Capitulo 21

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—Que despertar tan maravilloso— digo mientras me acurruco al lado de mi futuro marido. Las cosas si que han dado un giro de 360 grados. No puedo creer que este comprometida y que vaya a casarme con él.

Ese hombre que tiene unos bellísimos ojos verdes y que posee un cuerpo hecho por los dioses del Olimpo y que tiene la capacidad de hacerme gritar de placer hasta quedarme ronca.

—Concuerdo contigo nena, es uno de los mejores amaneceres de mi vida y mas porque estas desnuda junto a mi y solo con mi anillo en tu mano— ¿Cómo no amarlo? Me lanzo a su boca y se la devoro con pasión, tal y como él lo hace.

Desayunamos junto con Zea que aun no se cree la noticia de nuestra boda, esta mas que emocionada y hoy que es su día de descanso lo aprovechara para ir viendo vestidos y demás accesorios para ese día.

—No puedo crees que serás la primera de nosotras en casarse— dice mientras devora su sándwich —Oye y ¿Cuándo será la boda? —

—Lo antes posible— responde Ricardo luego de darle un sorbo a su café. La cara de Zea es toda sorpresa, creo que jamás se imagino esa respuesta.

—¿Estas embarazada? — pregunta alarmada.

—Claro que no, es solo que… queremos casarnos cuanto antes— no estaba dispuesta a decirle una de las razones de nuestro matrimonio; en verdad me sentía mal por no poder decírselo a mi mejor amiga, pero se que entre menos personas sepan un secreto, mejor guardado esta.

Ricardo se despidió de nosotras, tenía una junta a las 9 y ya se le había hecho tarde. Mientras Zea y yo terminábamos de comer, le propuse que hoy fuera nuestro día, de las mejores amigas.

—Iremos de compras y a comer a algún bonito restaurant ¿Qué te parece? Últimamente hemos estado un poco lejos—

—Es una grandiosa idea Nat— su celular sonó y lo reviso mientras terminaba su jugo —¿Qué haremos primero? —pregunto.

—Bueno tengo que ir a ver a Freesia al hospital, después podríamos ir de compras—

—Hagamos algo, que te parece si nos vemos en el centro comercial después de que visites a Freesia, así yo podría ir al trabajo; no es nada, es que mi jefa no encuentra la hoja con la orden que le entregue ayer, solo iría a entregársela y ya—

—Perfecto— dije poniendo los platos en la lavavajillas.

Toque la puerta de Freesia y entre cuando dijo pase. Vaya estaba mucho mejor que ayer, el color de las mejillas había vuelto.

—Hola— la salude muy emocionada.

—Hola cuñada— dijo ella con una enorme sonrisa. Es cierto ahora que se que es hermana de Ricardo, Freesia se convierte en mi cuñada.

—No lo había pensado… cuñada— platicamos de todo. Ella me comento que el doctor la daría de alta mañana, pues había salido bien en los exámenes que le había practicado.

—Estoy volviéndome loca aquí, ya quiero regresar a mi casa—

—No te puedes quejar, tienes a unos muy guapos enfermeros atendiéndote— las dos reímos a pulmón abierto. Me encantaba ver que ya estaba mucho mejor y que por fin saldría de aquí —Bueno cuñada, tengo una noticia que darte… Ricardo y yo nos vamos a casar—

Abrió los ojos ante mis palabras y cuando lo asimilo comenzó a aplaudir y a chiflar llena de emoción.

—No sabes el gusto que me da oírte decir eso, estoy tan feliz por los dos, se merecen lo mejor— yo le sonreí en respuesta y le conté lo que Ricardo me dijo referente al testamento —Lo se Nathaly, a mi también me puso esa condición para poder recibir mi empresa, pero de algo debes estar 100% segura, Ricardo se casa contigo porque te quiere y quiere formar una familia contigo—

Desastre... A Mediano Plazo (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora