𝑼𝒏 𝑬𝒓𝒓𝒐𝒓

8. Gritar y dejarlo todo salir

Pasaron unos meses y no sabía nada de Harry y cada vez me hacía más cercana a Peter, pero aún así me sentía algo solitaria ya que papá se pasaba de viaje casi siempre y solo volvía algunos días al mes.
Un día me levanté con el sobresalto de una pesadilla, en ella veía desde un tercer plano como Harry vestido de una forma extraña tiraba a Gwen desde una gran altura y Peter saltaba a por ella.
Mi respiración estaba acelerada, me levanté y oí el timbre de mi puerta, así q fui a mirar si era el cartero. Al abrirla, en el felpudo había una caja de cartón con varios agujeros, miré a los dos lados para ver quién podía haberla dejado ahí. Entré con ella y la puse encima de mi cama y me metí a la ducha. Cuando salí me puse unos pantalones de chándal grises y una sudadera blanca, abrí la caja y para mi sorpresa vi un pequeño gatito negro. Fui con cuidado a acariciarlo y este me sorprendió acercándose a mí y rozándose contra mi mano, así que lo cogí y me fijé que llevaba puesto un collarín con el nombre de Lana bordado en éste. Lo cogí y me empezó a lamer los dedos, mirando en la caja encontré una nota:

Querida Felicia:
Como te veo dormir tan sola por las noches por la falta de tu padre, aquí tienes a alguien que te hará compañía. Aquí tienes mi regalo de cumpleaños adelantado.
Un saludo
De tu amigo y vecino, Spidey

Vaya vaya, esto era todo obra de Peter. Ya que iba a cuidar de un gatito, tenía que salir a comprarle lo necesario, pero para no dejarlo solo decidí dejarselo a Peter en lo que iba a comprar. Así que me vestí y fui camino a su casa, llevando a Lana en mis brazos, me sorprendió lo tranquila que iba.
Tras unos minutos llamé a su puerta y me abrió su tía May, notó al gato en mis brazos y le acarició la cabecita.
-Ahora mismo baja ¡Peter! ¡Tienes visita!- llamó a su sobrino y éste bajo rápido las escaleras-.
-Bueno os dejo solos, voy a hacer unas compras, volveré en unas horas- se despidió amablemente y nosotros hicimos lo mismo-.
-Vente Felicia- me acompañó a la habitación donde hace un tiempo estuve-.
Subimos y le mostré al gato, una sonrisa orgullosa se formó en sus labios.
-¿Te ha gustado mi sorpresa?- preguntó guiñando un ojo-.
-Sí, y por eso te lo voy a dejar el tiempo que vaya a comprar lo necesario- le sonreí de vuelta-.
-Espera, ¿Qué?- su cara era un poema- No puedo quedarme con ella- rechistó, pero antes de que lo hiciera yo ya me había ido-.

Fui a buscar a la tienda de animales más cercana lo necesario, cuando un coche lujoso pasó por mi lado y se paró en seco, a lo que yo miré. Era Harry, hacía muchísimo que no lo veía.
- Felicia, necesito que vengas conmigo ahora- dijo y se le veía preocupado-.
- Vale pero que sea rápido, estoy algo ocupada- respondi y subí al coche-.
- Vale Felicia, voy al grano, me voy a morir- dijo cogiéndome la mano-.
Me quedé sin palabras e incluso los ojos se me cristalizaron. Él al notarlo, apretó levemente mi mano y me levantó el mentón.
- Pero tranquila, Spider-man va a ayudarme para que eso no pase- pude ver una sonrisa de alivio en sus labios-.
Sonreí intentado no aparentar confusa, solo quería que él no supiera que yo sabía que Peter era Spiderman.
-Bueno amor, te dejo donde estabas - me abrió la puerta y me dio un beso corto, yo solo salí y el coche se fue-.
Hice todas las compras y volví a casa de Peter, subí a su cuarto y lo miré, iba q echarle la bronca por de lo Harry pero estaba jugando con Lana y se veía taaaan tierno que no pude evitar soltar un "aww" más alto de lo que me hubiera gustado. Al oírme, Peter se giró y una sonrisa de labios cerrados se formó en su rostro. Note como el calor subía a mis mejillas y sin darme cuenta, me quedé embobada mirándolo.
- Anda deja de mirarme así, pareces boba- dijo y seguido se río y yo solo pude girar la cabeza y morirme de la vergüenza-.
- Entonces, "Spiderman" va a ayudar a Harry con su enfermedad, que gentil - hice el gesto de las comillas con los dedos e hice que mis últimas palabras sonaran irónicas-.
Pude notar en su cara como mi cambio de tema no le gustó del todo.
- ¿Tú como sabes eso? ¿No era que no sabías nada de Harry? - preguntó sin ni siquiera mirarme a la cara-.
- Y así era desde nuestra...graduación- el momento en el que Peter besó a Gwen en medio de ese escenario no paraba de repetirse en mi cabeza- Pero hoy me recogió de la tienda y me explico su dura situación- dije mientras me sentaba en el suelo y jugaba un poco con Lana-.
No contestó, así que me acerqué a él para intentar abrazarlo pero él se quitó levantándose. Solo lo miré, con confusión en mis ojos, ¿por qué se había puesto así?. Me levanté y fui hacia él.
- Ey Peter si necesitas algo...- no me dejó acabar - ¡Felicia podrías no meterte donde no te llaman!- me gritó y automáticamente di unos pasos hacia atrás-.
Se me formó un nudo en la garganta que casi no me dejaba hablar y empecé a temblar. Lo miré y yo no lo noté pero él sí, mis ojos se empezaron a cristalizar, me di cuenta de ello en cuanto noté la primera lágrima rodar por mi mejilla. En ese momento quiso acercarse para limpiarla pero le di un manotazo y salí con Lana y sus cosas dando un portazo tras de mí. Mientras me iba escuchaba a pasos tras de mí y a Peter llamándome. No me podía creer que después de todo, después de nuestras noches en la azotea, después de nuestras charlas y después de todo me hablara de ese modo. Estaba furiosa pero lo único que podía hacer era llorar e irme. De repente noté una mano en mi hombro y me paré en seco.
- Felicia, lo siento, pero esto está siendo duro para mí...- me giré y lo miré, su expresión era algo triste-.
- ¿Duro? ¿Tú crees que que tu novio se vaya sin decir nada y que aparezca diciendo que se va a morir no es duro? O ¿que alguien con quien últimamente estás empezando a sentir cosas bese a alguien más frente a todos, incluida tú, y que te haga sentir que es mutuo luego te grite por preocuparse por él? ¡Nadie se da cuenta y yo solo quiero gritar y dejar salir todo de una vez joder! - las lágrimas salían solas y después de eso solo me fui llorando y con ganas de tirarme a la carretera-.