Claro que lo amo, tú no lo entiendes porque eres un niño, pero akaza me ama y ayer me lo demostró, él no me dejara por nada del mundo, además mientras no se entere de sanemi no tiene que ser un problema, es una mentira piadosa, no tiene porqué ser un problema - respondió kyojuro con una sonrisa para su hermano menor

¿Y sanemi? ¿También lo quieres? - pregunto senjuro arrugando las cejas decepcionado

Sí, también me gusta mucho sanemi, al principio solo fue para que dejara de molestar, pero es demasiado bueno en la cama como para dejarlo ir solo porque a akaza le molestaría, ningúno de los dos tiene que enterarse, pueden compartirme perfectamente - respondió nuevamente kyojuro mientras se cruzaba de brazos

¿Y tu los compartirías a ellos? - pregunto senjuro recordando que esa noche kyojuro estaba llorando pensando que akaza lo había dejado por otro

Por supuesto que no, ellos son míos, no tienen porque estar con alguien más, solo deben de verme a mí y a nadie más, no tienen derecho alguno a estar con otra persona, yo no lo voy a permitir jamás, primero los asesinare, aunque con sanemi me da un poco igual, chance se distrae y me deja un rato - respondió kyojuro frunciendo el ceño molestó con la idea de ser engañado por alguno de ellos, mayormente por akaza - tú no lo entiendes porque eres un niño, cuando seas grande entenderás, ahora solo vete a hacer tus deberes - mencionó kyojuro suspirando frustrado por las preguntas de senjuro

El rubio menor vio el gesto de desagrado de su hermano y se pregunto cómo podía ser tan inhumano para decir cosas tan horrible - ellos no son objetos para que hables de esa forma, como sí fueran tuyos y tuvieras todos los derechos sobre ellos, no te aproveches de que te aman para tratarlos como juguetes de colección - respondió senjuro regresando el gesto de desagrado de su hermano - sí no vas a desayunar, me voy de aquí - mencionó dejando los trastes para salir de la cocina con intenciones de no volver por allí

¿Dije algo malo? - pregunto kyojuro viéndolo irse como sí estuviera molesto, aunque no sabía porque, no había dicho ninguna mentira, la idea de que le fueran infiel le hacía hervir la sangre, y además él estaba con sanemi solo por apariencias, le gustaba sí, pero si akaza se enteraba y le pedía que lo dejara lo haría sin pensarlo, además mientras ningúno se enterará no tenía porque dejarlos

Senjuro se cambió colocándose un short igual a su falta y salió de la casa sin rumbo, solo ese día no quería sentirse un sirviente confinado a aquella casa llena de locos, ellos podían arreglárselas solos, quería sentirse libre por una vez en su vida

Camino con una sonrisa por el pueblo y saludo a todos allí, conocían a su hermano así que tampoco eran totalmente extraños para él, suspiro un poco contento y triste a la vez, no sabía que había hecho, pero como dijo akaza, no servía de nada arrepentirse de su decisión, solo sentía un poco de lástima por los dos amantes de su hermano, ser tratados como objetos coleccionables no era nada bonito para nadie

Llegó hasta un parque abandonado y se subió a un viejo columpio lleno de hojas, era un poco solitario, pero la vista era sumamente hermosa, estaba en una pequeña montaña así que podía ver el cielo a la perfección mientras el aire refrescaba todo su cuerpo, por primera vez en mucho tiempo, senjuro se sentía en paz

Se columpio en ese lugar mientras veía el cielo por horas, no quería regresar a su casa para seguir órdenes nuevamente, al verlo allí los niños de cerca fueron llamados y comenzaron a jugar cerca de él con las hojas, senjuro se divirtió mucho viéndolos reunir las hojas en montones y se bajó para ayudarlos y jugar con ellos, desde que era un niño se le fue encargada el cuidado de sus mayores con la muerte de su madre, por eso él solo veía a los demás niños jugar desde la puerta mientras el barría el patio como parte de sus deberes, nunca disfruto su niñez como un niño pleno

Rengoku and Rengoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora