Casada con el CEO ©

4. Te quiero de vuelta

—Christopher, ¿qué haces aquí? — su voz empezó sonando temblorosa para después volver con un tono enojado.

—No puedo venir a visitarte.

—No recuerdo haberte invitado—Por fin dejo de temblar por completo.

—Necesitamos hablar.

—No, no necesitamos hablar de nada.

—Tú sabes que sí— mire a la secretaria que parecía que estaba viviendo su drama televisivo favorito —al menos que quieras que toda la oficina se entere será mejor que hablemos en privado.

Sus ojos parecían tener intención de quemarme vivo, no obstante, al final camino hacia su oficina dándome espacio libre de seguirla

Gabriela

¿Este idiota que se cree? No puede venir a mi oficina y tratarme así, ¿qué le pasa?

No dejes ver que te molesta, actúa natural, cosmopolita, civilizada.

—Y bien ¿Qué quieres?

—Te fuiste y solo dejaste una misera nota. — comenzó a reclamarme.

Rodee los ojos molesta.

¿Es en serio?

—Yo ya no pertenecía ahí y tú lo sabes.

—Lo que se es que me rompiste el corazón cuando huiste.

No pude evitar soltar una risa.

—¿Yo? ¿romperte el corazón? — mis palabras de inmediato me supieron amargas— Tu no tienes ni una misera idea de lo que yo sentí al enterarme que yo era tu venganza, solo un estúpido juego en tu macabro tablero.

—Tu nunca fuiste un estúpido juego.

—No me hagas odiarte, Chris— Le corte— Vete y no vuelvas a buscarme más.

El silencio nos sucumbió y cuando creí que estaba por irse se detuvo.

—La abuela pregunto por ti en sus últimos días, le dije que me habías escrito una carta despidiéndote de ella y lamentando no haber podido asistir al hospital.

Me quede sin palabras, no es que no estuviera consciente de que esto podría pasar, sin embargo, sus palabras lograron dejarme en blanco.

Sofia era alguien importante para mi y ni siquiera sabía que había muerto, el pánico, la culpa y la tristeza lograron derrumbarme, caí de golpe en mi silla y las ganas de llorar me atormentaron.

— Yo no lo sabía, siento mucho tu pérdida. — me trague mi llanto, porque desde ese día jure no volver a llorar en frente de él, no dejaría mis murallas debajo de nuevo, ya no era su cómplice.

Se que lo pensó por mucho tiempo antes de soltar esas palabras.

— Te extraño mucho al final.

— Para, Chris, esto no va a funcionar

— ¿Funcionar qué? — Se hizo el desentendido.

—Hacerme sentir culpable.

—No estoy intentado hacer eso.

Me reí, fue la risa más falsa que pude haber dado, era una mezcla extraña entre querer reír y llorar.

—No soy la misma mujer estúpida a la que puedes manipular.

—Nunca fuiste una mujer a la que pudiera manipular.

Me levante y con toda mi confianza me acerque a él.

—Si no me vas a decir ¿A que viniste? Puedes marcharte —estaba a punto de abrir la boca cuando lo señale—si no estás dispuesto a hablar con la verdad, no creo poder seguir escuchando.

Mi exesposo trago saliva, el golpe fue tan lento que me sorprendió cuando llego.

—Te quiero de vuelta.

Su declaración me hizo reír en su cara.

—Eso no será posible, yo ya no te amo, me libere de ti hace ya mucho tiempo.

Mentí, obviamente parte de eso era mentira.

Ni siquiera le tomo demasiado tiempo contestarme.

—Eso ya lo veremos, Gabriela Cruise— susurro en mi oído causando escalofríos en mi espina dorsal.

"Ya lo veremos"

Sus palabras me atormentaron por el resto del día.

¿Sería tan estúpida como para caer de nuevo?
....

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Brielle