One Shots l FocusPlay

Encargo

—Vamos Juanito, por favor.

Rogó el híbrido pelinegro juntando sus manos en súplica, ni el mismo podía creer al nivel que se estaba rebajando.

—Ya dije que no Focus, estoy muy ocupado cuidando las dimensiones, de mi otra familia y demás cosas.

Se excusó el proclamado "hechicero supremo", quién verdaderamente poco tenía que hacer, pero no estaba dispuesto a cumplir con el favor que le pedía su alado amigo.

—Por favor, eres mi última esperanza y Auron me matará si se entera que busco alguien a último minuto.

—¿Y Biyin? —preguntó el castaño buscando otra persona que pudiera ayudar a la pareja.

—Enferma con fiebre. —respondió con rapidez.

—¿Luzu?

—Drogado. —dijo con una mueca extraña recordando a su amigo repetir una y otra vez la palabra "espora" cuando fue a pedirle ayuda.

—¿Ibai?

—Se ha ido de viaje por un partido.

—¿Dequiv?

—Luna de miel con Paracetamor.

—¿Ari?

—Cuidando a Biyin.

—¡¿Imantado?! —el hechicero se comenzaba a desesperar.

—Tiene quince años.

—¡¿Y qué me dices de Violeta, Pato o hasta el asqueroso de Génesis?!

—Recién empiezan en sus pueblos con la misión semanal. ¡Por favor Juan! Te pagaré con lo que sea, de la forma que sea, pero en serio, en serio necesito este favor. —imploró nuevamente el apodado Cuervo, ni él mismo quería encargar lo más preciado que tenía con el que probablemente era el más irresponsable de sus amigos, pero no le quedaba alguien más.

Muchos fueron los ruegos y tratos que tuvo que ofrecer el híbrido de ojos grises para que Juan pudiera aceptar, y no por interés, sino porque sintió cierta pena y compasión hacia su amigo en la desesperada situación. Medio stack de diamante, dieciséis esmeraldas y dos stacks de hierro fue el precio de toda una semana haciéndose cargo del hijo de Auron y Focus.

En el corto tiempo que el cultivador de patatas se fue por su hijo y sus pertenencias, Juan pensó más a profundidad lo que iba a pasar y tendría que hacer, en primer lugar colocar una cama más en su habitación para el adolescente y en segundo asegurar las puertas de retina en su zona de cofres.

Si lo repasaba con calma, sin exagerar el asunto, ¿qué tan difícil sería para él, un hechicero supremo, cuidar de un adolescente que ya se valía por si solo?

—¡Juanito! —escuchó los fuertes gritos del híbrido, así que tomando aire y despidiéndose de su calma fue a recibir al "niño" que tendría que cuidar.

Grande fue su sorpresa cuando no vio solo a Axozer, sino también a dos niños pequeños detrás del híbrido.

—Hola Axo. —saludó perplejo, ¿y esos mocosos?

—Bien Juan, toma esto —antes que el mal apodado "niño bicolor" respondiera a su saludo, el híbrido le entregó una mochila azul y otra rosa. —esto —luego también le dio un aparente corral desarmado. —es plegable, un botón y ya, corral armado, Axo te ayudará, aunque no sirve de mucho.

—Pero...

—Bien, también toma esta lista, es pequeña, no gran cosa. —siguió hablando el mayor, extendiendole un papel doblado que apenas pudo agarrar con la mano puesto que traía cargando las mochilas y el corral plegable. —Escucha con atención, Sofi es alérgica a los duraznos, balbucea dormida pero si tiene una pesadilla llora y en ese caso debes de mecerla hasta que se calme, no come carne de conejo por la mascota de Axo, le debes peinar en dos coletas todas las mañanas, antes de dormir le debes cantar alguna de Disney le gusta Un mundo ideal de Aladdin, cuidado con los libros porque los sujeta de las páginas y ponle peso en sus bolsillos, ya sabes, para que no vaya arriba, ¿me entendiste?