Narra Giovanni.
1.
Veo a mi padre tomar los remedios y me acerco.
— ¿Cuándo es la operación?.
Se sobresalta por mi voz.
— Joder hijo — y me rio al verlo tocarse el pecho asustado — en un mes más.
— ¿No debería ser más rápido?.
— Giovanni es lo más rápido que se puede. Además con las terapias y donde ya no trabajo cargando cosas mi espalda está mucho mejor. La verdad estoy agradecido con tu amiga.
Me siento aliviado y sonrío suavemente.
Mi madre llega y tomamos desayuno juntos, nos cuenta el chisme del que se entero mientras compraba el pan.
— Y estaba engañándola con la vecina — enfatiza y mira a mi padre — me haces algo así y te mato.
Me rio al ver la expresión en él.
— Amor jamás lo haría — afirma.
Ella se ve satisfecha por su respuesta.
Recuerdo la conversación con los hermanos Lombardi de la semana pasada y muerdo mi labio inferior. Miro a mis padres.— Mamá, papá.
Ambos me miran.
— ¿Si tengo la oportunidad de quizás quedar en una escuela de derecho muy buena debería hacerlo?.
Ambos se miran un segundo.
— Creo que la opinión más importante es la tuya hijo — contesta mi madre con una sonrisa comprensiva — si te crees capaz y tienes la oportunidad, tómala.
— Pero tendría que irme — digo inseguro — y es mucho dinero.
— Siempre se puede pedir un crédito — contesta mi padre simple — si quieres hacerlo hazlo, te vamos a apoyar. Aunque sí te voy a extrañar si te vas muy lejos.
— Yo igual y mucho — dice mamá — eres mi bebé.
Sonrío y bajo la mirada, soy un chico afortunado.
— ¿Tienes la oportunidad? — me pregunta papá mientras toma de su café.
— Eso creo, no es seguro — contesto — todavía tengo que dar el examen.
— Eres muy listo Giovanni — dice mi madre con una pequeña sonrisa — si quieres irte está bien.
— No quiero irme — confieso mordiendo mi labio — ir solo… Es… No sé, me siento cómo un tonto por…
Me detengo, bajo la mirada y me sonrojo un poco. No quiero dejarlos y estar solo, tengo 22 años pero la realidad es que nunca he estado sin ellos tanto tiempo.
— Yo no me separe del lado de mis padres hasta los 24 hijo — me cuenta mi padre — no es que alguna vez nos haya molestado tenerte aquí, todo lo contrario, por mí que viviéramos juntos siempre.
Sonrío sintiéndome más tranquilo pero igual me siento estúpido, tengo 22 años, estudio y trabajo pero me aterra no tener justamente esto al volver a casa. Estar solo en una ciudad que no conozco me parece aterrador.
— Giovanni puedes irte y regresar cuándo quieras — añade mi mamá.
Asiento. Miro el reloj de la pared y abro los ojos. Maldición voy tarde.
— Me tengo que ir. Nos vemos.
•••~•••
Thomas y yo somos arrastrados por Elios a una fiesta. Ya nos queda poco tiempo para tener la licenciatura y él quiere festejar.
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Una segunda oportunidad
RandomAthanasia desde sus 15 años amo tanto a alguien que se perdió a sí misma en el proceso. Hoy en día tiene 23 años y vive su vida entre libros, series, café, alcohol y sexo. Amar le da miedo pero quizás se de una segunda oportunidad para amar sin pod...