18. Un corazón roto

1.2K 152 86
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


MICHELLE ESCUCHÓ VOCES A LA DISTANCIA, el sonido de una ambulancia y personas llamando por su nombre. Sus ojos se abrieron de repente y se sintió mareada por la turbulencia, reconoció que en algún momento debió haberse desmayado, quizás del cansancio o de la estresante situación que estaban viviendo. Su visión se movió por el pequeño cubículo blanco, las sirenas sonaban fuerte y no tenía idea si el sonido le pertenecía al transporte en el que iba, o si se trataba de la ambulancia en la que debía estar Kiera. Sus recuerdos la azotaron como un recordatorio de lo horroroso que había sido ese día, había recibido una llamada de un hombre desconocido, diciendo que su ex novia estaba en peligro y fue a buscarla hasta la escuela secundaria de Forks, donde no solo resultó herida, sino que Kiera estuvo al borde de morir, quizás todavía lo estaba.

—¿Mitch? Oh, diablos. ¿Cómo estás?— sus ojos se desviaron hasta la otra presencia en la ambulancia, Mike se veía nervioso y juró que su cabello nunca había estado más despeinado que en ese momento. Se forzó a sonreír, incluso aunque sus propios ojos estuvieran llenos de lágrimas al pensar en lo que habían vivido, estaba contenta de tener a su hermano a su lado.

—¿Dónde está Kiera?— preguntó, sintiendo su garganta seca y un dolor en su rodilla derecha, eran pequeños síntomas de lo terrible que había sido su mañana y aún así, no pudo evitar pensar en la muchacha, en lo mal que la había visto estar. Trató de levantarse de la camilla, sin embargo, unas nuevas manos la mantuvieron en su lugar y su espalda volvió a tocar la superficie acolchonada. Una mujer de mediana edad y con una tes morena la miró con severidad, se trataba de una paramédica que debió haber aparecido para ayudarla. Michelle no se había dado cuenta de esa tercera presencia en el momento de abrir sus ojos y cuando lo hizo, prefirió quedarse recostada en esa cómoda posición por un rato más.

—No puedes moverte, necesitamos llevarte al hospital para que los doctores puedan ver cuáles son tus daños.

Michelle notó que tenía un saturómetro en su dedo índice y a pesar de que no fuera ninguna doctora, podía anticipar que su daño era bastante mínimo. Había recibido algunos golpes en su rostro y su labio dolía, tal vez debió haberse partido en algún momento de toda la horrible mañana. Sin embargo, no le preocupaba ella o lo que pudiera suceder con su cuerpo y sus huesos, estaba asustada de lo que Laurent había dicho, de su cruel promesa y de lo que haría con ella cuando volviera a encontrarla. Cerró sus ojos por un breve instante, imaginándose un montón de torturas, de terminar muerta y drenada por un vampiro. Por más que necesitara contarle a alguien de ello, tenía que esperar hasta volver con Carlisle Cullen y decirle que ellos no eran los únicos vampiros en Forks y que estaba asustada.

La mirada de su hermano estaba puesta en ella y aunque sintiera el peso de sus preguntas, no podía abrir la boca y contarle su verdad. Tampoco sabía lo que hacer una vez que las personas le pidieran una explicación, cuando su propia familia le preguntara qué ocurrió en la escuela. Por el momento, prefirió cerrar sus labios y esperar hasta que llegaran al hospital, una vez allí, podría hablar con Carlisle y juntos pensarían en una solución. Para su suerte, el vehículo se detuvo unos minutos más tarde y las puertas de la ambulancia se abrieron abruptamente. Como si hubiera sido contactado por las señales telepáticas de su mente, observó ese rostro que reconocía a la distancia y el doctor Cullen la observó por unos momentos, hasta que básicamente corrió hacia ella, subiéndose a la parte trasera de la ambulancia. Mich le sonrío coquetamente y una vez más, agradeció no estar sola en un momento tan difícil. Sin embargo, el rubio apartó su mirada de su sonrisa y la puso en mejilla, dónde supuso que debió haber visto un gran golpe.

Sour Candy ⋆ Carlisle CullenWhere stories live. Discover now