Capítulo 20

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Sus rostros estaban bastante cerca, veía que movían los labios pero estaba lejos para oírlos. Me quedo petrificada cuando les veo. Una pesadez inexplicable me invade el pecho. Tenía ganas de irme a casa, me sentía sobrante en ese momento. Luego cuando oigo un quejido de Kenny me alarmo.

-¡Ay ay!

-¡¿Kenny?! ¡¿Qué te pasa?!

Entonces es ahí cuando me doy cuenta, Kenny tenía un pie levantado del suelo.

-Al parecer alguien la empujó sin querer... o tropezó, calló al suelo y se torció el tobillo...

Matt cierra los ojos y mueve la cabeza de lado a lado.
Oh...

-¡Hay Kenny! Debemos llevarte a un médico.

-¡¿Qué?! ¡Para nada! No arruinaré este día tan precioso. Me sentaré un rato, verás que se me pasará.

Matt la sigue sostenido hasta ayudarla a sentarse. De momento no se que hacer.

-Compraré algo frío para ponerte ahí.

-Gracias Matt.

Después de decir eso desaparece entre la multitud. Miro a Kenny y me siento a su lado.

-¿Segura que estás bien?

-¡Si mamita Laura!

No podemos evitar reírnos.

-Hay Laura... la verdad que Matt es muy atento. ¡Es encantador!

-¿Humm?

Bueno... tal vez si... aunque a veces es un caso sin explicación.

- Bueno...

-Al menos de la forma que me ha tratado ahora... es muy amable. ¡Ha cambiado bastante!

Matt será descarado, pervertido, testarudo, a veces un enajeado, irreverente... uf... pero cuando se trata de ayudar por una buena causa, o defender a los que le importen... Mmm... si.
Matt regresa con una bolsita de hielo. Le quita el zapato a Kenny y examina su pie.

-Bien. Al menos sabemos que no es fractura.

Coge la bolsita y la pega en su tobillo.

-¡Oh, ahah! ¡Qué fría!

-Aguanta. Es por tu bien.

-¡Pero... estas apretando mucho!

-¡Que aguantes!

Ambos se fruncen el ceño y los labios, se miran fijamente.
Si no los conociera y me dijeran que son hermanos no lo dudaría, son muy parecidos... ambos unos obstinados...

-Pues... hay, está bien.

Jaja, incluso una fiera como Kenny puede ser domada.
Después de unos minutos de "Matt el doctor" seguimos nuestro rumbo. Entramos a varias tiendas del centro.

-¡Bien! No vendría mal una opinión de un chico en este asunto.

-Muy bien ¡A probarse ropa!

Matt se sienta frente a nuestros vestidores con una pícara sonrisa.
¡¿Acaso por ello quería venir?! ¡Sigue siendo un mero pervertido! Uy... Matt, eres insufrible. En serio, aún no se si haré esto.

-¡Vamos chica! Me probaré este.

Kenny entra en su vestidor. Yo aún sigo paralizada y le dedico a Matt una mirada mortal. Me devuelve una sonrisa aún más amplia. Kenny sale con un vestido que le llega a cinco dedos antes de la rodilla, de color verde limón con lentejuelas, compaginaba con el color de sus ojos.

Amor es amor ✔Where stories live. Discover now