𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏

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Al llegar al área en donde los periodistas se encontraban abarrotados recibí un empujón a lo que papá reaccionó haciendo lo mismo con ellos, tal parece que eso hizo que nos notaran porque comenzaron a fotografiarnos. Los flashes calaban en mis ojos, por inercia los cerré y no pude evitar que una mueca se formara en mi rostro.

Ni siquiera estaban tomando mi mejor lado.

Sentí la mano de mi padre en mi espalda colocándome detrás de él buscando protegerme de los empujones y con ayuda de un policía logramos atravesar el horrible sitio, al llegar al final otro oficial nos recibió y este movió la barricada de seguridad para que pudiésemos entrar.

Por un momento el bullicio se detuvo y al observar al frente pude ver a un anciano romper lo que parecía la tarjeta de memoria de la cámara de un chico que también estaba tomando fotos como el resto, el hombre siguió avanzando seguido de quienes parecían ser sus guardaespaldas. Aunque no creo que los necesitara mucho recordando lo aterrador que parecía hace unos segundos.

Al acercarse a donde el resto de los familiares se encontraban lo vi cruzar palabras con todos mientras papá y yo avanzábamos a paso lento hasta ellos, como si no quisiera acercarse del todo. Al llegar a su lado notaron nuestra presencia. Papá inmediatamente abrazo al hombre de ojos claros y le dio un asentimiento al anciano a su lado junto a un forzado apretón de manos.

—Chris—sonrió al más joven de los dos y giro su rostro al anciano—Gerald. Lamento su pérdida.

—Gracias Thomas, agradecemos que estés aquí con tan poca antelación—hablo el ojiazul que ahora lleva por nombre Chris.

—Ella es mi hija Maxine—ambos hombres me miraron.

—Un gusto señores Argent, lamento su pérdida—fue lo único que se me ocurrió decir y estreche la mano de ambos.

¿Qué se supone que alguien decía en un funeral? Ni siquiera conocía a la muerta.

—Oh cariño—la voz del anciano se alzó con un tono de dulzura y si no lo hubiese visto hablarle tan fríamente a ese chico mientras rompía su tarjeta creería que es el típico abuelo al que le gusta tomar chocolate caliente frente a la chimenea—Puedes llamarme Gerald...o abuelo. Al fin y al cabo, tu padre es como un hijo para mí.

En ese momento note como la mandíbula de papá se tensaba.

Maxine.exe ha dejado de funcionar.

¿Y este anciano quién es?

Asentí un poco incomoda, sin saber que decir por la gran tensión que se formó alrededor de ese hombre y mi padre. Así que sonreí de boca cerrada y aclaré mi garganta.

—Eh claro, gracias—balbucee.

—Creo que deberíamos sentarnos—hablo Chris Argent terminando de romper la tensión y lo agradecí internamente.

Mi papá asintió y ambos nos dirigimos hacia donde estaban la mujer de cabello rojizo y la chica castaña.

—Un gusto verte de nuevo Thomas—hablo la pelirroja sin quitar la seriedad de su rostro.

¿Toda la familia era así? Alguien aquí necesitaba alegría en su vida, o drogas. Lo que les viniera mejor.

—Igualmente Victoria, aunque las circunstancias no son las mejores—ella asintió de acuerdo y me miro para después sonreír.

—Tu debes ser Maxine, supongo que no me recuerdas, pero te cuidé cuando eras niña, ahora eres toda una señorita.

Ni idea de quién sea esta señora. Es hora de aplicar la BYG, bonitos y gorditos.

𝐇𝐮𝐧𝐭𝐫𝐞𝐬𝐬 [𝐓𝐞𝐞𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟]Where stories live. Discover now