Un día largo y extenuante en el Palacio finalmente había llegado a pasar para Lief, la luna ahora brillaba en lo alto del cielo estrellado. Nunca dejaba de sorprender al joven rey de Deltora lo triviales que eran los asuntos de los que se quejaban las familias nobles de Del. A lo sumo, las quejas surgieron de pequeñas disputas con sus desafortunados vecinos. A lo largo de toda la reunión con los diversos representantes de las familias, Lief luchó por no poner los ojos oscuros en blanco con fastidio; incluso el rostro estoico de Doom había mostrado signos de que su paciencia se estaba agotando.
¿Es esto por lo que luchamos Jasmine, Barda y yo cuando derrotamos a las Cuatro Hermanas y a la Marea Gris? pensó para sí mismo mientras caminaba cansado hacia los dormitorios que compartía con Jasmine para descansar un poco. Su cuerpo entero anhelaba la cama suave y las cobijas cálidas que lo tenían roncando suavemente en minutos.
Más temprano esa mañana, Jasmine se había negado descaradamente a asistir a la reunión con Lief. "¿Por qué nos necesitan para mediar en algún desacuerdo que tienen con sus vecinos?" ella había preguntado con incredulidad. "¿Son tan infantiles que no pueden aprender a ser más tolerantes?" Habiéndose convertido recientemente en su reina, Jasmine había sido propensa a cuestionar muchos de sus supuestos deberes, especialmente si los consideraba poco prácticos. Sin embargo, como era de esperar, Lief estuvo de acuerdo con su opinión, pero sabía que no podía arriesgarse a enojar a los nobles si no asistía también.
Sus pensamientos pronto se dirigieron a su esposa, y Lief se preguntó si ya estaría dormida. Era tarde, pero ciertamente esperaba que no lo fuera; necesitaba su voz de la razón para ayudar a sofocar la molestia que sentía en ese momento.
Mientras se acercaba a la puerta de madera que bloqueaba la entrada a sus aposentos, Lief instintivamente trató de silenciar sus pasos para no despertar a una reina potencialmente dormida, aunque sabía que era inútil. Jasmine nunca durmió profundamente, si es que ya estaba durmiendo; y si no, su audición mejorada de sus años en los Bosques del Silencio siempre la alertaba de su presencia mucho antes de que él la alcanzara. Su saludo mientras él abría lentamente la puerta confirmó esto último.
El niño sonrió al ver lo que vio cuando cruzó la puerta, su frustración anterior se desvaneció instantáneamente: Jasmine estaba despierta, acostada en su cama boca abajo, con las piernas levantadas detrás de ella y las rodillas apoyadas en las almohadas. Parecía como si estuviera leyendo un libro. Ella no lo miró cuando entró en la habitación, sino que permaneció concentrada en la escritura encuadernada en cuero en sus pequeñas manos. Kree y Filli aparecieron profundamente dormidos en su pequeño nido al lado de la mesa de noche, acurrucados uno alrededor del otro para calentarse. Encima de la mesita de noche había una vela encendida que disminuía rápidamente.
En el fondo de la mente de Lief, se permitió admirar lo tentadora que parecía Jasmine en ese momento en particular, con sus largas y suaves piernas pateando sin rumbo fijo en el aire y su cabello negro y enredado cayendo por su espalda. Sin embargo, rápidamente eliminó cualquier pensamiento inapropiado de su cabeza; estaba demasiado cansado esta noche en cualquier caso.
Lief cruzó la habitación y se inclinó frente a ella para mirar la portada del libro que sostenía. Era un cuento infantil, un cuento de Tenna Birdsong sobre el origen del monstruo, Glus. "¿Cómo se supone que esto te ayudará a aprender a leer, Jasmine?" preguntó divertido. Jasmine había estado muy decidida a alfabetizarse adecuadamente desde su boda. Era cierto, ya había sido capaz de descifrar palabras lentamente y garabatear su nombre al azar, pero la afluencia de documentos oficiales con oraciones complejas todavía la confundía mucho.
