~Capitulo 1~

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*Jane*

Subi las escaleras lo mas normal posible, pero no lo logre. Todos me miraban. Claro. ¿Quién no va a mirarme con tremenda palidez en mi piel, es mas blanco que una hoja de papel. Mi pelo todo despeinado. Negro, hace que sea mas palida aun. Mi vestido blanco con un lazo negro en medio. Lo se, mi imaginación se esfumo en la primaria. Cara de perro mojado, intimidante. Mis ojos marrones llenos de ojeras. No duermo mucho. No me gusta dormir. No puedo dormir. Ya… ya no puedo. Abri mi maleta para poder sacar las llaves del departamento, pero mi suerte es tan buena que las había perdido. Lo que me faltaba. No quiero que la gente me mire sentada en un borde de la puerta de mi propio departamento. Necesito una salvación. Pero ¿quien salvaría al diablo en persona? Me acomode en el borde de la puerta, abrace mis piernas y escondi mi rostro en ellas, esperando una señal de que podría ser un segundo bonito. Pero no. Sentí como tocaron suavemente mi hombro. No me percate de nada, no reaccione y seguí mirando a través de un pequeño hueco de mis piernas que dejaban ver el sucio y frio suelo, como yo. Cuando empece a cerrar los ojos para poder descansar un poco de mi dia “emocionante” sentí como volvían a tocar mi hombro. ¿Qué la gente no tiene a alguien mas a quien molestar? Levante mi mirada un tanto fría y note como un chico me sonreía. De tez blanca, pelo castaño, algo claro, ojos color… ¿marrones? ¿verdes? Me da igual. En fin. Lo mire sin ninguna expresión, tratando de intimidarlo, pero no recibi expresión alguna.

-hola, veo que eres nueva…- me dijo con la misma sonrisa con la que vino a molestar, si puede llamarse asi, mi siesta. No conteste ¿Qué quiere? –emm… me llamo Ruben. Mucho gusto- extendió su mano hacia mi. Pero solo la mire como si fuera algo de el expacio exterior el cual puede explotar y matarme. Aunque no estaría mal tomarla asi poder “descansar”. –muy bien mudita, veo que perdiste tu llave asi que te prestare la mia- dijo extendiendo otra vez su mano. Pero esta estaba ocupada por un pequeño llavero con dos llaves. ¿mudita? ¿Quién se cree? Lo mire extrañada. ¿esto es real? ¿es una broma? Es… un momento… bueno. Me salvo la vida. Bueno. La noche. No pensaba quedarme afuera mi primer dia aquí y mucho menos negarme a recibirla. Sentí como un cosquilleo dentro de mi se producía. Quería… sonreir. Después de tantos años. Ese cosquilleo se ha vuelto a presentar. Lo malo es que no recuerdo como hacerlo. Ha pasado mucho tiempo desde que no he vuelto a mostrar mis dientes en forma de felicidad. Tome las llaves bruscamente y me pare para asi poder abrir la puerta. Tire, literalmente, las maletas dentro de la casa y entre cerrando la puerta. Siento que olvide algo… ah si, olvide decirle las gracias. Me da igual. Yo no le pedi nada. Me tumbre sobre una pequeña caja que había en un rincón de la fría casa y suspire. Fue un gran suspiro. Estaba cansada. Cerre los ojos tratando de dormir. Y PUM! El timbre sono. ¿Qué no tienen a otro a quien molestar? ¡Joder! Me levante frustrada y me dirigi hacia la puerta. Abri y ¿Quién lo diría? El mismo chico chusma de recién.

-¿Qué quieres?- dije lo mas fría posible. Me miro sorprendido y yo lo mire confundida.

-valla, si hablas, mudita- me dijo en tono de burla. ¿Qué es, un payaso?

-soy Jane, para tu información- dije enfrentándolo. Pero al parecer no sirvió y volvió a hablar.

-Jane, hermoso nombre.-  dijo tratando de aparentar ser un caballero. Pero jamás lograría serlo conmigo. Nadie lo lograría.

-repito ¿Qué quieres?- volvi a decir en forma de “vete ya hombre ¿no ves que quiero dormir y tu estas irrumpiendo en la puerta de mi casa?

-tranquila- dijo levantando ambas manos en forma de rendimiendo –me parece, bella dama, Jane… que tiene cierto objeto que es mio- volvió a decir tratando, ahora, de ser intelectual. Ni en un millón de años. Es un friki. Jamás podras aparentar ser un ñoño. No capte su comentario y lo noto. Asi que apunto con su mirada hacia mi mano donde tenia unas llaves.

-¿quieres esto?- pregunte como un amo a su cachorro. El solo acintio con su cabeza como un tonto –pues ahora es mio-

-¿Qué? No puedes adueñarte de algo que ni siquiera fue tuyo antes niña- respondió algo torpe y preocupado. Sonreí en el acto al ver su torpe cara. Esperen… ¿sonrei? ¿este chico hace brujerías? Sentí como agarraron mi mano y arrebataron fácilmente las llaves que anteriormente eran mias.

-¿Qué te pasa? Damelo, eso es mio- dije frustrada.

-hasta que sonries. Te ves mas linda asi- dijo. Note que lo dijo sin pensar y se ruborizo. Al igual que yo. ¿Qué? No llevo ni mas de tres horas aquí y ¿ya estoy cambiando de color? –ya… ve adentro, podría comerte un monstruo – dijo con un tono de voz tierna. Si supieras que yo aquí soy el montruo… En fin. Me meti adentro, no sin antes regalarle mi segunda sonrisa en forma de despedida.

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~Azul~ 

The Diary Of a Psychopath (elrubius y tu)Where stories live. Discover now