Fletcher y Bambeli eran como el agua y el aceite, no se mezclaban y quienquiera que los conociera podría decírtelo. Pero gracias a su amiga Katy y a una enfermera algo entrometida, Fletcher se verá obligado a dejar de lado sus sentimientos de odio por la chica y resignarse a actuar como un buen novio luego de que Bambeli perdiera la memoria en un accidente. Bien dicen que la culpa es la razón por la que apretamos el gatillo. ¿O acaso habrá algo más?