Sweet Little Creatures [L.S] (Trilogía SLC I) [M.Preg]

Navidad

Harry tenía ya listo el desayuno de Louis. Estaba sobre el comedor junto con una nota y una caja de regalo. Su regalo de cumpleaños.

Tenía pensando ir por el pequeño en lo que el castaño despertaba. No quería dejarlo en su día de cumpleaños, pero entendía que también se trataba de la noche buena y Harry no podía ir esa vez, no tanto por la noche buena, sino que por la tarde del siguiente día, él solía tener una linda tarde con Niall y su madre, conviviendo y dándose sus regalos, y si acompañaba a Louis hasta la casa de su madre, lo más seguro era que no llegaría a tiempo.

Subió a la habitación del menor, ahí estaba metido en sus cobijitas hecho un ovillo. Tenía su pulgar en su boquita. Se hincó frente a su cama, estiró su brazo y lo removió lentamente.

—Cielo.— dijo en un tono de voz ni tan bajo, ni tan alto.

El mejor gruñó, era temprano y eran vacaciones. No era la hora de despertar todavía.

—Mi cielo, ya es hora de despertar. Hoy es cumpleaños de papá.

Thommy se levantó de golpe de la cama, hizo a un lado sus cobijas, dio un brinquito, se sentó en el piso y con cuidado puso sus pantuflas en sus piecitos. Siempre recordaba hacerlo porque su padre se lo hizo aprender de memoria.

«Siempre que te levantes de la cama debes usar estos, solecito.»

Harry se quedó viéndolo. Parecía que tenía algo que hacer porque daba vueltas por la habitación en la que estaba. El rizado pensó que estaría buscando su mochilita.

—Abajo de la cama, bebé.— lo ayudó.

—Gracias, papi.

Se acercó a la cama y pegó su pecho al suelo. Se arrastró por todo el piso debajo de donde dormía en busca de su mochila. Salió de la misma forma que entró, arrastrándose. Dio un brinco para reincorporarse. Le dio la mochila a Harry, el mayor la sostenía en lo que el menor buscaba con sus manitas algo.

Del interior sacó una foto de él más pequeño en brazos de Louis. La foto estaba pegada a varios palitos de paleta de colores como si fuera un marco para la fotografía. Tenía botones de colores a los lados y calcomanías de globos y caritas felices. Tenía pegada una hoja blanca que estaba doblada.

A Harry se le estrujó el corazón. Thommy si sabía y recordaba el cumpleaños de su papá aún a su corta edad, y le había hecho un regalo con sus pequeñas manitas.

—¿Cuándo hiciste eso, cielo?— señaló la foto.

—Tío Nall me ayudó cuando me dejaron con él.— sonrió. —Es bonito, ¿no, papi?

Harry se acercó al menor y le dio un besito en frente.

—Es muy bonito, bebé. A papá le fascinará y se pondrá muy feliz.

Thommy aplaudió contento y emocionado por ver la reacción de su padre con su regalo.

Harry bajó de la mano de Thommy, puso todo el desayuno en la mesita de madera, incluida la caja de regalo. Soltó la mano de Thommas y le pidió ir al frente, de nuevo subieron las escaleras. Ya iban en el pasillo.

—Vas a tener que abrir la puerta con cuidado de no despertar a papá, cielo.— dijo en voz baja.

Thommas asintió. Puso su manita sobre la perilla y la giró. Abrió con cuidado la puerta, asomó su cabecita, después la abrió más, él entró primero y después Harry.