IV

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Capitulo Cuatro: Ugly Cheesy


Colby mentiría sí dice que el de Katy era uno de los peores planes que el Deer Squad había tenido, pero se le acercaba.

Apenas salieron del hospital, el ambiente era… Raro. Fletcher iba sentado en el asiento trasero tomado de la mano con su hermana —quien dijo no sentirse cómoda yendo en el asiento de copiloto, haciendo que los chicos pensaran que no faltaría mucho para que recuperara la memoria—, con el disgusto y el falso romance escritos en su rostro, mientras Katy, quién iba del lado izquierdo de Bambeli, les iba contando un chisme (que no recuerda de qué trataba) enviándole miradas furtivas que reflejaban lo divertida que se encontraba con toda la situación. Él iba de conduciendo, vigilándolos por el retrovisor, pero mientras lo hacía no podía evitar pensar en lo mal que terminaría saliendo esto.

Es verdad que antes a Colby no le molestó seguirle la corriente a la rubia cuando le inventó a su hermana que ella y su casi némesis tenían una relación, pero ahora que tuvo tiempo para pensarlo, lo cierto era que la idea no le terminaba de gustar. Sabía que algo saldría muy mal de todo esto, y no sólo se refería a su hermana asesinando a Katy cuando regresara su memoria. Su único consuelo ahora era el esperar que ésta no tardara en volver.

—Entonces… ¿Cuánto tiempo dicen que estuve en coma?

Bambeli dijo, tanteando el ambiente de la conversación. A ella también se le había advertido el no apresurarse por recobrar la memoria, y al igual que los demás, sólo esperar que ésta volviera con el tiempo.

Los chicos se miraron entre sí, y Colby contestó.

—Casi tres semanas.

La sorpresa en la pelirroja fue evidente. ¿3 semanas? ¿Ella de verdad había estado en ese estado casi vegetativo por tanto tiempo? ¿Cómo era aquello posible? En aquel limbo el tiempo parecía haber pasado con aún más lentitud. Es decir, sí, 3 semanas sonaban como mucho, pero para ella… Para ella habían parecido años. Largos y solitarios años de pura oscuridad e imágenes borrosas.

—Bel, ¿Estás bien?

La aludida se giró hacia la ojizarca.

—¿Eh?... Oh, sí, estoy bien, es sólo… Wow, tres semanas…

—Descuida, no te perdiste de mucho —consoló.

—Sí, lo único más interesante que han pasado estas dos semanas fue el campamento Amber’s Rudge Camp, pero ni siquiera fuimos.

Comentó por puro aburrimiento Fletcher, pero no le diría que la razón por la que faltaron fue exactamente por el accidente.

La pelirroja asintió, pero igualmente tuvo que preguntar.

—Y, ¿Qué es ese campamento, exactamente?

—Nada interesante —respondió Katy—. Se trata sólo de pasar un cinco semanas en el más frío bosque de Minnesota, peleando con búhos y comiendo frijoles de lata.

La pelirroja rio.

—Suena interesante, ¿Por qué no fui…?

—Chicos, ¿Tienen hambre? Porque yo sí que tengo bastante, y creo recordar que había un Ugly Cheese justo por aquí.

—¿Ugly Cheese? ¿Qué es eso?

—Sólo el peor local de hamburguesas donde podrías ir a comer. Vamos, te encantará —Katy rio.

La pelirroja sonrió curiosa ante su respuesta y sin dudar ni un poco aceptó la propuesta de los chicos de ir a aquel lugar de comida rápida.

Bel se dio cuenta de que la descripción de Katy no era meramente un juego. Ugly Cheese sí era el peor lugar de hamburguesas que se le podía ocurrir que existía. Por afuera se veía bastante normal, hasta que veías que en el logo de letras brillantes —de la cuáles algunas fallaban— había como mascota a una rata que lucía como si ya hubiera tenido 2 matrimonios fallidos, viviera en el sótano de su madre y usara el dinero que gana siendo mascota del local para pagarse sus drogas. Y al entrar, el ambiente no mejoraba.

Las paredes del lugar estaban pintadas de color gris y negro, dividido con lo que parecía ser cinta policíaca. En el piso habían stickers tamaño real de ratas —no todas vivas— y huellas de lodo, los contenedores de basura parecían barriles de desechos tóxicos y todos los empleados usaban camisas tipo polo amarillas con el logo del lugar y parches de los símbolos tóxicos en los costados de las mangas. El lugar estaba hecho para parecer un callejón de algún barrio peligroso, de esos sitios de mala muerte que aparecen en las películas.

Y aquello era asombroso y original.

Aunque le preocupaba que la comida también tuviera un aspecto deplorable…

—Y, ¿Qué te parece Ugly Cheese? Todo un paraíso, ¿No?

Bel rio apenas. Estaban sentados Colby y ella frente a Fletcher y Katy. Las mesas estaban hechas de algún metal con textura, como el que se usa para los puentes, y también tenían patrones a amarillo y negro, siguiendo el tema de la toxicidad.

—Se ve nefasto y de higiene sospechosa… Creo que me encanta.

Rieron.

—Te dije que te gustaría.

Un camarero se acercó a donde se encontraban.

—Lamentamos que hayan tenido que venir a comer aquí. Díganme, ¿Qué les ofrezco?

Bel encontró divertida la manera en la que aquel chico los había recibido. Miró el menú sin entender mucho y dijo:

—Chicos, ¿Pueden pedirme lo que siempre pido?

A los demás esa les pareció una excelente idea y Katy ordenó:

—Nos da dos Rata Muerta, un Alcantarillado y una de Queso Mohoso. Con extra papas, por favor. Y para beber… Que sean cuatro Desechos Tóxicos.

El joven escribió sus órdenes y prometiendo que en seguida las traerían, se alejó de la mesa. Bambeli hizo mala cara luego de que él se alejara, y Colby pudo deducir que se debía a los glamorosos nombres que tenía cada platillo en ese lugar.

—Descuida, saben mejor de lo que suenan —Colby la calmó.

—Sí, además amas el Alcantarillado —agregó Fletcher, y Katy se dijo que después le preguntaría cómo sabía aquello.

Las órdenes llegaron a la mesa y Bambeli confirmó que en efecto, lo único poco atractivo en la comida de ahí era el nombre. El Alcantarillado no era otra cosa que un sándwich de pollo con queso y aros de cebolla. Toda una delicia a decir verdad. Y ‘Desecho Tóxico’ era una malteada color verde claro, y sabor a vainilla. Aunque los chicos decían que no tenían ni idea de qué contenía dicho batido…

De todas formas, Bambeli disfrutó de la comida, y la divertida charla con los chicos. Bueno, la divertida charla que los chicos tenían, porque ella aún no se sentía encajar del todo como para decir nada, y agradecía que ninguno de ahí lo haya notado, y si lo notaron, que no lo hayan mencionado.

La hora de irse llegó y Colby fue a dejar a Katy a su casa, y luego se dirigió a la casa donde Fletcher.

Al quedar solo ellos 3 en el auto, el ambiente se volvió raro otra vez. Colby iba fijo en el camino, pues siempre se le complicaba recordar por donde vivía el muchacho, y la nueva parejita se encontraba sin saber qué decir o qué hacer. El tomarse de las manos había sido completamente idea de Katy, y si bien a Bel aquello no le molestaba, una parte en ella le decía que el chico a su lado no opinaba lo mismo. La pelirroja había visto al castaño bastante callado en los viajes en carro, y le rehuía la mirada cada que se cruzaban.  El de verdad se estaba negando a verla a lo ojos, casi actuaba como si no existiera, y estaba segura de que el chico actuaría completamente así si no fuera porque iban tomados de la mano. Muy incómodamente, por cierto.

Un pensamiento se instaló en su mente, y rápidamente la aterró. ¿Estaba él incómodo con ella porque no lo recordaba? Bel aún tenía presente las reacciones que habían tenido los tres chicos cuando ésta les confesó no recordar nada, ¿Qué si la desilusión había sido tanta para su novio como para sentirse raro a su lado? No lo culpaba, el doctor les había dicho que no forzaran sus recuerdos, y tal vez él sentía que la estaría presionando bastante al actuar como acostumbra con ella, por lo que se limitaba, y se incomodaba cuando Katy los hacía tener contacto.

Tal vez Fletcher quería ir con cuidado con ella para no abrumarla, pero Katy quería seguir actuando como si nada pasara. No sabía cuál de los dos tratos la hacía sentir mejor.

—F-Fletcher —la voz de la menor llamó la atención de los dos varones en el carro, pero Colby fingió no hacerles más caso. No exhibiría que le daba curiosidad lo que su hermana le fuera a decir a su nuevo novio—, creo que te sentí un poco incómodo el día de hoy. Y aunque claro, puede que solo sean ideas mías, yo quería preguntarte… ¿Estás decepcionado de mí porque no puedo recordarte?

Fletcher sintió como se le cerraba la garganta tras escuchar esa pregunta. Lo sabía, él sabía que la idea del noviazgo era pésima, porque se terminaría delatando, y así había pasado. Él, por mucho que trató, no pudo mostrarse cómodo con Bel y el asunto de ser su pareja. Y ella lo había notado, y ahora estaba en problemas.

Él quería confesarse ahí mismo y salirse de una vez por todas de ese problema que solo se haría más grande después, pero había algo en esa carita de Bel que le impedía soltar la sopa.

Ella tenía una mirada dolida, como un cachorro al que lo acaban de echar de casa. No, como un venado que quedó atrapado en una trampa. Él sabía que si le decía la verdad, eso le rompería el corazón. Le parecía irreal la manera en la que Bel había aceptado ciegamente el hecho de estar enamorada de una persona a la que de alguna manera acababa de conocer, pero la chica realmente reflejaba un cariño hacia él, que si bien no entendía, no se sentía correcto de rechazar. Él conocía la línea que había entre burlarse de ella hasta hacerla querer asesinarlo, y lastimarla tan terriblemente hasta hacerla llorar. Y no iba a cruzarla.

—Para nada —dijo de manera honesta. De hecho, a él le sería casi indiferente, si no fuera porque se sentía culpable—. Sólo… No quería incomodarte… No recuerdas nada, y de repente tener a un n-novio que se la pasé encima de ti, creo que te podría agobiar —se inventó, sintiendo sus mejillas enrojecerse por la vergüenza de tener que pasar por eso. Oh, bien, al menos le daría un toque creíble.

—Oh… Menos mal. Pero, ahmm, no me molesta “tenerte encima”. Digo… Eres un chico muy lindo, parece que tengo un gran gusto si te escogí a ti.

Aquello hizo a Fletcher sonrojarse de verdad y reír de manera nerviosa.

Vio por unos instantes el espejo retrovisor y se topó con la mirada de Colby.

«Devuélvele el cumplido»

No sabía si era sugerencia o amenaza, pero igualmente obedeció.

—¿P-pero qué dices? —trago saliva— Si tú también eres mu-muy bonita…

Colby se mordió la lengua para no reírse. La verdad, no sabía si le daban ternura o pena ajena. Por ahora, optaría por la primera.

—Fletcher, llegamos.

El pelirrojo casi jura haber escuchado como el alma del joven volvía a su cuerpo, seguido de un disimulado suspiro de alivio.

—Gracias, Colby.

—No hay problema, cuñado.

Entonces, el chico recayó en algo. Debía despedirse de su novia.

«Y aquí vamos otra vez…»

Se acercó a ella fingiendo lo más posible estar en calma, y ante esto, Colby pensó que tendría que salvarle el trasero.

—¡Ey! —ambos se alejaron de golpe— Nada de besos en mi presencia.

Fletcher trató de trasmitirle con la mirada todo el agradecimiento que sentía por el chico. Colby seguía aguantándose la risa.

—Ya, ya. Lo siento… ¿Pero puedo al menos darle uno en la mejilla?

Oh, bueno, se hizo lo que se pudo.

Bel se acercó a la mejilla del chico y depositó un suave beso sobre esta. Fletcher no iba a admitirlo, pero aquel beso le pareció muy tierno. Él se acercó, y aún bajo la mirada de su nuevo cuñado, beso la mejilla de la chica imitando su acción.

Se despidió de ambos y bajó del carro. Si su tío estaba en casa, tendría muchos consejos que pedirle…

«Por favor, Bel, recuerda de nuevo»

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⏰ Last updated: Dec 30, 2021 ⏰

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