29.

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No soy consiente de nada, el tiempo pasa y simplemente estoy ahí flotando en medio de las lagrimas y la angustia rodeada de nuevo de un bosque que busca consumirme mientras la sensación de que he perdido perdida en un juego que no es mío me avasalla de la manera mas cruel posible.

No se en que momento me volví ficha en una partida que desconozco, como me convertí en la victima del cuento con monstruos gigantescos y hambre desmesurada. Yo simplemente no se que hacer con el revueltijo de emociones inevitables que me toma por dentro, no entiendo como el asco y el rencor pueden surgir a una persona a la cual ni le vi el rostro.

 Mi vista esta fija en el charco de sangre esparcido por las hojas secas mientras en mis oídos vuelven a repetirse una y otra vez el tronar de las balas, por mis pupilas la mirada imperturbable de la señora Rosa la sonrisa irónica de Said, como estaban dispuestos a morir si pronunciar la mas mínima suplica, la manera en que dieron su vida para preservar la mía.

Debí hacer mas.

 El calor es el me devuelve los sentidos, ni siquiera el que este rodeada de algunos insectos que buscan infectar la herida en mi frente lo había logrado.

El sol del amanecer se asoma quemando mi frágil piel, mientras soy consiente que si sigo aqui moriré tal vez devorada por un animal o de alguna infección. Sin alargar mas las cosas y con el corazón en la mano me bajo teniendo cuidado de que no haya nadie cerca que quiera enterrarme a mi también una bala. 

Solo resiste.

Intento darme aliento mas no encuentro nada a lo que aferrarme, el dolor por la perdida de quien yo consideraba mi amigo late en mi corazón como un peso extra, su sufrimiento me remueve las entrañas, cada consejo, cada mirada cargada de ternura se repite en mi cabeza torturándome, amenazando con acabar con lo poco que queda de mi. 

Me detengo un momento viendo al cielo mientras el nudo en mi garganta se hace cada vez mas horrible, las lagrimas salen solas en tanto trato de callar mi sollozo con miedo de que aun me estén buscando sobrecargándome de recuerdos.

Lo siento, de verdad lo siento tanto por favor vuelve. 

Las lagrimas no cesan, miro el camino recordando a Said decir que si seguía por aquí encontraría una entrada alterna a la ciudad, pero simplemente me siento perdida, la maraña de mentiras en la que se han encargado de ponerme ya empezó a enredarse en mi cuello y temo que acabe con mi vida. 

La cordura se me está terminando.

Mientras el pánico me empieza a consumir trato de concentrarme y armar un plan en mi cabeza, pero sobre todo detener el llanto que me empieza a obstruir la respiración  no soy consiente de que es lo que exactamente hare hasta que me encuentro en una intersección en medio de la carretera donde mi camino se divide en dos, dos lugares distintos, dos vidas completamente diferentes.

Los Ángeles    o    Las Vegas

Después de unos segundos donde dejo que el dolor sea el protagonista de mi historia, La alegría el antagonista aguerrido y el resto del reparto se distribuya entre asombro, pánico y peligro tomo aire profundo. 

No puedo dejar que la situación me domine, no cuando mi vida y la de mi familia hacen parte del premio; Porque si están buscándome lo primero que se llevarían por delante es a ellos sin escatimar en torturas teniendo en cuenta lo que le hicieron a mi amigo mas si logro llegar a tiempo podría esconderlos, llevármelos lejos, sacarlo de la linea de fuego.

Y después si mi cabeza era lo que querían para dejarlos en paz yo misma me arrodillare en la guillotina.

Se los debo.

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⏰ Última actualización: Mar 10, 2022 ⏰

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