Capítulo 11

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Comencé a caminar rumbo a mi trabajo, con él siguiéndome los pasos.

—Por favor Nathaly, tenemos una platica pendiente— dios porque de todas las personas que me puede haber topado tenia que ser él. No es que me caiga mal, sino que algo me dice que me mantenga alejada de el.

Me detengo por un momento, tengo que hacer algo para que desista de querer hablar conmigo.

—En este momento no puedo hablar contigo, voy tarde para regresar a mi trabajo— cuando comienzo a caminar me detiene por el brazo con más fuerza de la necesaria.

—Nathaly por favor, necesito hablar contigo— me suelta y lo observo mientras el se toma el puente de la nariz lleno de frustración —Mira dame treinta minutos ¿Si? Solo treinta minutos, esta noche y te juro que no te molestare mas— lo pienso un momento y acepto, se que esta mal pero es la única manera de quitarme lo de encima —Perfecto, ¿A dónde paso por ti? —

—No es necesario, dime el lugar y yo llegare por mi propio medio—

—De acuerdo, te mandare un mensaje y de nuevo gracias Nathaly— me sonríe antes de perderse en el mar de gente.

Cuando llego a la florería, reviso los mensajes y tengo uno de Freesia diciéndome que llegara hasta mañana, al parecer los vuelos van con mucho retraso. Aprovecho para mandarle un mensaje a Zea e informarle de mi “cita” de esta noche.

Estoy en la bodega, revisando la mercancía de jarrones que acaban de llegar, cuando Zea me marca, así que aprovechando que están acomodándola en el almacén, tomo la llamada de mi amiga.

—¡Tu estas loca o que! — no es pregunta, lo se — ¿Cómo se te ocurre aceptar ir con Bruce? ¿Te amenazo o que? — la oigo resoplar al otro lado de la línea.

—¿Qué querías que hiciera? Me lo tope en la calle cuando venia al trabajo después de mi comida, no pude rechazarlo, no quería que me siguiera hasta acá y me acosara en mi trabajo—

—De acuerdo— dice un poco mas tranquila —¿Dónde lo vas a ver? —

—No lo se, le pedí que me mandara el lugar por mensaje—

—Bien, en cuanto tengas el nombre y la dirección me la mandas a mi cel— suspira —Hay amiga aun creo que es malísima idea—

—Lo se pero no me dejo otra opción—

Estoy manejando por una de las más transitadas calles de NY, en plena hora pico. Hace aproximadamente una hora que Bruce me mando la dirección del lugar y ahora voy en camino, claro que se lo reenvié a mi amiga para estar mas segura.

Mientras manejo no puedo apartar la idea de que voy derechito a una trampa y no cual es. Algo me dice que tiene que ver con Ricardo, del que por cierto no he tenido noticias, tal vez aun vaya en el avión de camino a Inglaterra.

Al llegar al lugar citado, dejo mi coche lo mas cerca de la puerta de salida del restaurant, mas vale prevenir que lamentar, pienso para mi. Al entrar veo que es un bonito y rustico lugar de comida española.

Lo busco con la mirada hasta que lo veo sentado en el lado derecho del lugar, en el área de no fumadores. Se levanta cuando me ve acercarme y me indica que me siente en la silla de enfrente.

—Gracias por venir Nathaly— nos sentamos y una camarera se acerca para tomar nuestra orden, el encarga la misma bebida que por lo que veo ya había pedido y yo ordeno un vaso de agua —vamos Nat puedes pedir algo mas, yo invito—

—No gracias, para ser honesta esta no es una cena y según me dijiste solo pediste treinta minutos y ya han pasado dos— la camarera se va y el suspira frustrado.

Desastre... A Mediano Plazo (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora