۞ 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 10 ۞

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"𝑷𝒂𝒔𝒐 𝒍𝒆𝒏𝒕𝒐"





Narrador Omnisciente.


Y como era de esperarse, la cena transcurrió muy bien.
Estuvieron horas contándose anécdotas, chistes y locuras que han vivido mientras cenan, platicando como dos personas comunes que quieren conocerse mejor, personas que se perdieron el miedo a hablar y ahora no se pueden callar.

—Ese día tenía que ser estupendo, pero fue horrible, terminé con un llanta ponchada, la ropa mojada y solo llevaba 2 dólares en mi billetera, dólares que estaban empapados—comentó Stephen limpiando la camisura de sus labios con una servilleta, riendo a lo bajo mientras Tara reía por aquella divertida anecdota que le contó—

—Vaya no sabía que los midgardianos se divirtieran tanto—tomó su copa de vino y bebió de ésta—Hubo una ocasión que rompí una orden de mi padre, burle a Heimdal con ayuda de Loki y salí de Asgard para ver a un pretendiente en Vanaheim, cuando regrese a Asgard obtuve mi castigo y fue estar encadenada a Loki durante diez años—comentó y Stephen comenzó a reir—Fueron los peores años de mi vida, no tenía privacidad y a Loki le apestaban los pies, ¿Sabe el sufrimiento que es eso?, Oh no Doctor, usted no conoce el sufrimiento

—Oh que asco—habló riendo y secando una pequeña lágrima—

Tara rió seguida del hechicero recordando aquella anécdota que vivió hace siglos, suspiró observando el lugar y sorprendiendose, puesto que ya estaba comenzando a amanecer en ese lugar.

—Wow, no sentí que haya pasado tanto tiempo—habló observando el amanecer para después mirar al hombre frente a ella—

Nunca había pasado una velada tan agradable con alguien en sus mil doscientos años de existencia, nunca la habían hecho reír tanto con anécdotas que probablemente a otras personas les hubiera aburrido.
Lo admitía, se sentía agusto a lado de este hombre, tanto que no sintió el tiempo correr, habían pasado 6 horas y ella sintió como si hayan sido 30 minutos. Y así mismo pensaba Strange, nunca había tenido una conversación tan agradable y amena con otra mujer que no fuera Christine.

—Doctor Strange yo...—habló pero de inmediato fue interrumpida por él—

—Stephen—dijo firme con una sonrisa serena en los labios, la asgardiana calló unos segundos y sonrió enseguida—Llameme Stephen, dejemos las formalidades a un lado

—Muy bien, Stephen—remarcó su nombre—Entonces tú tendrás que dejar de hablarme por usted y me llamaras Tara, ¿De acuerdo?

—Usted es una princesa, debo tratarla como tal—dijo con ironía causando le risa a la mujer—

—Pero no estamos en Asgard, aquí solo soy Tara—tomó su copa y bebió lo último que le quedaba de vino—

—Muy bien, Tara—recalcó su nombre—¿Que pasa, querías decirme algo?

—Ha si, yo...—miró su copa vacía pensando si era prudente decir o no lo que pensaba—Bueno, ha sido una hermosa cena, los platillos estuvieron exquisitos, pasé un momento muy agradable hablando contigo—habló mirando a su al rededor, evitando la mirada de Strange—Es que...no quisiera arruinar el momento, yo...

—Vamos dime, ¿Que sucede?—preguntó curioso el pelinegro, Tara titubeó unos segundos y llevo sus ojos a los de Strange—

—He pasado unos días excelentes aquí en la Tierra, es solo que...no he podido dejar de pensar en mis hermanos—bajó levemente su mirada—Y bueno, cuando llegue aquí tu...—suspiró profundo y se sentó firme, decidida a ir al grano—Tu me dijiste que me ayudarías a descubrir mi poder oculto—soltó, mención que Strange comprendió—

𝒯𝒽ℯ ℳ𝒶ℊ𝒾𝒸 𝒪𝒻 𝒴ℴ𝓊𝓇 𝒫𝒶𝓈𝓈𝒾ℴ𝓃 | 𝑫𝒐𝒄𝒕𝒐𝒓 𝑺𝒕𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆 | PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora