9 | Demasiado tarde para desconfiar.

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Época actual

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Época actual.

Ocho días y siete noches después de la muerte de Simon Hoffman.

Aproximadamente 07:43 PM.


Magnolia.

La octava noche sola se acercaba cada vez más y era hora de salir para buscar algo de cenar, Magnolia lo sabia, había pasado mucho tiempo a oscuras como para saber que ya debía salir, y así lo hizo, jaló la palanca empotrada de la pared y automáticamente se abrió una puerta de no más de metro y medio, asomó la cabeza por la pequeña rendija que se abrió paso para que nadie pudiera verla y no notó nada fuera de lo común.

Salió lentamente y sin hacer ruido, se movía tan sigilosamente que inclusive parecía una pluma aterrizando. Cerró la puerta de su escondite y estiró las piernas que tenía adormiladas al mismo tiempo que se agachaba para limpiarse el polvo y las telarañas que se adhirieron a sus pantalones a la hora de cruzar por esa pequeña puerta imperceptible, se irguió rápidamente y comenzó a caminar, cruzando la sala de estar que se encontraba completamente a oscuras, pasó junto a una mesita de centro y se agachó ahí mismo para levantarla sin ningún ruido y tomar algo que estaba guardado dentro de una de las patitas; un juego de llaves.

La guardó en su bolsillo al mismo tiempo que bajaba la mesa y caminaba hacia la puerta trasera, la que estaba en la cocina, para no mover nada ni quitar el polvo que se iba acumulando ahí, en esos muebles y estanterías que se alojaban en esas paredes.

Sacó de su bolsillo el pequeño juego de llaves que consiste en cinco llaves de diferentes tamaños, pero Mag ya sabia cual abría la puerta de la cocina; cual abría la puerta principal; cual era de la camioneta; cual era la del sótano y la del granero. Tomó la que abría la puerta y el aire frío azotó su rostro bruscamente, revoloteando su cabello.

Lo odió. Siempre había odiado el aire pesado, porque aplacar su melena era casi imposible, aun así tomó una respiración profunda y se sentó en las escaleras, mirando hacia el campo que se alejaba, terminando con una cerca de alambre de púas que conocía a la perfección y cinta amarilla de la policía casi nueva.

—Te extraño tanto...—murmuró Magnolia, al aire, quién era el único espectador de esa peculiar noche.

Un extraño cosquilleo le acarició el hombro y sintió su presencia, no estaba contento con ella, el aire denso lo demostraba. No le había gustado para nada lo que había hecho, se sentía traicionado aún, pero ya no había lugar en él para el rencor.

—Sé que dije que te amaría hasta la muerte, ¿pero que te hizo pensar que la mía? —volvió a hablar la morena, simulando un disparo con una pistola imaginaria.

Había pasado casi nueve días encerrada en la habitación del pánico que está escondida detrás del librero gigante que está empotrado en la pared de la sala de estar, su comida se había terminado y necesitaba estirar las piernas urgentemente.

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⏰ Last updated: Jan 15, 2022 ⏰

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Bitácora De Un Asesino [Pausada]Where stories live. Discover now