Capitulo 23.

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Tal vez no era mucho, pero al ver cómo estaba adornado el lugar, por las mejillas de Komaeda descendieron lágrimas de felicidad, las quito cuando sintió como resbalaban, una sonrisa y un sonrojo acompañaba su rostro.

— gracias, muchas gracias, Izuru —se acercó al mencionado para darle un fuerte abrazo —me gusta demasiado.

— eso es bueno —alejó un poco a Komaeda para tomarlo de la cadera y acercar su rostro al contrario —merezco algo a cambio ¿No?

Komaeda soltó una risita ante eso y sonrió, para luego decir: —tienes razón, Izuru —terminó cortando la distancia que había entre él y su pareja.

El albino tomó los hombros del azabache, mientras esté lo sostenía de la cadera, el beso era apasionado y romántico, la felicidad de Nagito aumentaba aún más.

Debido a la falta de aire tuvieron que separarse.

Izuru acercó su boca al oído del albino y susurro unas cuantas palabras, provocando que las mejillas de Nagito se volvieran de un rojo carmesí.

— ¿E-Eserio? —preguntó risueño y avergonzado.

— enserio —afirmó el pelinegro, viendo directamente los ojos grises del contrario.

Sin duda hoy sería el mejor día para Nagito.

El ambiente durante la cena era agradable, se encontraban en un silencio realmente cómodo, de vez en cuando comentaban una que otra cosa irrelevante

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El ambiente durante la cena era agradable, se encontraban en un silencio realmente cómodo, de vez en cuando comentaban una que otra cosa irrelevante.

Al terminar la cena, ambos se levantaron de las sillas, Izuru sacó su teléfono y tocó unas cuantas letras en la pantalla para volver a guardarlo.

— vamos al hotel —dijo el pelinegro.

Nagito asintió un par de veces al escuchar las palabras de su pareja. Kamukura tomó la mano derecha del albino con delicadeza para luego entrelazarla, provocando que una sonrisa apareciera en el rostro de Komaeda quien correspondió al agarre.

Llegaron al hotel tomados de las manos, siguieron caminando hasta llegar á su habitación, con su mano desocupada el pelinegro sacó las llaves de la bolsa de su pantalón y la introdujo en la manija. La puerta se abrió y ellos entraron al cuarto, la luz estaba apagada, Kamukura encendió solamente la lámpara que estaba aún lado de la cama.

Izuru llevó su mirada a Komaeda, el rostro del albino reflejaba alegría y solo un poco (casi nada) de timidez por lo qué harían a continuación.

— ¿Podemos empezar Izuru? —preguntó Nagito, no quería demorar más tiempo.

— por supuesto —respondió el mencionado, por fin soltando la mano del albino.

Izuru se apegó más a Komaeda y tomó la cintura de este, acercó su rostro al cuello de Nagito y comenzó a besarlo, provocando que el albino se estremeciera.

Izuru se apegó más a Komaeda y tomó la cintura de este, acercó su rostro al cuello de Nagito y comenzó a besarlo, provocando que el albino se estremeciera

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Hay clichés románticos los cuales me gustan, ¡Y este es uno de ellos ^^!

Además ¡Separador nuevo :D!

Muestras de afecto (Kamukoma/Hinakoma) (Cancelada)Where stories live. Discover now