Capítulo 1

11 1 0
                                    

Me llamo Alaska.

Sí, sé que no es un nombre convencional pero siempre me sentí muy a gusto con él. Me agrada el hecho de que al escucharlo, la mente deambule por un paisaje frío.

Mi ser no podría sentirse más identificado, y tal vez sea por mi forma de mostrarme ante el mundo. Pero ojo, no crean que me refiero al típico cliché de aquellos libros que retratan a la protagonista con un corazón de hielo, pero que por dentro es extremadamente sensible, sino por la comodidad que significa la frialdad. Así, las cosas duelen menos y las decepciones son casi nulas.

Actualmente me encuentro cursando mi tercer año en la facultad y vivo con mi hermano desde ese entonces. Siempre fuimos muy unidos, sobre todo luego de haber vivido un hecho que nos cambió la vida cuando éramos pequeños.

La casa es grande, por lo que nos permite darnos el lujo de que cada uno tenga su propio espacio. Sin embargo, solemos buscar la compañía del otro para charlar o simplemente continuar con lo que estamos haciendo en presencia del otro. De hecho, tenemos una cita cada miércoles en la que Bruno llega de trabajar con una docena de muffins debajo del brazo que devoramos mientras charlamos sobre la vida.

Soy Alaska Monserrat. Amo dibujar. Odio llorar. Pienso mucho. No logro despertar sin una taza de café. Los libros son mi compañía más fiel. Soy vegetariana. El arte me hace sentir viva. Detesto el amor. O bueno... al menos eso creía, porque cuando estaba convencida de que mi vida estaba completa, unos ojos color avellana me miraron diferente, y a partir de ese momento, todos las eventualidades de mi destino, cambiaron.

Se parecía al océano Where stories live. Discover now