La hermana de Harrison Osterfield (Tom Holland y tú)

75.

Tom's PoV

-Justo estás luces son las que necesito- le señale a mi amigo unas luces en especial, tomando la caja y poniendolas en el carro de super que traía Harrison.

-¿Para qué tantas luces Tom? ¿Pondrás tu propio alumbrado público? Por dios- bufó cansado mientras empujaba el carro por los pasillos siguiendome, le mire mal dejando un adorno de navidad que estaba en un estante.

- Hazza, quiero que esta cabaña putrefacta luzca como una hermosa cabañita de amor, ya sabes que ese lugar ha estado abandonado por años ya que a mis padres no les interesa, pero necesito de esto para que sea especial- explique por milésima vez al rubio quien solo asintió ya un poco más convencido.

Decidí traerlo a él, ya que si venían mis hermanos a ayudarme no pararían de molestarme y créanme, no ayudarían en nada, en cambio Harrison, con reniegos y demás, pero sabe que esta sorpresa para su hermana debe ser algo bonito, quizá no extravagante, pero bonito. Terminamos de hacer nuestras compras en aquella tienda para arreglos de casas, y salimos con cosas hasta llegar al auto de mi cuñis y subir las millones de cosas a la cajuela, tomó el asiento de piloto, y por mi parte voy de copiloto, encendió el auto y emprendió el camino a dónde llevaría a cabo mi azaña.

Aunque el recorrido fue un tanto silencioso, solo un tramo, se escuchaba la música del radio hasta que decide apagarlo y sin despegar la mirada de enfrente comienza a hablar- Thomas- vaya, es un tema serio- Se que he actuado como hermano celoso y tóxico, lo sé, pero es mi hermana, la única, la pequeña, y me da miedo el daño que puedan causarle las personas...- tomó un poco de aire y siguió- ese tal Michael, nunca me cayó bien, te soy sincero, pero sabía que ella iba a aferrarse así que no protestaba por su relación, ella se dio cuenta sola, con un poco de ayuda, pero lo hizo- sonrió de lado negando- Contigo fue diferente, ella, se notaba más tranquila, tenía algo diferente, pero le hizo bien, algo bueno, gracias a ti- me miro agradecido, lo cual me tomaba un poco por sorpresa, pero lo deje hablar- Solo te pido que cuides de ella, de mi hermana, de mi única princesa, estoy confiando en ti, porque se que vas a adorarla como si de una reina fuese, siempre te he querido como cuñado, pero no quise mostrarlo, se que son el uno para el otro, se que cuidarás de ella el resto de tu vida- con una mano dio un apretón sobre mi hombro con una sonrisa, él soportaba las ganas de llorar, lo conocía demasiado bien y sabía cuándo lo hacía.

- No voy a decepcionarte Hazza, sabes que tú hermana es todo para mi, y nunca le haría daño, voy a cuidarla en honor a ti, a tu madre, a tu padre- está vez hable y, y él sonrió con tristeza en su rostro, y miro su mano la dirigió nuevamente al volante.

- Por cierto, ya les doy permiso de tener hijos, creo que estoy preparado- fruncí el ceño formando una mueca.

-¿Qué tienes que ver tu en si _______ y yo tenemos hijos?- cuestioné.

- Que cuando quieran tener sus ratos a solas,¿A quién le dejarán a los niños?- me miro de reojo y me encogi de brazos- ¡A mí! Al fabuloso tío Hazza, ya verás, cuando tengan un bebé, van a solicitarme para todo, van a oírme, así como lo hacen con Eros- si, nuestra mascota bebé- Lo harán en un futuro con una pequeña creación suya, eso sí, si se parece a ti, voy a tirar al niño a un puente...- no pudo finalizar ya que proteste de inmediato.

-¡Oye! Nadie te daría derecho a tirar a mi hijo o hija, estas demente, si se parece a mí, será el ser más precioso del mundo, y claro que con los genes de tu hermana será un dios o diosa del Olimpo- me cruce de brazos, quitando lo sentimental del ambiente.

-¡No se va a parecer a ti, punto!- gritó sin quitar la vista de la carretera.

-¿Ah si? Vas a ver que el bebé será un mini yo, será tu karma por tratarme mal, tú sobrino igual a mi, ¡Ha,ha!- me burle fuertemente, mientras él siguió protestando el resto del camino hasta llegar al lugar, y terminando de discutir para poner manos a la obra.

Todo quedaba a la perfección un día limpiamos la cabaña, otro día le dimos una pintada, acomodamos nuevos muebles, todo en una semana antes de llegar al momento indicado, cuando fue el último día de arreglos estaba nervioso, pero Harrison me dio ánimos, se notaba nostálgico, sentimental a la vez agradecido, le envío la ubicación a ________ y ella entre protestas cedió a la supuesta petición.

-Solo... Cuídala, valorala, y sobre todo respetala, pero nunca la dejes sola... Gracias amigo, te quiero- finalizó con una pequeña sonrisa parecía que iba a llorar, pero me asintió y me dio un leve apretón en el hombro, subió a su coche y sin más se retiró, por lo que yo entré a la cabaña a esperar a que pasarán al menos dos horas en lo que llegaría mi novia, y espero futura esposa, me recosté sobre el sillón con una sonrisa a esperar al momento de su llegada.

(...)

Estaba nervioso, sentía que iba a hacerme pipí, no es broma, le dije que mirara las estrellas y en eso siento como mis piernas tambaleaban como si fuesen de gelatina, me hinque y ella miro a dónde estaba, para luego mirarme desde aquella posición, sostenía el anillo con fuerza mientras recitaba palabras que me salían desde lo más profundo de mi corazón y claro que de lo más sincero, el que ella dejará un rato la pregunta en el aire me dejó un tanto nervioso al punto de querer desmayarme ahí mismo, pero finalmente dijo el maravilloso “Si” ¿pueden creerlo? ¡Ella me dijo que si! Le puse el anillo, luego nos besamos para así caminar dentro de la cabaña y tirarnos sobre la cama de cobijas improvisada pero demasiado cómoda sobre el suelo frente a la fogata.

Intercambiamos unas palabras,y las cosas fueron subiendo de tono, empecé a desnudarla y su cuerpo se veía radiante al calor de aquella fogata, de igual manera mi ropa despareció en cuestión de segundos, quesando contemplandonos uno al otro, las caricias en nuestro cuerpos, hacerle el amor aquella noche tan especial para ambos, sentía como mi corazón simplemente estaba lleno de amor, placer, felicidad, tantas cosas que simplemente no podía explicar.