-¿Estás jugando conmigo?

-No, es la verdad... -Suspiró el de piel lechosa- Escucha Phi, realmente no sé que más quieres de mi, yo solo quiero que te alejes, si puedes volver a ser como antes, sería genial.

-Tampoco quiero una puta relación contigo imbécil, por si en algún momento esa idea pasó por tu jodida y fragmentada mente. -Respondió Kimmon sonriente-

Kimmon decía más groserías que buenas palabras.

-¡Jamás pensé eso! Eres un puto egocéntrico de mierda, el jodido mundo no gira entorno a ti maldito imbécil, fuiste el peor sexo que he tenido en toda mi maldita vida, si pudiera matarte lo haría sin dudarlo porque apestas, me das asco maldita sea. -Recitó Copter harto de la actitud de mierda que tenía el mayor-

Kimmon quedó pálido. Pero algo dentro de él sintió algo.

Bah, ideas suyas seguro.

-Solo... Desparece, ¿Si?

Kimmon tomó por los hombros al más bajo y su ceño se frunció.

-Vas a dejar de usar ese tono demandante conmigo maldito hijo de puta, ya soporté tu puta mierda una vez, no lo haré dos veces así que mantén ese pico cerrado mientras hablo, ¿Me oíste? -Habló Kimmon poniendo a Copter pálido-

Daba miedo.

Solo asintió.

-Bien, así me gusta. -Suspiró- Escúchame bien idiota, me acosté contigo solo por diversión, ¿Entiendes? Jamás querré una puta relación, mucho menos contigo, fuiste mi puto juguete por una noche, traté de hablarte amablemente para solucionar esta mierda y tú te pusiste a la defensiva así que, que te esté hablando de esta jodida manera en este momento es tu maldita culpa, todo es tu maldita culpa, ¿Por qué carajos le contaste a Kanya? ¿Buscabas algo de consuelo acaso? Me jodiste la puta relación con mi hermana y también arruinaste mi maldita reputación anoche, la jodiste más de lo que ya estaba, no eres el único miserable aquí Copter, el único jodido egocéntrico aquí eres tú. -Terminó, parándose de aquella banca- Despídete de mi y mi puta polla, porque es la última vez que me ves.

Una vez terminó de decir todas aquellas dulces palabras, Kimmon caminó en sabrá quien que dirección, solo se fue, dejando a un castaño completamente pálido sin saber que decir o hacer.

Solo sabía una cosa:

Kimmon Varodom era un completo imbécil.

Con el ceño fruncido comenzó a caminar a su casa, ya había tenido suficiente del imbécil azabache de mechas, solo quería descansar y olvidarse de todo por unos segundos.

Mientras tanto el azabache caminaba por la calle con sus manos temblorosas.

La rudeza de Kimmon era solo una mascara... Solo dos personas sabían como era en realidad, Kanya y Tee. Bueno, había una más... Pero Kimmon prefería no hablar de eso.

-Dios, esto es tan aburrido... -Murmuró un castaño de tez morena mientras bebía un delicioso café-

Un bonito chico se acercó a él y le sonrió, New había puesto los ojos en su nueva presa.

-Hola, ¿Me puedo sentar aquí? -Preguntó el castaño casi rubio-

-No veo porqué no. -Respondió Tae con una sonrisa-

-Genial. -New tomó asiento y volvió a sonreír- Es un gusto, mi nombre es New.

-Soy Tae, el gusto es mío... No todos los días tengo el honor de ver a tan bonitos chicos. -Sonrió coqueto provocando un sonrojo en las mejillas de New-

-Puedo decir lo mismo, es raro ver a chicos como tú solos.

Tae podía ver que New y él se llevarían muy bien. Demasiado bien.

-Oh, decidí dar una vuelta solo, estuve algo ocupado anoche y necesitaba un respiro, me hubiese gustado tener un compañero como tú, pero no tengo tu número. -Tae extendió su celular con una enorme sonrisa en su rostro-

New se rió levemente y escribió su número en el celular del moreno.

-Pues ahora lo tienes, siempre que necesites un compañero puedes llamarme... Soy muy buena compañía para todo... -Guiñó uno de sus ojos y bebió del café de Tae-

Tae solo sonrió.

Copter había llegado a su departamento luego de unos largos minutos, esperaba poder relajarse pero fue todo lo contrario.

Ahí estaba su prometida.

Tenían que hablar seriamente, Zol no se iba a casar con un infiel, pero quizás si el chico le daba una buena excusa, lo pensaría.

Era la hora de que Copter pensara muy bien lo que diría.

Su compromiso estaba en juego gracias al chico de mechas azules, pero no importaba, él salvaría su compromiso.

Esta era la jugada que Copter debía ganar si quería casarse con el amor de su vida... O algo así.

▪︎Despedida de soltero▪︎PAUSADAWhere stories live. Discover now