—¡Luhan! —Sehun me llamó, enseñó un chocolate entre las manos. Era de mis favoritos, el idiota sabe que soy tan adicto a ellos como él. Sacó la envoltura del chocolate manteniendolo entre sus dedos índice y pulgar frente a mi rostro.
—¿Quieres? —preguntó sonriendo.
Asentí.
—Que pena
Una sonrisa de superioridad apareció en su rostro. Alejó el chocolate y lo acercó a sus labios. Probó con la punta de la lengua para luego introducirlo lentamente a su boca.
¡Oh maldito desgraciado!
Lo hace por fastidiarme, pero no se salvará.
—Mi-ra — enseñó la lengua presumiendo que el tenía el chocolate y yo no. Le sonreí.
Tonto.
—Si así lo quieres, así lo tendrás.
Sehun seguía con su lengua expuesta enseñandome aquel sabroso chocolate.
—¿Qué?
Me avalancé sobre él y sin llegar a besarlo quité el chocolate de su lengua con la ayuda de la mía.
— Adiós Sehunnie, y gracias por el chocolate.
Camine hacía la salida riendo por la cara de él.
Si las cosas serán así espero que me moleste más seguido.