Omegacember |Wangxian| 2021

10. Parche.

La bandeja cayó estrepitosamente, eso hizo que las tazas que llevaba hicieran un sonido estruendoso al verse rompiéndose en varios pedazos cuando la impresión causó que se le escapara de las manos a Jiang Yanli.

Wei Wuxian dejó de jugar con el pequeño Jin Ling cuando escuchó aquel escandaloso ruido.

—A-Xian —balbuceó la omega.

¿Cómo se supone que debía reaccionar cuando veía a su hermano menor con una venda alrededor de su cuello?

¡No era tonta! Ella sabía perfectamente lo que eso significaba. Su pequeño didi había sido marcado.

La pregunta era: ¿Quién tuvo la osadía? ¿Sin siquiera pedirle permiso a su familia?

¡Lo mataría fuera quien fuera!

¿Cómo se atrevía ese engreído alfa? ¿Creyó que podía marcar a Wei Wuxian sin tener consecuencias? Además...

Oh, no. No, eso no. Jiang Yanli negó con la cabeza, rechazaba por completo aquella idea.

¿Podría ser...? ¡No!

¿Podría ser que su A-Xian fue marcado sin su consentimiento? ¿Por eso no supieron nada? ¿A-Xian fue abusado? ¡No, no podía ser!

Al parecer, Jiang Cheng pensó igual, pues al ver también la venda que rodeaba el cuello de su hermano, apretó los dientes furioso.

—¡Wei Wuxian! —gritó encrespado—¡¿Quién te hizo eso?! —se acercó a paso apresurado, mientras que su jiejie apenas podía reaccionar.

Wei Wuxian vio totalmente desconcertado cómo su shidi se acercaba a él con la rabia inundando sus ojos.

¿Qué estaba sucediendo? Él solo quiso ir de visita a Yunmeng porque supo que Jin Ling estaría allí para pasar unas semanas con sus abuelos, pero, ahora tenía a un enfurecido Jiang Cheng y una escandalizada Jiang Yanli al verle.

Jin Zixuan se preocupó cuando su omega comenzó a soltar lágrimas dolorosas.

—A-Li, ¿qué sucede? ¿Por qué lloras? —la tomó de los brazos mientras la veía angustiado.

Jin Ling ladeó la cabeza confundido al ver a su madre llorar.

—¿Qué fue lo que sonó hace unos instantes? ¿Están todos bien? —la voz de Jiang Fengmian sonó por los pasillos, avisando de su llegada hacia la sala de té donde Wei Wuxian esperaba a su familia.

Cuando el Líder de Secta llegó, lo que vio lo dejó preocupado. A su adorada hija llorando, a su pequeño hijo menor mirando entre furioso y angustiado a su otro hijo pequeño.

Iba a hacer otra pregunta cuando vio lo que posiblemente había alterado a la omega.

Esa venda.

—A-Xian... —masculló. Sintiendo su corazón partirse en dos, él no dejó de mirar el pedazo de tela alrededor del cuello del omega.

Entonces, no era difícil de adivinar lo que sus hijos pensaron al ver a su hermano así.

¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Quién?

¿Quién había abusado de A-Xian?

—¿Quién te hizo esto? —su pregunta fue directa, sus ojos y rostro perdieron cualquier rastro de su característica amabilidad que siempre poseía—¿Quién se atrevió a faltarte al respeto esta manera? —sus dientes se apretaron entre sí.

Nadie abusaba de su hijo y vivía para jactarse de ello. Si ese alfa creía que de esta manera tenía algún tipo de poder sobre su A-Xian, estaba muy equivocado. Él no lo permitiría.