.

—¡Aaaaaaah! —gritaba Naruto mientras despertaba de ese extraño sueño —. Fue solo un sueño, dattebayo. Creo que será mejor que entrene un poco.

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

Al día siguiente, en la capital del País del Fuego, Konoha, un príncipe se despertaba y era atendido por sus sirvientes.

—¿Fruta fresca, príncipe Sasuke?

—No, gracias.

—¿Puedo lavar sus pies, señor?

—No es necesario.

—¿Masaje de cabeza?

—No, yo...

—¿Una toalla caliente?

—Eeeeh... bueno —dijo al momento que se limpiaba la cara y regresaba la toalla a la bandeja.

Naruto: el último Jinchūriki (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora