Al día siguiente desperté, notando que me había quedado dormida sobre el sofá de la biblioteca. Escuché un sonido repetitivo que provenía del tocadiscos, me puse de pie y vi que la agujilla estaba hasta el centro y se regresaba generando ese sonido, creo que significa que se acabaron las canciones.
Levanté la agujilla y me estire bostezando, caminando hacia mi habitación. El día de hoy no tengo planeado hacer algo en específico, pero tampoco tengo en mis planes quedarme aquí. No mientras esté Strange aquí, necesito despejar mis pensamientos y regresar a su lugar mis sentimientos.
En camino a mi habitación pude observar al fondo del pasillo una de los ventanales portales, así que me surgió una idea. No he podido convivir con la naturaleza de este planeta, así que saldré a descubrirla.
Me acerqué a los ventanales y los observé, uno era el desierto, otro una playa y otro el bosque. El bosque será otra ocasión, el desierto me parece que hará demasiado calor, así que la playa será a dónde iré. Pase el portal sintiendo el cambio de temperatura, a uno más caliente y húmedo, pero con una fresca ventisca rozando mi rostro.
Caminé hasta la orilla, dónde la arena está húmeda, me quite mis sandalias y toque la arena con mis pies. Cerré mis ojos dejándome deleitar por el paisaje, el sonido las olas romperse a unos metros delante mío y el agua llegando hasta mis pies refrescando mi piel, el sonido de las gaviotas volando cerca del agua y una brisa marina revolviendo mi cabello constantemente.
Abrí mis ojos y sonreí, para después quitarme mi vestido quedando solo en ropa interior. Deje el vestido y mis sandalias sobre la arena seca y me metí lentamente al mar, estremeciendome levemente al sentir el agua fresca tocar mi piel. Sintiendo como las olas chocaban por mi cuerpo, me metí hasta no sentir el sueño y comenzar a nadar, exhale profundo y entre por completo, abriendo mis ojos y observando todo el fondo gracias al agua cristalina.
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Narra Strange.
Había comenzado un nuevo día, luego de 8 horas de leer varios libros de fisionomía asgardiana regresé mi forma astral a mi cuerpo ya descansado. Me duche y cambie para comenzar mi rutina diaria, baje hacia la cocina y preparé mi desayuno y otro para Tara. Son las 8:30 am y ella aún no baja, entonces decidí subir a avisarle que el desayuno está listo.
Ya estando frente a la puerta de su habitación toque un par de veces, pero no recibí respuesta, nuevamente llame a la puerta; una, nada; otra, nada. Entonces abrí a puerta y noté que no está. Que extraño, ella nunca se va sin desayunar.
