Prólogo, o el inicio del viaje

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Canción del capítulo: Let's Groove de Earth, Wind & Fire

El olor a quemado se extiende por toda la nave. Gamora puede olerlo desde la cabina de mandos.

—¡Peter, vigila la cocina! —exclama ella, sin dejar de afilar su espada.

La mujer, con la media melena completamente negra cayendo sobre su cara, levanta la vista tras no recibir respuesta alguna.

—¡Peter! —repite ella, esta vez más fuerte.

La respuesta sigue sin llegar. Gamora resopla y se pone en pie, dejando la espada apoyada contra el respaldo del asiento. Cruza a la zona común de la nave, que hace las veces de salón, comedor y cocina. Una sartén cuyo contenido está carbonizado provoca que un humo de olor desagradable se extienda por toda la nave. Gamora lo aparta del fuego con cuidado de no quemarse y apaga el fogón.

—¡Peter! —grita una vez más—. Te mataré por esto.

Una puerta se abre de pronto y por ella se asoma Carol Danvers, vestida con ropa cómoda y luciendo ahora un pelo corto.

—No va a escucharte —advierte la rubia—. Está canturreando en la ducha. Lo oigo desde mi dormitorio.

Gamora resopla y se acerca a la puerta del baño, dispuesta a regañar al hombre. Pero justo cuando va a golpear la puerta con furia, se detiene. Suspira y desiste, regresando hacia la cabina de mandos.

—¿A cuánto estamos de Hala? —pregunta la rubia.

—A unas pocas horas —afirma Gamora, apoyada en la puerta de la cabina.

Carol asiente, agradeciéndole por su respuesta.

—¿Cuál es tu plan exactamente? —se interesa Gamora, mientras vuelve a afilar su espada.

—Yo era un proyecto de alto secreto, así que casi nadie podrá reconocerme —explica—. Y menos con el nuevo look.

Gamora levanta la vista un instante de su espada para volver a fijarse en el atrevido corte moderno de la rubia.

—Mi intención es alistarme en el ejército kree y ascender —detalla—. Luego, les haré pedazos cuando menos se lo esperen.

Gamora asiente, orgullosa. Se escucha el sonido de unas puertas abriéndose, y la energía de una voz en falsete se extiende por toda la Milano II. Gamora camina malhumorada hasta Star Lord, pero se detiene en seco cuando lo ve vestido con un uniforme azul grisáceo.

—¿De dónde has sacado eso? —pregunta ella, aguantándose la risa.

—Eh, eh, guárdate las risitas —amenaza él—. Este es un antiguo uniforme de capitán de flota que encontré cuando nos paramos en aquel cinturón de asteroides.

—¿Capitán? —pregunta Capitana Marvel, situándose junto a Gamora—. Espero que estés a la altura de tal título.

—Oye, esta nave es mía y por el momento soy el capitán y el líder de los Guardianes de la Galaxia —se defiende él.

—Para poder liderar primero tendrás que tener un equipo —recuerda Gamora—. Venga, vayamos a Hala a dejar a Carol y empecemos la búsqueda, Capitán Star Lord —se burla.

Peter resopla y regresa a la cabina de mandos, dirigiendo la nave hacia Hala. Gamora y Carol se sientan en los asientos que hay alrededor del suyo. Después de un rato de silencio, anécdotas varias y reflexiones, los tres se callan súbitamente cuando divisan Hala, el planeta natal del Imperio Kree, frente a ellos.

—No entréis en la atmósfera —demanda Carol, desabrochándose el cinturón de seguridad—. Os harán perder mucho tiempo de vuestra misión.

Ellos se vuelven hacia ella, que permanece de pie.

—Mucha suerte —le desea Peter—. Si algo sale mal y necesitas que pasemos a recogerte, me llamas.

—No creo que lo necesite —apunta Gamora, sonriendo a la rubia—. Ve y véngate por lo que te hicieron.

Carol sonríe a ambos.

—Encontrad a vuestros amigos —anima ella—. Igual cuando todo esto acabe me pienso lo de unirme a vosotros.

Peter enarca una ceja.

—¿Cuándo te hemos invitado?

Ella le guiña un ojo y se dirige hacia la compuerta de desembarco. Star Lord activa el botón de descompresión y la compuerta se abre al espacio exterior, desde donde Carol salta rápidamente y se impulsa con su energía cósmica rumbo hacia Hala. Peter vuelve a cerrar la compuerta y ambos observan a la Capitana Marvel a través del cristal, como una estrella fugaz recorriendo el cosmos directa hacia el planeta que se muestra imponente frente a ellos.

—Bueno —empieza Gamora—. Pues... ¿dónde vamos ahora?

Star Lord se pone en pie y rebusca en su bolsillo hasta dar con su reproductor de cinta de casete. Lo coloca junto al timón y empieza a sonar una canción a todo volumen.

—La última vez que los viste iban a bordo de la nave de Ronan —recapitula él—. Pues empecemos por ahí.

Gamora sonríe mientras Peter recupera su asiento de capitán.

The Guardians of the GalaxyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora