Capítulo 35

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Introduzco la llave en la cerradura y sólo pienso en que probablemente el departamento sea un desastre. Cruzo los dedos rogando que Wendy haya limpiado antes de salir. Al entrar suelto aire, Wendy si limpió.

Gracias osita de Joshua.

─Adelante ─le digo y él entra lentamente.

Seokhwa mira el alrededor en silencio y extrañamente me siento nerviosa por eso. Ni siquiera cuando mamá vino me sentí de esa forma.

─¿Quieres agua, jugo, café?

─Acabamos de beber café ─habla por primera vez desde que entró─. Pero un vaso de agua estaría perfecto.

Tomo un vaso del estante y le sirvo agua, después se lo entrego a él quien ya se encuentra sentado en el sofá de la sala de estar. Yo me siento en el sofá junto al que está él y lo observo. Se mira más maduro o por lo menos más grande que antes, mi bebé Seokhwa ha crecido. Él nota que lo estoy mirando y yo rápidamente bajo la mirada al suelo.

─Así que aquí vives ─dice y después toma un sorbo de agua.

─Si, con la novia de Joshua.

─Lo noté, hay como mil fotos de ellos juntos ─apunta a la pared frente a él.

─Yo los junté, ellos son pareja gracias a mí ─murmuro orgullosa.

─Lo sé, él me contó ─agarra aire y después lo suelta─. ¿Y tú?

─¿Yo? ─apunto a mí misma.

─¿Tienes novio?

─¿Ayem cuenta?

Él resopla y después empieza a reír.

─Bueno, Ayem siempre ha sido tu novio.

─Buen punto.

─Aún te gusta StarX ─sonríe.

─Obvio, mi amor por ellos jamás va desaparecer ─respondo ofendida.

─Me gustaría ser ellos.

─Aprende a bailar y cantar, podrías lograrlo.

─No... yo me refiero a... olvídalo.

Claro que entendí a qué se refería pero no le daré bola a eso, ignoraré cualquier tema que tenga que ver con ser pareja o desear ser amado. Eso no existe en mi diccionario.

Seokhwa me cuenta que hizo su servicio en esta ciudad y al final le ofrecieron trabajar aquí, así que aceptó. Sólo tiene un mes trabajando para la empresa pero a él le gusta mucho.

─Es bueno que hayas hallado algo que te guste tanto ─le digo y él sonríe.

─Lo mismo para ti, hallaste un gran empleo aquí ─menciona orgulloso─. Sabía que harías cosas grandiosas.

─Sinceramente no tenía nada de confianza cuando recién llegué.

─¿Cómo fue en ese entonces?

─Estaba herida, muy herida, no creíste en mí... ─trago saliva, oh Dios, ¿por qué estoy diciendo esto? Él me preguntó sobre mi mudanza─. ¡No me creíste! ¡Creíste en las palabras de tu amiga loca!

Mis ojos empiezan a aguadarse y cuando menos me doy cuenta, muchas lágrimas corren por mis mejillas.

─Me lastimaste de la peor manera, no confiando en mi ─susurro.

─Alexis... ─extiende su mano hacia mí pero yo le pego alejándola.

─¿Por qué no creíste en mí? ─pregunto con un hilo de voz.

Alexis y los chicos [✔] Where stories live. Discover now