Capitulo 11

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Komaeda había pedido un taxi para regresar a casa, pago lo que correspondía y bajo del vehículo, sacó las llaves de la casa y las metió en la perilla para que abriera, una vez abierta entro, se quitó los zapatos y los dejo ahí, camino adentrándose más, llegó a las escaleras y subió para llegar al piso dos en dónde se encontraba la habitación, entró y se quitó el traje para buscar su ropa del diario y ponérsela.

Salió del cuarto y fue a la oficina que tenía en casa, solo fue a la reunión, el trabajo seguiría aún en casa, eran las 11, tal vez terminaría antes de las cuatro, recordó que iría con Hajime a la cafetería, así qué agarro su teléfono y fue a mensajes.

"Hinata-kun, ¿Te parece bien si nos vemos a las 4:30 ?" el albino dejo su teléfono aún lado, que que sabía que el castaño podía estar ocupado y le contestaría en varios minutos.

Y eso pasó, Hinata le contestó media hora después.

"Me parece bien, Komaeda" contestó.

"Nos vemos a esa hora Hinata-kun" mandó el mensaje y lo puso aún lado de la computadora nuevamente.

El trabajo qué le habían mandado ya lo terminó, eran las 3:30 aún faltaba una hora para ir a encontrarse con Hinata, así que fue a la sala se sentó en el sillón, tapó su rostro avergonzado al recordar nuevamente el beso qué Kamukura le dió, si que...

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El trabajo qué le habían mandado ya lo terminó, eran las 3:30 aún faltaba una hora para ir a encontrarse con Hinata, así que fue a la sala se sentó en el sillón, tapó su rostro avergonzado al recordar nuevamente el beso qué Kamukura le dió, si que lo tendría en mente por un rato.

— creo que Kamukura-kun está de muy buen humor —dijo para sí mismo —tal vez por qué aceptaron firmar el contrato —sonrío y se abrazó —estoy tan feliz.

Así estuvo un rato, hablando consigo mismo sobre Kamukura.
Al pasar un largo rato, decidió ya salir de casa, agarró las llaves y guardó su teléfono en la bolsa de su pantalón, salió, y cerró la puerta con seguro y comenzó a caminar.

Como el parque no estaba tan lejos de su casa se tardó 15 minutos en llegar, se sentó en una banca para esperar a Hinata, el cuál llegó 7 minutos después.

— hola Komaeda —saludo Hajime, y el albino se levantó de inmediato de la banca.

—¡Hola Hinata-kun! —saludo con una muy alegre sonrisa.

— te ves muy feliz hoy, más de lo normal ¿Pasó algo bueno? —preguntó comenzando a caminar cuando Nagito se puso aún lado el.

— bueno Hinata-kun, verás, normalmente yo le pido a Kamukura-kun un beso y me lo da, pero hoy me beso sin que se lo pidiera además de que fue algo intenso —contestó, las mejillas las tenía de un color rojo al igual que tenía una sonrisa tímida.

— felicidades Komaeda —le dió un par de palmadas en el hombro.

— gracias Hinata-kun.

Siguieron caminando, llegaron a la cafetería y entraron primero el albino y luego el castaño, se sentaron en una mesa la cual estaba desocupada, al poco tiempo un chico que trabaja ahí fue a entenderlos.

— muy buenas tardes, ¿Qué desean ordenar? —preguntó amablemente mientras tenía lista su pluma para empezar a escribir cuando los chicos dijeran lo que querían.

— yo una malteada de chocolate y un pastel del mismo sabor —contestó Hajime.

— yo quiero lo mismo que él, por favor —Nagito dijo, a lo que el mesero asintió.

— se los traeré en un momento —se alejó de ellos y fue a entregar los pedidos.

— Hinata-kun, hace tiempo me dijiste que no tenías pareja ¿Pero no hay nadie que te guste? —preguntó curioso el albino.

— eh, no, por el momento no, la chica que me gustaba empezó a salir con otra chica así que me rendí al instante, ya no me gusta y ahora solo la veo como mi mejor amiga —respondió el de ojos verdes.

— vaya entonces la superaste muy rápido Hinata-kun.

— solo un par de meses bastó para que dejara de gustarme, tal vez y realmente no me gustaba de forma amorosa.

— puede ser eso.

Pasaron unos cuantos minutos más y una chica fue a entregar sus pedidos.

— aquí está lo que pidieron, esperó y disfruten —dijo sonriéndole a ambos para luego irse.

— esto se ve realmente bueno —Hajime dijo, tomando un tenedor rebanaba un trozo de pastel.

— y el sabor es mucho mejor de lo que imaginas —comentó Nagito degustando el delicioso sabor de su pastel con chocolate.

— tienes mucha razón Komaeda.

Habían terminado sus postres, y vaya que disfrutaron el delicioso sabor de estos, cada quien pagó lo que pidió y salieron de la cafetería, empezando a caminar alejándose del lugar

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Habían terminado sus postres, y vaya que disfrutaron el delicioso sabor de estos, cada quien pagó lo que pidió y salieron de la cafetería, empezando a caminar alejándose del lugar.

— ¿Qué quieres hacer aho... —el castaño no terminó de hablar ya que sintió que una gota le cayó en la nariz, alzó la vista al cielo y las nubes se habían puesto grises.

Nagito también subió la mirada, y las gotas de lluvia no tardaron en caer empapando a ambos chicos.

— ¿El pronóstico del tiempo decía que iba a llover? —preguntó Komaeda.

— no, decían que iba a estar soleado, se equivocaron —agarró la mano de Komaeda y comenzó a correr —maldición, aquí no hay ningún lugar en dónde esperar a que pase la lluvia —decía ya que los establecimientos no tenían un techo en la parte de enfrente.

Ya se habían empapado y se podrían enfermar si no se bañan y se secan de inmediato.

— ¿Te parece bien si vamos a mi casa? Queda más cerca de aquí —comentó Hajime.

— claro Hinata-kun —contestó el albino corriendo aún sosteniendo la mano del moreno.

Tal vez ya estaban mojados, pero igual era importante llegar rápido y sacarse.

Muestras de afecto (Kamukoma/Hinakoma) (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora