ㅤㅤㅤㅤㅤ🧶⌇ ˚ ༘ˀˀ ꒰‧ 𝗱𝗼𝗰𝗲 𝗺𝗲𝘀𝗲𝘀 !i
ㅤㅤㅤㅤ─ 𝘀𝗮𝗶𝗸𝗼 solamente te bastó un año
ㅤㅤㅤㅤㅤpara poder romper mí corazón.
ㅤㅤㅤㅤㅤaquel corazón que siempre te
ㅤㅤㅤㅤㅤperteneció a ti, mí agridulce
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝘀𝗮𝗶𝗸𝗼.
ㅤㅤㅤㅤ ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
ㅤㅤㅤㅤㅤ!i los...
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L
a chica regresó de su mini paseo por el vecindario. Hace unas semanas había llegado y no había ahorrado el valor suficiente como para ir a recorrerlo. Pero por primera vez se permitió caminar durante toda la tarde.
Por suerte, Ketō llegaba temprano del trabajo y cada vez que llegaba se ponían a jugar algún juego de mesa que le regalaban del trabajo a la mayor.
Aún Ketō no la trataba con confianza o de una buena manera, pero había días y acciones que la hacían cambiar de parecer. Como cuando Saiko no comía durante todo el día, Ketō la retaba y le hacía de comer o también la vez cuando se cortó sin querer con el cuchillo mientras cortaba en rodajas un tomate. Ketō se había exaltado y limpiado la herida rápidamente.
Saiko comenzaba a acoplarse con ella, ahora Ketō no le molestaba tanto que ella deje su cepillo dental en el baño o sus abrigos colgados en la perchero de la entrada.
Y hubo una vez en la que ellas se sentaron en el cobertizo a mirar las nubes, claro solo por unos cortos minutos ya que Ketō de fastidio del aburrimiento y se fue hacia dentro.
Cerrando la puerta tras ella, se quitó sus zapatos dejándolos en la entrada y se dirigió al sofá, dónde aún dormía. ─ ¿Ketō? ─ preguntó cuando oyó ruido en la cocina.
