Capitulo 21

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KYLO HOWARD No pude dormir en toda la noche

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KYLO HOWARD
No pude dormir en toda la noche. Estuve alerta al teléfono, a que mis papás vengan a golpearme la puerta hasta tirarla abajo para avisarme que algo sucedió, o simplemente sentir el más leve tirón de nuestro lazo. Nada.

Cuando vi por la ventana como mi tío y mis abuelos llegaban al amanecer, bajé corriendo las escaleras. Ellos me informaron que Ivy había puesto un hechizo; el que no tiene autorización por alguno de los Kress no podría ni acercarse a su propiedad. Eso me tranquilizó un poco.

Pero aún así no pude pegar un ojo.

Ahora estoy desayunando. El único que está conmigo es Tyler, pero esta perdido en su Tablet y con los auriculares puestos, así que ni siquiera puedo mantener una conversación con mi primo para no quedarme dormido.

Una figura aparece en la puerta que da al jardín trasero y abro fuertemente los ojos, me levanto de golpe y voy a abrirla.

—¿Estás loca?—casi que le grito, desesperado.

La rubia me sonríe y alza las cejas.

—No vine sola.

La cabeza de Malcom y de Nisha aparecen a su lado. Y cuando veo sobre su hombro, sus papás me saludan antes de meterse al bosque.

—Aún así, es peligroso—les reprocho.

—¿Llegó a destino, no?—pregunta Malcom antes de entrar a casa.

Nisha le sigue y después Elain.

Al menos eso me tranquilizaba, que haya llegado hasta acá. La casa está protegida, así que nada le sucedería.

Nisha frunce el ceño cuando repasa mi cara.

—Buena cara. Las ojeras con la tez pálida te quedan preciosas.

Pongo los ojos en blanco y miro a Elain quien está entrecerrando los suyos de forma acusatoria hacia mí.

—¿Te quedaste despierto por mí?

Me encojo de hombros. Era más que obvio que lo hice, así que no tenía que responder.

Voy hasta donde está mi primo, le saco un auricular y le arrebato la tablet para que nos preste atención. Levanta la mirada molesto, pero cuando ve a Elain sonríe, olvidándose completamente de mí.

—Hola, ¿cómo te sentis con lo de ayer?

Ella le sonríe devuelta y se acerca para revolverle el pelo. Frunzo el ceño, porque Tyler nunca deja que alguien le haga eso.

—Solo fue un pequeño susto, nada de que preocuparse—se sienta en la silla que está a su lado.

Empiezan a hablar y Nisha se les suma a la conversación. Mi primo parece estar hipnotizado por ellas, y nos ignora a Malcom y a mí.

Mi amigo me pasa el brazo por los hombros y sonríe con diversión al mirar la misma escena que estoy mirando.

—Parece que un nene de ocho años consigue más atención de ellas que nosotros.

Destinos PeligrososWo Geschichten leben. Entdecke jetzt