Capítulo 17

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El camino fue en completo silencio, debes en cuando lo observaba tenía el rostro completamente serio y a veces apretaba mi mano como si temiera que me fuera en cualquier momento. Al llegar entramos y fui a por el botiquín volviendo a donde él estaba sentado, comencé a curarle las heridas con suavidad.

-Duele –musitó mientras trataba de alejarse del algodón con desinfectante.

-Te dolería menos si dejaras de moverte –le regañe, él se quedó quieto mientras hacía un puchero como niño regañado –Listo termine –anuncié mientras iba a botar lo que utilicé.

-Quiero hablarte de algo –me dijo mientras tomaba mis manos y las acariciaba –La razón por la que con mi familia nos mudamos fue porque estábamos escapando de mi papá, él solía colocarse muy violento y nos golpeaba a menudo. Mackenzie mi hermana mayor solía protegernos y escondernos a Nath y a mí, cuando ella no estaba yo protegía a mi mamá y a Nath. Pero un día papá casi mata a Mack a golpes y con mamá decidimos irnos, la razón de mi comportamiento de hoy es porque cuando tenía ocho años me diagnosticaron TEI ¿sabes lo que es? –me preguntó mirándome a los ojos.

-Trastorno Explosivo Intermitente –le respondí se lo había escuchado a mi papá.

-Exacto soy explosivo estuve con un psicólogo por mucho tiempo, como también permanecí con un tratamiento me recetaron Risperdal es un antipsicótico, pero dejé de tomarlo cuando vieron que era estable y me dieran de alta hace mucho que no tenía un ataque como lo tuve hoy. Viví mucho tiempo con el miedo de volverme como mi papá de llegar a golpear a alguien a quien amo, a decir verdad, hasta hoy tengo este miedo no quiero hacerte daño a ti o a los demás –me habló con la voz apagada, decidí abrazarlo no soportaba verle así.

-Ethan escúchame, tú nunca serás como tú padre y sabes ¿por qué? –le pregunté a lo cual el me negaba con la cabeza –Porque tú eres tú y él es él, además eres la persona más dulce y amable que conozco tú mismo me ayudaste cuando era una completa desconocida que te respondía de mala forma, eres el ser más espectacular que conozco así que no vuelvas a decir algo como eso o me enojare de verdad –le conteste mientras besaba su mejilla.

-Gracias pequeña oompa loompa –me agradeció mientras se recostaba en mis piernas y acariciaba su cabello cuando sentimos unas patitas bajar las escaleras era Cerbero quien llegaba moviendo su colita –Hola hijo mío –saludó Ethan mientras se enderezaba y lo subía al sillón.

-Hola pequeño –lo saludé mientras acariciaba su cabecita.

-Pequeña oompa loompa ¿te puedo preguntar algo? –me preguntó Ethan mientras me observaba.

-Claro –le respondí mientras le hacía cosquillas al pequeño can que estaba en mi regazo.

- ¿A quién golpee? y ¿por qué te llamaba pequeña rata? –me preguntó.

-Se llama Lucas Connor y era la pareja de Ráchele y mi amigo un día fuimos a una fiesta y el me beso ella nos vio, pero pensó que yo lo había besado y desde ese momento me odia, él solía llamarme pequeña rata porque siempre andaba con un libro decía que era una pequeña ratita de biblioteca –le respondí mientras jugaba con Cerbero.

-Vaya –contestó mientras procesaba la información que le había dado –Que estúpido apodo es mucho mejor pequeña oompa loompa te pega más –dijo finalmente mientras me abrazaba por la cintura –A todo esto, ahora que me acuerdo dijiste que habías horneado galletas –me respondió con un brillo en los ojos como niño pequeño.

-Lo siento, pero se me cayeron cuando Lucas me jalo por la muñeca –le conteste recordando el momento.

-Déjame ir a golpearlo de nuevo, yo quería mis galletas –dijo mientras hacía un pequeño berrinche.

-Pero podemos cocinar tus galletas –le respondí haciendo que parara su berrinche y me mirara con una gran sonrisa y asintiera con la cabeza.

Pasamos el resto de la tarde cocinando las galletas entre risas y batallas con harina, hasta que las metimos al horno y comenzamos a limpiar todo. Cuando la puerta de entrada se abre por ella entra Mackenzie con Nathaniel.

- ¿Lo que huele son galletas? –pregunta Nath entrando a la cocina –Hola Aprileon –me saluda.

-Hola Nath y si son galletas en un rato estarán listas –le respondí con una sonrisa al niño.

-Hola cuñada, hola hermanito –nos saluda Mackenzie a los cual no pude evitar sonrojarme por cómo me llamo.

-Hola Mack –le respondí sonrojada y ella se puso a reír.

-Llámame cuñada después de todo somos familia –me respondió a lo cual solo pude asentir con la cara roja como un tomate.

Cuando las galletas estuvieron listas las servimos para comenzarlas acomer, posteriormente Nath nos pidió que lo lleváramos al parque así que fuimosy aprovechamos a sacar a Cerbero a pasear así pasamos el resto de la tardejugando y riendo. 

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