En el reino de Xian Le
gobernaba un joven Omega,
dotado de belleza y valentía
a sus habitantes protegía.
Un día el rey demonio apareció
"Si a su reino quiere salvar...
en la noche de luna roja
a uno de mis hijos
pertenecerá"
Advertencia + 18, actu...
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PoV Normal
En la oscuridad profunda de un bosque se escuchaba una agitada respiración, el olor de aquel liquido metálico inundaba el aire y el crujido de ramas al romperse por el paso, era el panorama que se podría apreciar, miedo... desesperación... se podía percibir en el aroma de quien iba por delante de las demás presencias. Corrió entre los árboles tratando de evitar un daño más grave que el que ya había recibido, saltó una rama cayendo de bruces al piso, no tardó en levantarse y continuar su cometido, una fuerte punzada en su hombro, el dolor y el sonido de algo quebrarse lo hicieron chocar con un árbol y caer nuevamente.
Una flecha había logrado atravesarlo, el impacto había sido lo suficientemente fuerte como para quebrar su clavícula inutilizando su brazo, tomó la flecha y de un solo tirón la sacó ahogando un gruñido de dolor, comenzaría a correr otra vez, pero una figura posó sobre su espalda su pie evitando que se levantara.
—Pero miren que tenemos aquí...— la voz cargada de burla lo hizo estremecerse — me sorprende que un recesivo como tu haya logrado burlarnos por más de dos horas, supongo que es el resultado de todo el tiempo que has estado sirviendo como esclavo, solo para eso sirven ustedes — más risas sonaron alrededor de él
—Soy mejor que ustedes malditas escorias, logré acabar con todos aquí y ustedes... tardaron dos horas en capturarme— ahí estaba de nuevo su bocota, cualquiera en su posición rogaría por piedad, por una salvación, pero él... solo maldecía e insultaba, no se rendiría, no bajaría de nuevo la cabeza y menos frente a quien lo tenía contra el piso —ja, lo mejor de todo es que yo ya estaba herido, así que más humillante aun para ustedes— soltó una sonora risa.
—Tienes una lengua muy suelta imbécil— presionó la herida del hombro haciéndolo gritar —mira donde te encuentras—
—Estoy por encima de bastardos insensibles como ustedes, soy mucho mejor de lo que fuiste tu maldito bastardo — fue pateado en la cara por ese hombre, el aturdimiento y el olor lo llevaron a recordar por qué era que estaba en ese lugar en primer lugar.
