Sweet Little Creatures [L.S] (Trilogía SLC I) [M.Preg]

¿Por qué le mentiste?

Thommy no paraba de correr de un lugar a otro por toda la casa de Harry, mientras galletita lo perseguía con ladridos y su lengüita de fuera. Ambos parecían divertirse.

Harry terminaba de preparar la comida para esa tarde, la cual comerían los tres. Louis tuvo que ir a arreglar un asunto de su trabajo a pesar de estar de vacaciones, por lo que ambos lo esperaban. Ya al siguiente día seguirían pasando los días en el apartamento. Harry pasaría Año Nuevo con ellos, y Janet regresaría de nuevo para estar igual juntos, según Louis le dijo al rizado.

Después de unas horas, con Harry practicando en el piano, Thommas llegó con sus ojitos llorosos a donde el mayor. Galletita lo seguía con una carita desentendida, parecía que se preocupaba por ver triste a su pequeño amigo.

Harry dejó lo que hacía, cambiando su posición para poder estar frente al menor. Todavía sentado en la silla frente al piano estiró sus brazos para cargarlo y sentarlo sobre sus piernas.

—¿Qué tienes, cielo? ¿Por qué está triste mi bebé?

Pasó su mano por la mejilla del menor, intentando alegrarlo y sacarle una sonrisa.

—Papi...— soltó una lagrimita.

—Dime, bebé.— limpió la lágrima de su mejilla.

—¿T-te vas a ir?— soltó más lagrimitas. —No quiero que te v-vayas, papi.— escondió su cabecita en su pecho.

Harry pasó una mano por el cabellito castaño de Thommas.

—¿Por qué me iría, cielo? ¿A dónde?— sonrió.

—No lo sé.— sorbió su naricita.

—No, cielo. Jamás me iría, voy a estar contigo.

—¿Y con papi?— levantó su mirada. Harry vio sus ojitos inundados de lágrimas y estaban rojizos.

—También estaré con papá, con ambos.— besó su cabellito y lo abrazó lo más fuerte que pudo.

Thommas soltó más lágrimas entre sollozos, Harry lo mecía de un lado a otro.

La puerta dio la señal que alguien había entrado a la casa. Por el buen oído de Harry supo que se trataba de Louis, al escuchar cómo dejaba las llaves sobre la mesa y ponía su portafolios en el piso.

Escuchó los pasos acercándose a la estancia.

Desde que entró a la casa después de haber llegado del trabajo, escuchó unos sollozos en la casa, unos sollozos que conocía de memoria y odiaba escuchar. La casa estaba en silencio, y eso no era normal.

Al entrar vio a Harry teniendo en brazos al menor, frente a su piano y su cachorrito atento a ellos. Thommas tenía su cabecita en su pecho, Harry no dejaba de darle besitos en su frente y peinar su cabellito mientras lo mecía y murmuraba una canción para tranquilizarlo.

Louis se puso de cuclillas frente a ellos preguntándole al mayor a su oído,  buscando respuesta a lo que pasaba con su hijo. Harry sólo le explicó lo poco que hablaron y la forma en que llegó haciéndole esas preguntas.

—¿Qué tiene el solecito más lindo de todos?— intentó hacer un tono dulce.

Thommy separó su cabecita para poder ver a su papá.

—No quiero que papi se vaya.— chilló y aferró sus manitas a la playera de Harry, haciéndolas puñito.

—Papá no se va a ir, cariño.— besó su mejilla. —¿Por qué piensas eso?

—Mami...

Fue lo que bastó que dijera para que Louis uniera las piezas del rompecabezas y entendiera todo. Thommy tuvo ese recuerdo que hace mucho tiempo no tenía. Sofía.