Capítulo 4

155 57 0
                                    

Esto se está complicando... tengo que hacer algo... pero... sólo de pensar en Matt... ¿Por qué me pongo así? Nunca me había pasado esto con él... ¿Me gusta..? No.
Confusa me meto entre las sábanas y me duermo.
A la mañana siguiente, justo cuando estoy a punto de ir al baño recibo una llamada de Bruno.

-Hola Bruno ¿Pasó algo?

- Eh...eh...no ¡Perdón si te desperté!

- A no. No me despertaste no te preocupes. Ya estaba levantada.

- Ah, que bueno. Eh... Me preguntaba si, querías...¿Pasar el rato? ¡Eh! Como los viejos tiempos, hoy tengo el día libre.

-¡Claro, como no! Es lo menos que puedo hacer por ti.

-Eh...jeje no, me gusta ayudarte Laura ¡Me gusta ayudar! Ah...bueno... Entonces ¿Nos vemos en la cafetería frente al parque Kong?

-¡Ok, allí estaré!

-¡A-adiós!

Cuelgo, sonrío.
Bruno es un chico extremadamente amable, muy considerado y buena persona, amigo, diría que es un ejemplo de hombre. Aunque es un poco inseguro... muy inseguro... Podría llamar a esto ¿Cita? Pero no estoy enamorada de Bruno... Aunque está algo clarito que él si de mi...ufff. No quisiera lastimarle... tal vez ¿Debería darle oportunidad? Hasta ahora no he tenido muchos hombres en mi vida... siempre estoy un poco ocupada con el trabajo. Bueno, tal vez debería aprovechar...
Me preparo rápidamente para mi salida con Bruno. En lo que paso por la cocina veo a mi madre.

- Saldrás temprano.

- Ah... mamá tengo una cita con un chico...

¿Dije cita?

-¡Ahah! ¡Hija que bien!

Mi mamá viene y me abraza.

-Estas vacaciones te han venido de maravilla. Por fin tendrás tiempo para el amor. ¿Desde hace cuanto no tenías novio?

-Mamá...

Mi mamá se ríe, me da unas palmaditas en la espalda y me guiña un ojo. Salgo por la puerta apurada por no llegar tarde. Cuando llego a la cafetería veo que Bruno acabó de entrar. ¡Valla si que es puntual! Corro. Le sigo silenciosamente por detrás hacia la mesa que va.

-¡Bruno!

-¡Ay!

Se gira y me mira algo asustado, le sonrío.

-¡Ah Laura!

-Jaja, siento asustarte.

Se me escapa una risita por lo que acabó de suceder. Bruno se acaba riendo también.

-N-no, no te disculpes.

Bruno me saca la silla, luego se sienta, quedamos uno frente al otro.

- Ah, me alegra revivir los momentos en que salíamos después de trabajar, comíamos en el restaurante frente a la empresa. Luego que tuve que pasar tantos años fuera...

- Yo... te extrañé mucho...a todos esos momentos que pasamos.

Bruno pone una mano sobre la mía. La miro y me sonrojo, luego el la aparta y también se sonroja.

-¡Ah...eh...l-lo siento...y-yo no quise..!

No puedo evitar reír ante su nerviosismo.

-¡Bruno! Soy yo, Laura, la misma de antes. No te pongas tan nervioso.

- Ah... Laura, es que...

La camarera nos interrumpe. Hacemos diversos pedidos. Luego comemos y charlamos un buen rato. Después de salir de la cafetería vamos a unas tiendas. Recorremos las calles tomados de la mano y charlando. Parecíamos una pareja. Ese pensamiento me hace sonrojar.
Es increíble pasar tiempo con Bruno, y más cuando ya se relajó un poco.
Ya por último terminamos en el parque, nos sentamos en un banco al aire fresco.

Amor es amor ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora