{Segundo libro de la trilogía Peligro. Es necesario leer Lazos Peligrosos para entender la trama, aunque tenga distintos protagonistas}
Kylo Howard, descendiente de Kyla Evenson y Ryan Howard, dos puros destinados a estar juntos.
Kylo se ve en cons...
Mmh... no me convence mucho este capitulo pero acá va.
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KYLO HOWARD —¡Feliz cumpleaños, ahijado!—alguien besa sonoramente mi mejilla.
—Gracias, tía.
Comienza a dar pequeños saltitos de alegria, haciendo que sus ondas rubias la acompañen cada vez que salta.
—Mamá, creo que estás más feliz que Kylo.
—Tu mamá siempre desborda demasiada felicidad—finjo una mueca y ella entrecierra sus ojos hacia mí.
—Ustedes salieron amargados como sus padres—mira a Ty—, en especial tú—despeina su pelo rubio oscuro, ganándose una mirada molesta de su hijo.
—¿Dónde está papá?
Les señalo al tío Bryce hablando con unas tres personas de la manada.
Son muy pocas personas con las que mi familia sigue manteniendo amistades, al punto de tener la confianza de dejarlos entrar a casa.
Ello se alejan en su dirección, mientras discuten sobre que Tyler se siente inmaduro cuando su madre lo trata como un niñito. Sonrío porque sigue siendo un niño, aunque él no lo sienta así.
Mi mejor amiga, Cleo, se me tira encima y yo tengo que agarrarle de la cintura para que no se caiga.
—¡Feliz cumpleaños!—grita muy cerca de mi oído, pero haciendo que la sonrisa que llevaba en mi rostro crezca—. Vas a transformarte, no puedo creerlo.
Hoy es mi cumpleaños número dieciocho. Y como todos los lobos, el día de nuestro cumpleaños nos trasformamos.
Cuento con tal mala suerte que hoy no va a ver luna llena. Y esta nos ayuda con el dolor. Y sin una compañera a mi lado... No estoy cien por ciento emocionado por transformarme la verdad.
Ella desengancha las piernas alrededor de mí y yo la ayudo a que toque el suelo. Beso su frente y le sonrío con ternura.
Con Cleo somos amigos desde muy corta edad. Es como la hermana que nunca tuve. Le tengo mucho cariño.
Cleo me queda mirando un buen rato y yo frunzo el ceño confundido, pero ella niega con la cabeza y me da una sonrisita. Abre la boca para decir algo pero se ve interrumpida cuando Malcom grita:
—¡Por Dios! ¿Cómo es que tu mamá puede estar tan buena, Kylo?
Me giro a donde todos están mirando. Mamá está bajando las escaleras sin flaquear mientras lleva un vestido negro apretado a su figura. Cuando termina de bajar, su sonrisa se ensancha. Papá se acerca a ella, vestido también con negro.
Ellos aman ese color.
Los dos se dicen algo y no tardan en besarse. Escucho el jadeo de Malcom atrás mío.
