Capitulo 10

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Habían pasado ¿diez o quince dias? No estaba seguro. Solo sabia que le parecia una eternidad.
Luego de que su madre despertara y le hicieran todos los examenes necesarios concluyeron que se trataba de un Obliviate bastante poderoso. No hallaron respuestas en la cabeza de la mujer y la investigacion con su tia Colette tampoco los llevo a ningun lado, para sorpresa de Draco la mujer realmente no sabia nada de su madre y al verificarle los recuerdos, los cuales dio sin poner resistencia alguna, descubrieron que la mujer habia vivido todos sus dias con total normalidad, nada fuera de lo comun y tampoco habian rastros de Narcissa en su cabeza.
La investigacion quedo hasta ahi y luego de verificar el estado de salud de la mujer la escoltaron nuevamente a su mansion para cumplir con el arresto domiciliario de su condena. Ya tenian mas o menos diez dias, en los que su madre actuaba con total normalidad, como si nunca hubiera salido de la mansión y nunca hubiera sido secuestrada y eso tenia a Draco nervioso.
¿Que le habian hecho? ¿Quienes eran? ¿Cual fue su intencion? No sabia absolutamente nada y vivia con el constante temor de que alguien irrumpiera en su propiedad, despues de todo segun Granger, esos tres habian sido capaces de aparecerse en los terrenos de la Mansion.
Desde que volvio de Bulgaria no se habia podido reincorporar al cuartel de aurores, temia dejar a su madre sola. Para su suerte le habian dado unos dias libres entendiendo su situacion.
Esa mañana Theo le habia enviado una lechuza, estaba libre para desayunar y queria saber como se encontraba su madre, asi que Draco lo invito a acompañarlos para el desayuno.
Estaban los tres en el comedor, Theo y Draco intercambiaban miradas confusas mientras Narcissa se portaba con toda la tranquilidad y elegancia del mundo, nadie le habia dicho lo del secuestro, los doctores acordaron que hasta averiguar que habia sucedido debian mantenerlo asi para no alarmar a la victima.
Pinky los interrumpio con su sonoro crack y le entrego a Draco un sobre que recien habia llegado por via lechuza.
Abrio la carta bajo los ojos curiosos de su madre y su amigo, por suerte los tenia bien lejos en la mesa. La nota era corta y concisa, pero fue suficiente para alborotarle el estomago y quitarle el apetito.
''Malfoy, necesito hablar contigo, estoy en Londres, veme en el Ministerio a las once de la mañana, puedo pasar por tu oficina, confirmame si puedes, es urgente.
H.G.''
Como un niño. Como un estupido adolescente su corazon comenzo a palpitar sin disimulo, en cualquier momento su madre y su amigo lo notarian. Habia hecho un gran trabajo dejando todo atras, incluso a ella. Se lo habia prometido. Si encontraba a su madre, la dejaria en paz, ese era el trato. Pero al parecer no aplicaba al reves.
Maldicion. Tenia que haberlo especificado.
-Confirma mi asistencia Pinky y enviala ya. - dijo sin levantar la vista de su plato, consciente de que al minimo contacto con su madre, esta le preguntaria a donde iria.
-Si, señor. - la criatura asintio y desaparecio. Draco observo la hora en su reloj y faltaban treinta minutos para las once.
-¿Hijo? - pregunto Narcissa como quien no quiere la cosa.
-Van a evaluarnos hoy, Potter me necesita en el cuartel para unas practicas preliminares. - mintio con tanta facilidad que hasta Theo se lo trago... o fingia igual de bien que Draco.
La conversacion despues giro en torno a Theo, quien le contaba a Narcissa lo bien que le iba en San Mungo y como estaban a punto de pasarlo al pabellon de ''Accidentes con Artefactos Oscuros''.
Diez minutos antes, Draco se disculpo con Theo y se retiro bajo la mirada inquisitiva de este.
Llego al Ministerio y se dirigio rapidamente a su pequeña oficina que en realidad era mas bien un cubiculo, pero no podia quejarse. Menos cuando aun lo trataban como a un maldito heroe. Asi que como todos los dias, evito hacer contacto visual con nadie para no tener que corresponder a aquellos saludos efusivos y llenos de alegria en plena mañana y camino derecho por el Atrium.
Muy poco quedaba ya del antiguo Draco Malfoy, poco a poco, aquella hostilidad y prepotencia que lo acompañaban a diario en sus dias de Hogwarts se fueron disipando. Quizas era tambien el hecho de que (aunque nunca lo aceptaria en voz alta) agradecia que el mundo le hubiera dado una segunda oportunidad, una en donde podia elegir sus propias pisadas en lugar de seguir las de su padre y esto le habia permitido bajar algunas defensas. No todas, pero si aquellas que habia entendido, no lo llevarian a ninguna parte.
Al llegar a su pequeño cubiculo la vio de pie leyendo por encima unos documentos que al parecer se le habian acumulado en su ausencia. Esta se dio la vuelta fingiendo tranquilidad pero Draco noto el imperceptible brinco que dio al notar su presencia.
-Hola...- dijo ella con voz suave.
-Granger ¿Como sigues de tu...? - respondio él con voz ronca ¿A donde diablos se habia ido su voz?
-Bien, estoy bien. -resopndio con rapidez con un hilo de voz. Estaba nerviosa.
-Eso es bueno.
-Si.
Un tenso silencio se formo entre ambos y Draco se descubrio a si mismo viendola con descaro. No se molestaba en ocultar su escrutinio y entendio que quizas estaba siendo grosero.
-¿Quieres sentarte? - ofrecio él aunque solo hubiera una silla en el diminuto espacio.
-No es necesario... yo... ¿Como esta tu madre?
-Bien, tan bien como deberia estar una persona que cree que no ha pasado nada.
-Claro... ¿tu viste algo en su mente antes de...?
-Yo no la desmemorice Granger.
-¿Como? - su rostro dulce se contorsiono ante su respuesta.
-Cuando llegue a su habitacion ya estaba despierta y desmemorizada.
-Pero... eso es imposible Malfoy. Nadie pudo hacerlo, tuvo que haber estado custodiada todo el tiempo, es...
-Imposible, ya lo se Granger.
-Eso quiere decir... no lo sabes ¿Cierto? - sus ojos grises se clavaron en ella con cautela ¿De que estaba hablando ahora?
-¿Que quieres decir? ¿Que tengo que saber ahora Granger? - pregunto con cierto fastidio en su tono.
Ella parecio meditarlo antes de responderle ¿Seria posible que estuviera mintiendo? Narcissa dijo que habia encontrado lo que habia ido a buscar, asi que creia que El Giratiempo ya estaba en su poder, aguardo por unos diez tormentosos dias, esperando a ver si Draco la contactaba para decirle sobre el artefacto pero nunca lo hizo. Algo dentro de ella se removio ante la idea de que quizas él ya sabia que sucedio entre ellos, asi que tuvo que esperar a que los aurores los dejaran finalmente solos y sin supervision para contactarlo. Pero parecia genuinamente perdido, como si no tuviera idea.
-Estoy esperando Granger y no te vas a ir de aqui hasta decirmelo.
-No pensaba hacerlo. - Ella fruncio el ceño y respondio a la defensiva.
-¿Ah no? Pero si es tu especialidad... - siseo con rudeza. Ella contuvo las ganas de rodar los ojos y dejarlo con la duda. Él tenia todo el derecho de estar molesto con ella.
-Creo que tu madre lo encontro. - Solto sin mas preambulos. La mirada afilada de él fue suavizandose poco a poco, a medida que entendia lo que ella estaba diciendole.
-¿Como lo sabes?
-Ella me lo dijo... dijo ''Ya encontre lo que vine a buscar''.
-Maldita bruja. - murmuro para si mismo.
Lo vio batallar consigo mismo. Se veia bastante molesto y perturbado.
-¿En serio estaba desmemorizada cuando llegaste? - pregunto Hermione al ver que solo murmuraba insultos para si mismo.
-¿Que...? Si Granger, ya te lo dije. ¿O acaso crees que me lo invente para quedarme con El Giratiempo?
-No lo se, solo te digo que si lo tienes no debes usarlo...
-¡No lo tengo! ¿Como puedes ser tan irritante?
-¿Yo soy irritante? ¿Te has visto en un espejo alguna vez en tu vida?
-Tu al parecer no lo hacias en Hogwarts, con ese pelo...
Los dos habian empezado a gritar en algun momento, estaban tan alterados que no se dieron cuenta de que se encontraban frente a frente. La primera en notarlo fue Hermione, quien corto el contacto visual con esa mirada de hielo que comenzaba a quemarla. Dio un paso atras y bufo exasperada. Era el mismo huron de antes, eso era bueno y la ayudaba.
-Esto es una ridiculez... - dijo con cansancio.
-En realidad lo es, estoy cansado de tus insinuaciones Granger.
-¿Insinuaciones? ¡Crei que lo habias visto con tus propios ojos al entrar en su mente! ¡Te estaba dando tiempo para estar fuera del foco de los aurores y la oportunidad de hacer lo correcto!
-Lo correcto... - repitio él con una sonrisa cargada de cinismo.
-¡Si! Tener un Giratiempos es ilegal, pudieron haberte llevado a Azkaban a ti y a tu madre.
-Si es que lo tenia, el cual como ya te dije, no tengo.
-Pues eso espero, no es correcto que vuelvas en el tiempo y lo sabes.
-¿Pero si lo fue cuando volvi para revolcarme contigo Granger?. - solto con rabia. Se arrepintio al segundo de haberlo dicho pero ya era tarde. Lo habia soltado y no habia marcha atras.
Ella permanecio inmovil. Su ceño se intensifico tanto que Draco sabia estaba conteniendo las ganas de llorar ¿Pero que podia hacer? ¿Pedirle disculpas? ¿Abrazarla? Ni de chiste lo dejaria tocarla.
Ella giro el rostro hacia la pequeña ventana que dejaba entrar unos cuantos rayos de sol. No queria verlo a los ojos. La habia lastimado.
-Volviste y nos salvaste a todos. Cambiaste el destino del mundo magico y solo por eso, se justifica lo que hiciste. - su susurro estaba cargado de dolor. Draco sintio algo o mejor dicho a alguien dentro de él retorcerse.
-Vine para asegurarme que no cometieras una locura y para estar segura, estaba dispuesta a enseñarte algunos recuerdos.
Seguia sin mirarlo y Draco se sintio mas miserable con sus palabras.
-Yo no soy él, Granger... - fue todo lo que se le ocurrio decir. Ella lo encaro, sus ojos rojos y algunas lagrimas saliendo sin permiso.
-¿Crees que no lo se? ¡Se perfectamente quien eres tu, Draco Malfoy! - acuso con dolor. - ¿Crees que tienes derecho a saber de mi y de lo que vivi en ese tiempo? ¡Esos recuedos son mios! ¡Mios y de esa persona que obviamente no existe! Aun asi, estaba dispuesta a dartelos, solo para asegurarme que tú, Draco Malfoy, Huron Botador, el bullying de mi adolescencia, no cometiera alguna estupidez solo para ver con sus propios ojos algo que ya se imaginaba.
Eso le dolio. Le dolio porque maldita sea, era cierto. Si no tenia intencion de estar en su vida ¿Para que quería ver?
Curiosidad.
-Yo... solo no quiero que desates una nueva guerra mágica. Tu vuelta en el tiempo fue crucial para que este tiempo que vivimos ahora sea como lo conoces. Tú... me enseñaste algunos recuerdos y eran tiempos horribles...
Con cada palabra sentia la brecha entre ellos abrirse más y más... a ella no le interesaba ni siquiera que él los viera juntos, ella pensaba en algo mucho más grande que eso y tenía toda la razón. Aunque no pudo evitar molestarse al ver con que facilidad ella lo hacía a un lado ¿Ese fue el gran amor que le tenía? ¿Por que siquiera le molestaba eso? Tal vez después de todo solo fueron un par de revolcones y nada más. Quizás ella no se refería a él cuando hablaba de su gran amor. Y no quería que el lo viera y confundiera las cosas.
Aún así, le molestaba.
-No tengo El Giratiempo, ni me interesa encontrarlo. A partir de hoy... yo... no quiero mirar al pasado... Granger. - dijo con ese típico tono arrastrando las palabras. Se llevó una mano al cabello desordenándolo con cansancio.
Era lo mejor. Dejar ir toda esta pendejada de una vez. Su madre tenía razón, tenía una vida llena de oportunidades por delante. Alzo la mirada y la vio ahí de pie apretando los labios, se estaba aguantando las ganas de gritarle o escupirle tal vez. No se movía y entonces Draco cayó en la cuenta de que ésta era la despedida. Su despedida.
Vio la gran batalla que se libraba tras esos pozos color miel, no quería herirla. Pero no había más opción. No si quería salir adelante.
Era lo mejor. Para los dos.
-Adios Granger.
Ella asintió y sin decir ni una palabra más, salió de su pequeño cubículo. Y a pesar de que Draco ocupaba todo el espacio de la salida, no lo rozo.
Ni un poco.

2 años y 1 mesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora