The Diary Of a Psychopath (elrubius y tu)

~Capitulo 2~

Me tumbe en la caja donde estaba anteriormente antes de que ese niñato interrumpiera mi “siesta”. No se lo que paso, fue bastante raro, no suelen pasarme cosas asi. Mas bien siempre me pasan cosas malas. Siempre. Si esto es una broma asesinare al que la proboco, soy capaz. Tengo hambre, pero no tengo dinero. Si no hubiera matado a mi madre, ahora mismo estaría haciéndome de cenar. Pero no me arrepiento de nada. Sigue siendo un pequeño secreto del cual nadie debe enterarse. Soy la única. Bueno. Muchos se enteraron de lo ocurrido, pocos se enteraron que fui yo. Pero me deshice de ellos. Nadie debe saberlo. Muy pronto el secreto morirá conmigo. En fin. Comienzo a sospechar de ese Ruben. ¿linda? Pff… si… claro. Y el es Chester de Linkin Park. Me levante. Me puse mi chaqueta de cuero, no sin antes sacarme ese estúpido vestido que no queda para nada conmigo. Me puse unos jeans negros ajustados, acompañados de mis bans negras y una remera negra de deadmau5. Abri una de las cajas de carton que había tirada al lado de la caja… perdón… mi cama. Y saque mi skateboard. Debía ir a conseguir llaves. No será fácil, pero tampoco imposible. Tome un cuchillo carnicero que había en otra caja y lo guarde dentro de mi pantalón y AHH!! COÑO ME PINCHA!! Lo saque frustrada y baje mi pantalón un poco para ver si había herida. Solo un rasguño. Grite de furia y golpeé la pared lo mas fuerte posible haciendo que se rasgara un poco y dañara la pintura. Suspire ondo y tranquilizándome un poco tome de nuevo  el cuchillo y esta vez lo puse en mi chaqueta. Sali de la casa y deje mi skate en el suelo para poder ponerlo en movimiento y saltar sobre el. Comencé a andar por los pasillos, mientras sacaba unos guantes de color blanco un poco manchados de sangre ajena y me los puse. Toque la primer puerta que quedaba a unas cinco puertas de mi departamento. Mientras esperaba, escondi los guantes dentro de las mangas de mi chaqueta. Al fin salió. Pero, era una niña, mas o menos cinco o seis años. Me agache a su altura con la sonrisa mas macabra pero falsa del mundo. En ese momento recordé a Ruben, el niñato que se robo las sonrisas mas sinseras de mi vida. En fin. Sonreí mas amigable esta vez y me dirigí a preguntarle.

-hola niña, ¿Cómo te llamas?- la pequeña se escondió detrás de su puerta dejando ver solo su rostro timido.

-hola… soy Sol- me miro aun mas timida y volvi a sonreírle para darle toda mi confianza.

-que lindo nombre Sol, yo soy Jane- le susurre tierna. Hace mucho que no trato con una persona asi. Son presa fácil, pero la dejare pasar, me agrada.

-me gusta el nombre Jane…- me dijo saliendo algo desconfiada de la puerta para asi mostrar mitad de su pequeño y delicado cuerpo.

-hey, ¿quiere hacerme un favorcillo?- le pregunte. Todo va tal cual al plan. Sol solo acintio con la cabeza. –traeme tus llaves de la puerta y asi podremos jugar a un jueguillo- sin pensar, la niña, salió corriendo lo mas rápido que pudo hacia adentro. No tardo segundos y ya estaba aquí con la llave. Me las extendió con mucha confianza y sonriendo. Como es pequeña, repito, es presa fácil. Tome un pequeño pañuelo y le eche cloroformo y lo inserte directo en su rostro haciendo que callera al instante sobre mis brazos. La tome, y cerrando la puerta suavemente de su casa, me la lleva junto con la llave. La acoste en mi skate y la lleve a mi departamento, mi casa. La entre lo mas rápido posible que pude. Son las 3:47 am. ¿Qué hace una niña de 5 años despierta a esta hora señora mama despistada? Rei al pensar eso. La meti en una caja grande y la llene de cinta adhesiva. Corri al baño, me quite los guantes y lave mis manos con mucho jabon, por si acaso. En ese instante sono en timbre de mi casa haciendo que me sobresaltara del susto. Baje rápido pero preocupada. Abri un poco y vi una señora preocupada, alterada y solloza.

-hola… perdone las molestias, no encuentro a mi hija ¿la has visto?- su voz se quebrantaba mas en cada palabra que salía de su maldita boca. “que descuidada anciana, no busque mas, ya murió” pensé. Casi rei, que gilipollas soy, eso haría que todo se fuera a la hostia. -¡por favor, contesta!- me pregunto llorando mas. Frunci el ceño enojada por la reacción de la señora y le repondi.

-¡NO!- grite no muy alto y cerre la puerta en sus narices. Escuchaba cada vez mas el llanto de la madre desconsolada. Comencé a reir. –que idiota- dije en voz baja aun riendo. Abri la caja después de unos minutos después de que la madre sin hija viniera a interrumpir, como todos. Saque las llaves. Que por cierto, las meti con la niña. Y cerre la puerta con llave. Saque también mi cuchillo y me acerque a la niña. Comencé a llorar ¿Por qué? No se. Estoy sensible últimamente. Saque a la niña y les dije sus ultimas palabras “lindo nombre Sol, me agradaste mucho, mandale saludos a tu mami. No te olvides de visitarme” sonreí y clave mi cuchillo en su débil pecho. Baje el cuchillo lentamente hasta llegar a su ombligo. Lo retire y lo apoye en su cuello. Sonreí macabramente como la primera vez que la vi y deslice malditamente el cuchillo en su cuello haciendo que la sangre brote en todo el piso. Tiene una sangre muy bonita. Deje mi cuchillo a su lado y fui a buscar en una de las cajas un pequeño pincel. Lo tome y me dirigi a ella de nuevo. Pase el pincel por su cuello que aun no dejaba de brotar sangre y lo posicione en mis uñas para asi pintarlas. Cuando acabe de pintarme todas, me levante y meti a la niña de nuevo en la caja. Limpie la sangre un un viejo trapeador que había por ahí, sin dejar rastro. Espere unas horas y lleve la caja en silencio, hasta la casa de su madre, y con la llave nueva abri y la deje en su entrada con una nota que decía “gracias”. Volvi a mi casa, cerre y cai rendida a una de las cajas.

-no fue tan difícil después de todo- rei y cerre los ojos, para asi quedar completamente dormida.

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~Azul~