IV

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Estaban esperando a Eliza en la estación de autobuses. Alex, Kelly y Esme estaban mirando los horarios de las pantallas, comentando y calculando que en unos cinco minutos la mayor de los Danvers llegaría. Mientras, Kara y Lena, sentadas en el banco con la compra, se miraban de soslayo de vez en cuando en silencio.

Todavía se estaban preguntando qué demonios había pasado hace unos minutos en el centro comercial. Qué era lo que cada una iba a decir, por qué estaban tan seguras de romper esa barrera cuando se dirigieron a la otra. Y por qué ahora no se atrevían hacerlo. Ni siquiera a mirarse desde entonces.

Pero después de meditarlo unos segundos, lo dejaron pasar y rompieron el silencio mortal con cualquier tontería que se les vino a la cabeza, comentando que tendrían una gran cena cuando Esme se unió a ellas.

No querían que todo esto se volviera contra ellas por unas palabras que la pequeña les había dedicado. Todavía estaban inseguras en mostrar sus flaquezas y tenían miedo de arruinarlo todo por simples suposiciones. Así que rompieron el muro demostrando que no había pasado nada, que estaban como siempre. Si sabían con certeza de que sucedió algo, ya lo resolverían.

Después de recoger a Eliza con un montón de abrazos y besos, caminaron un poco más por las calles de National City para mostrarle los decorados navideños. A pesar de que era exactamente lo mismo que el año pasado, ahora lo disfrutaban con nueva compañía y se notaba. La sonrisa de oreja a oreja de Eliza aumentaba cada vez más cuando veía a Esme corretear entre la poca nieve que había con el grito de "abuela, ¿hacemos un muñeco de nieve?". Alex y Kelly la perseguían, gritando que tuviera cuidado para no chocar con nadie y disculpándose con otras personas cuando eso pasaba.

Y Lena perseguía a otra niña: Kara. Quería quitarle alguna compra que otra porque quería ayudar y no fuese tan cargada, aunque fueran solo cuatro bolsas. Pero ésta huía con la excusa de que era kryptoniana. Razón no le faltaba.

Lena llegó al apartamento pasadas las nueve después de cambiarse y prepararse para la ocasión. Nia, Brainy y J'onn ya estaban dentro como habían acordado junto Alex, Kelly y Esme. Entró después de saludar con grandes abrazos y, nada más cerrar la puerta, Eliza y Kara comenzaron a instalar el ambiente navideño como encender las luces o poner música de fondo; preparar la mesa y cocinar la cena de Nochebuena.

Hubo bromas entre Nia y Brainy, regañinas por parte de Alex y Kelly, miradas divertidas entre Kara y Lena y sonrisas amplias entre J'onn y Eliza cuando vieron a Esme participar en cada una de las interacciones.

—Hey, ¿me sirves otra a mí? —preguntó Kara nada más acercarse a Lena que estaba en el taburete, vertiendo vino en su copa.

—Por supuesto —asintió sin dudar, alzando su mano para coger el vaso que le entregaba la kryptoniana.

—Te ves preciosa, por cierto —confesó la rubia a los segundos sin poder evitarlo, pero hizo una mueca cuando observó que la pelinegra zarandeó la botella y cayó un poco de líquido en la mesa—. Perdón, ¿te he incomodado? No quería...

—No, no —negó Lena inmediatamente, esbozando una sonrisa tranquilizadora. No era la primera vez que escuchaba sus piropos, pero no se acostumbraba y siempre era una sorpresa cuando se lo decía de la nada—. Nunca me haces sentir incómoda y menos cuando me halagas. Solo que no me lo esperaba —se sinceró entregándole la copa—. Pero para ser justos tú te ves radiante.

—Oh, venga ya —agitó la mano en desacuerdo.

—Lo digo en serio. Y no acepto un no por respuesta —amenazó falsamente mientras le señalaba con el dedo.

—Está bien. Quizá hoy me vea bonita, pero tú te ves increíble todos los días, ¿sabes? —declaró la kryptoniana en un susurro sin pensarlo dos veces y cerró la boca al instante cuando se dio cuenta de lo que había soltado.

Mi mejor regalo eres tú, Santa Claus  | Supercorp AU NavideñoWhere stories live. Discover now