La mujer fijó su mirada en un punto ciego, procesando la información que acaba de recibir y comprendiendo lo que podría suceder si vuelve a usar su poder.
—Diablos...—susurró aún con el ceño fruncido—Entonces, ¿Que caso tiene que yo tenga estos poderes si no debo utilizarlos?
—Mira, Tara—pausó unos segundos y tomo con ambas manos una mano de ella—Si se es totalmente necesario cambiar o retroceder el tiempo, se puede utilizar, pero de preferencia mejor no juguemos con el tiempo, no queremos el colapso entre multiversos o bucles temporales
—Okay—aspiró profundo y soltó ese aire en un largo suspiro, mirando como el acariciaba su mano—Entonces, nada de utilizar el poder de la gema, entendido...—sonrió plano y ambos se miraron directamente—Total, ni siquiera sé cómo utilizar el poder
Ante su comentario ambos rieron, ella bajo la mirada y llevó su mano desocupada hacia las manos de Stephen que la tomaba de la mano. Nuevamente, ambos fijaron sus vistas el otro del otro. A pesar de lo que pasó, del ataque y de la muerte y resurrección de Strange ambos no olvidan aquel beso que se dieron, con solo recordarlo Tara se sentía nerviosa y al mismo tiempo ansiosa de volver a hacerlo. Intentando tranquilizarse, recordó algo que su madre le dijo.
—Mi madre, siempre me dijo que...que yo haría grandes cosas con mi poder—comentó fijando su vista en el agarre que tenía con Strange, alzó ambas cejas y observó los azulados ojos del hechicero—Ella fue una gran bruja, muy sabia, tal vez ella sabía que con mi poder tenía que salvar la vida del gran hechicero supremo
—Aun no te agradezco por eso—sonrió sereno y con una mano acarició una mejilla de la mujer—Muchas gracias por, revivirme—al decir la última palabra ambos rieron, el con la yema de su dedo pulgar acarició la piel de ella—No te cansas de salvarme
—Lo siento, se ha vuelto una costumbre mía salvarte el trasero—agregó y nuevamente rieron ambos, para después Stephen soltar su mejilla y suavizar su mirada—
—Olvidaba decirte, ahora que Hela sabe que estás en la Tierra, tendrás que quedarte en el Sanctum sin salir—comentó, por parte de la ex vengadora no lo tomó tan mal—Los Sanctum Sanctorum son los lugares más protegidos de la Tierra a amenazas extradimensionales, si Hela no te encontraba con el anillo de Odin puesto, menos lo hará si tú estás dentro del Sanctum, ella pensará que huiste a otro reino
—Muy bien—suspiró y comenzó a jugar con el anillo de portales del hechicero—Entonces, nada de jugar con el tiempo y nada de salir del Sanctum, ¿Alguna otra cosa más Capitán?
Y como si de una caja de risa se tratasen volvieron a reír por aquel comentario, Stephen contento de que ella comprendiera y aceptara las condiciones, se inclinó hacia ella acercándose le y besando su frente. Con las mejillas levemente sonrosadas Tara cerró sus ojos sintiendo ese dulce acto por parte del hechicero. Luego de unos instantes el se separó y acarició levemente el cabello castaño de la mujer.
—Muy bien, voy a transportar está habitación hacia el Sanctum para que no te levantes—y usando un hechizo de transportación llevo esa habitación hacia el santuario de Nueva York—
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