—Sí, pero también debes pensar. ¿Lo vale sentirte así? —Se separa de mi para mirarme, usando los puños de su sweater rosa para limpiar mis mejillas. Y es que lo sé, ya lo habíamos hablado. Por más que mis sentimientos de amor sean así de fuertes, cada vez que algo por este estilo sucede, siento mi pecho comprimirse y ser estrujado como trapo para lavar.

—¿Qué crees que debo hacer? —A este punto mi nariz debe de estar completamente roja y mis labios resecos por haber estado respirando tan rápido. Un desastre total. Aunque eso es lo menos importante, ya que la persona que está frente a mi me ha bañado para sacarme la borrachera y así poder ir a estudiar horas después. No hay vergüenza a esta altura.

—Yo creo que sabes la respuesta. —Susurra con cuidado, acomodando algunos mechones de cabello detrás de mis orejas.

Por supuesto que lo sabía, se me había pasado por la cabeza más de una vez la opción de terminar. Pero siempre de alguna manera se "arreglaban" las cosas y desechaba la idea en su totalidad, por más corto que fuera el periodo de buena armonía entre nosotros.

Aún así, el pensarlo dolía y bastante. Wooyoung llegó justo cuando estaba en el final de una época difícil al perder una amistad importante, por lo que su cariño y atención me ayudaron a superar el sentimiento de angustia que había creado. Siempre fue cálido y juguetón, haciéndome reír al tener el mismo humor tonto y poco elaborado. Por lo que la relación entre nosotros y mi gusto hacia él se desarrolló de manera natural, deseando ser también una de sus razones de alegría.

—Supongo que no queda otra opción. —Murmuro finalmente viendo mis manos y la pulsera a juego con mi novio que descansaba en mi muñeca derecha.

Escucho un pequeño suspiro por parte de la chica a mi lado, alzando mi mirada hacia ella con lentitud.

Yang Mi se levanta de la cama en silencio, acercándome mi taza de Harry Potter para que bebiera un poco de agua. Se queda parada unos segundos pensativa, asintiendo un par veces a modo de respuesta.

—Es lo mejor, Cassie. —Habla cortando el momento de silencio. Camina hacia la salida de mi habitación, girándose un poco antes de irse por completo. —¿Sabes que tendré preparado estos botes de helado de dos litros? También podemos descargar películas. Noche de niñas lloronas que se tienen la una a la otra.

Suelto una risa ante la idea, sabiendo que el panorama iba a terminar en nosotras dos abrazadas y llorando con Orgullo y Prejuicio.


˗ˏˋ . ˚ ☁️ ˚. ´ˎ˗


Estiro con mis dedos los pliegues de mi falda una vez más, frunciendo el ceño cuando el viento lleva mi cabello hacia mi rostro, quitando estos con algo de molestia. Odio el viento y su intento de despeinar aún más mi poco esfuerzo con mis peinados.

Miro la hora en mi pequeño reloj de muñeca, siendo un cuarto para las seis de la tarde. Le dije a Wooyoung si podíamos juntarnos a las seis menos diez cerca del campus de mi universidad, pero con lo ansiosa que me tenía todo, estoy parada en un parque desde las cinco veinte, viendo pasar algunos universitarios y niños jugar los últimos minutos antes de irse a casa.

Suena mi celular avisando que llegó un mensaje, haciéndome sonreír al ver al emisor.

Media naranja

¡Hola princesa!, espero que te hayas abrigado.

Pase lo que pase, ten fuerza. Eres increíble en todo el sentido de la palabra.

Nos vemos después; (Lee Jeno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora