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Bien, tal vez Frank no debería dejar a Max a su lado mientras cocina, ya que es la tercera vez que se le cae el buen filete de carne. Ah, esto es tan difícil. No lo recordaba así. Pensó mientras volvía a poner un nuevo filete en el sartén, debía de estar muy bien cocido antes de que lo pudiera siquiera saborear. Según Claire la carne no bien cocida podría provocar enfermedades, entre ellas la salmonela.

No cafeína, al menos no por ahora. La cafeína era otro tema, no se podía exceder ya que podría provocar aborto espontáneo o un parto prematuro. Por el momento Frank la evitaría, al menos hasta que nazca el bebé.

Terminando de comer su desayuno, agarró su teléfono y vio que tenía al menos 3 llamadas perdidas de Karen y solo había una de Matt. Con ojos entrecerrados apretó el botón de llamada al contacto de Karen, vería que es lo que quiere la chica con la que Murdock salía antes. Espero unos segundos antes de que alguien conteste su llamada.

“¿Quién?” aquella voz hizo que Frank se quedará mudo, conocía muy bien esa voz y no están listo para enfrentarse a ella. “¿Hola?” es ahí cuando Frank cuelga el teléfono, tira dicho artefacto a su cama con fuerza y el ácido en su corazón hizo que la ira que había estado apagada se volviera a encender. No hacía falta decir que tener a Matt contestando el teléfono de su ex le hacía sentir incómodo, más si todavía era de mañana y no tenían que ir a trabajar.

“Bien, a la mierda esto. Concéntrate en lo que tendrás que hacer en estos últimos 8 meses” se dijo así mismo mientras planeaba como haría esto. Si bien podría desaparecer, salir de Hell's Kitchen he ir a cualquier otra ciudad o país, pero este vecindario era su llamado. Pero ahora estaba embarazada y no iba a poner en peligro el milagro de volver a tener un cachorro.

“Bien, está decidido. Max, nos estamos yendo hacía Queens” Max soltó un ladrido de entusiasmo, Frank lo acaricio suavemente y se dispuso a empacar sus cosas para comenzar con la mudanza. “Tengo que hacer algunos papeles, espero que David este despierto” se habló así mismo para agarrar su teléfono y llamar a David, no paso mucho para que la otra persona agarrara el teléfono.

“¿Frank?”

“Hey David, necesito un favor”

. . . .

“Haber si lo entiendo bien, ¿Necesitas qué haga papeles ilegales para Queens, donde tu te vas a quedar ya que follaste con Daredevil maldito diablo, y por azahares del destino también estás esperando a su cachorro?” No hacía falta decir que David estaba más que sorpredido ante lo que estaba escuchando.

“Si, ¿Puedes conseguir los papeles o no?”

“Si, si puedo” dijo con seguridad “¿Podemos volver al hecho de qué estás esperando un cachorro de Daredevil?” Frank soltó un suspiro cansado audible y David detuvo sus preguntas “Tendré los papeles dentro de unas 4 semanas” 

“Bien. Gracias David” con eso último Frank corto la llamada. Tenía todo listo para irse de Hell's Kitchen, solo necesitaba los papeles y todo listo.

Antes de que se fuera daría una vuelta al vecindario, ahora que era de día. De paso buscaría algo de comer, un rico caviar no le vendría mal. Espera, ¿Qué?. Frank se detuvo ante lo que había pensado antes, a el no le gustaba el caviar, ni siquiera le gustaba el pescado, entonces... ¿De dónde vino ese pensamiento?. Una respuesta; el feto. Estaba en esos meses de antojo y se le antojaba un maldito pescado. Gracias por eso Red.

Al final entro a un restaurante y consiguió su maldito caviar, estaba rico eso no lo iba a discutir, aún así no era de su agrado. Con un suspiro inaudible se dispuso a volver a su casa segura, no quería encontrarse con Matt y que este se diera cuenta de su estado. Frank no sabría (o tal vez si) como Matt se lo tomaría ni que iba a hacer cuando el se diera cuenta de su embarazo. Para su suerte, no se quedaría a verlo. Ni bien llego a su casa se dispuso a cocinar algo rico para comer, parecía que ese caviar no lo había llenado del todo.

• • • •

Cuatro semanas después su vientre firme y trabajado había cambiado por uno suave y casi ovalado, sus abdominales habían desaparecido un poco y solo quedaba aquella casi ovalada forma de su vientre. Era aquella parte de su cuerpo que ocultaba con ropa holgada, no quería que nadie viera lo que estaba cargando con el. No quería que le hicieran daño. Su lobo se había puesto algo sobreprotector con la criatura creciendo, cada vez que algunas personas de le acercan les gruñe. Un gruñido de advertencia.

Frank se sorpredio un poco por ello, pero a la vez podía entender aquella parte suya. No quería perder un hijo más y eso lo podía demostrar con su cuidado y anheló. El Omega no sabe cuánto tiempo estuvo acariciando su vientre pero su teléfono sonó y ha regañadientes desvió su atención de su vientre y contesto el teléfono sin siquiera ver de quién se trataba.

“David, ¿Tienes los papeles listos?”

“¿Frank?” Frank se quedó quieto como una estatua. Era Matt y por un momento lamento agarrar el teléfono sin ver de quién se trataba “Franco, ¿Estás ahí?” volviendo a la realidad el Omega se aclaró la garganta antes de hablar.

“Red... ¿A qué se debe el honor?” incómodo y nervioso trato de hablar como normalmente lo haría, pero estaba muy incómodo y eso se notaba a leguas en su voz. Que mal actor eres, Frank.

“.... No te hemos visto en 3 meses, ¿Está todo bien?” voz interrogante se hizo presente y el cuerpo de Frank se sacudió ante aquello. Puede que su Omega y el no quisieran a un alfa, pero su cuerpo era honesto y lo deseaba, al menos eso de podía hacer ver cuándo su cuerpo comenzó ah lactar.

“Esta todo bien, no hace falta que preguntes” casi resopla ante lo traicionado que se sentía por su cuerpo pero no lo hizo, al menos no en ese momento que Red estaba en el teléfono “Si eso es todo, entonces adiós” .

“¡Espera Fran-” colgó antes de que Matt pudiera decir algo, suspiro pesadamente por eso y se recosto nuevamente en su cama. Realmente el hablar con Red le hacía ver la cruda verdad de su cuerpo. Su cuerpo necesitaba y deseaba al alfa que lo había criado, lo deseaba tanto que comenzó a desbordarse por si solo. Realmente odiaba eso.

El teléfono volvió a sonar y está vez se fijó quien lo llamaba, era David. Rápidamente contesto “David, ¿Dime qué tiene los malditos papeles listos?” pregunto con algo urgencia, realmente se quería ir antes de que Red lo encontrará.

“Los tengo, ¿Quieres qué vaya a dejartelos? o ¿ Vienes aquí para luego irte a Queens?”

“Ire por ellos, solo espérame unos minutos”

“lo que tu digas, Frank” con eso colgó el teléfono y se dispuso a ponerse sus zapatos, agarró sus bolsas llenas de ropa he hizo que Max lo siguiera. El camino hacia la casa de David era largo, y lo era más cuando iba en un maldito autobús.

Cuando llego a su destino se bajó y se dirigió ha la puerta de la casa de David, tocó dicho puerta y David aprecio en corto. Tenía los papeles a la mano y le dio una ligera sonrisa a Frank. Max le ladró a David y comenzó refregarse en su pierna.

“Hola a ti también Max” saludo mientras acariciaba al adorable Max “Aqui están los papeles que pedias” dijo volviendose hacía el Omega y comenzó a entregarle cada papel, Frank los miro por unos segundos para luego sonreir “¿Estás seguro de ésto Frank? ¿De irte, de dejar lo qué es Hell's Kitchen?” Frank por un segundo se quedó callado y luego asintió con la cabeza.

“Si, necesito hacer esto” David asintió con compresión y miro a su amigo con una sonrisa.

“Puse nuestros nuevos números y correos electrónico en uno de los papeles, cualquier cosa estamos aquí para ayudarte” Frank asintió y abrazo a su amigo, un abrazo de despedida. Si que las hormonas lo estaban afectando. “Adios a ti también Max” Max solo le ladró, un ladrido de adiós.

“Gracias”

“Se feliz amigo mio” Y así Frank se despido y giro sus pies para subirse a un taxi. Lentamente dicho taxi se estaba alejando de Hell's Kitchen y no pudo evitar sentirse algo conmocionado. Por suerte para el Max estaba con el y ya no se sentía para nada conmocionado.

“Adios Hell's Kitchen. Adiós Red” Con esas palabras ya había dejado en claro que no volvería a ser como antes.

Positivo, ¡Mierda!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora