Salí de su habitación cerrando la puerta, no quisiera que se enterase que estuve ahí perturbado su intimidad. Caminé por un pasillo para regresar a la cocina cuando el sonido de un objeto cayendo en agua captó mi atención. Giré mi mirada dirección a donde el sonido procedía, pude ver qué venía de los ventanales portales. Caminé hasta ellos y logré ver unas huellas del otro lado, como si hubieran salido del santuario hacia ese sitio.
Fruncí mi entrecejo, ¿Será Tara, o tenemos espías?, Y es que he estado pensando que cabe la posibilidad de que Hela mande a sus hombres a buscar a Tara por los nueve reinos, no me gustaría para nada que la encontrasen y la lleven hasta la malvada asgardiana.
Traspase el portal y seguí las huellas marcadas en la arena, estás son más pequeñas que las mías, así que lo más probable es que sea de Tara. Prefiero pensar eso a pensar de que la dueña de esas pisadas son de Hela y que encontró a su hermana menor.
Llegué hasta donde las pisadas fueron borradas por el agua, para después desviar mi mirada hacia el horizonte, junto a los sonidos de las olas y las gaviotas, logré distinguir de nuevo el sonido de algo saliendo del agua, y justo donde centre mi vista capte una figura femenina saliendo del agua.
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Abrí mis ojos lo más que pude al observar de quién se trataba. Es Tara. Y se ve jodidamente hermosa.
Corrí hasta detrás de una palmera antes de que se diera cuenta de mi presencia. Pero ella seguía ahí, flotando sobre el agua salada acomodando su cabello mojado hacia atrás. Nadó hasta la orilla y con ayuda de las olas salió del agua.
Giré mi mirada hacia otra dirección al instante de sentir mis mejillas calentarse, esto pues ella se encontraba en ropa interior. Pero mis sentidos me ganaron y regrese la mirada, observando como caminaba hasta la arena seca, pude ver toda su figura, sus curvas. Figura que solo puede tener ella siendo una diosa.
Por Agamoto, ¿Que estoy haciendo?. Estoy observando la privacidad de una mujer cientos de años mayor que yo, una mujer que está corriendo peligro, una asgardiana a la cual debo ayudar a decodificar su poder interno oculto. Y lo peor de todo, no solo estoy observando, sino que mi cuerpo está reaccionando a lo que ve.
Rápidamente abrí un portal hacia la cocina de Sanctum y regresé cerrándolo detrás de mi, deseando por el amor de toda la magia que la sensual imagen de la mujer se salga de mi mente.
—Buenos días Strange—escuché la voz de Wong detrás mío, giré mi rostro y estaba sentado en el comedor almorzando el desayuno que preparé—
—B-buenos días Wong—salude y caminé hasta el refrigerador, abriendo éste y tomando una botella de ron—
—¿No es muy temprano para beber?—cuestionó bebiendo un vaso de leche—
