Capítulo 2

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Esmeralda

Llegamos a un café, tal vez no tenía tanto tiempo en el pueblo ya que jamás lo había visto, pero es bastante lindo, en el jardin del lugar hay muchas plantas y flores, lo que hace que tengas la sensación de estar en un bosque cuando estás dentro pues todas las paredes son de grandes ventanales, el lugar está iluminado por pequeñas linternas que se encuentran en cada una de las mesas, no es tan tarde por lo que aun entra luz natural de afuera, pero me pregunto como se verá este lugar de noche. Al rededor de las mesas hay sofás bastante cómodos, son como pequeños apartados con sofás y puffs en colores neutros lo que hace el ambiente más acogedor.

En cuanto entramos una chica empezó a saludarnos desde un sofa al fondo del lugar, caminamos hacia el apartado y Majo salto a la vista, se veía tan linda como siempre y mucho recuerdos regresaron a mi. No se que es lo que lleva a las personas a tomar decisiones y cambios tan drásticos, a muchas de esas personas les gusta su nueva vida pero también muchas otras regresan al lugar de siempre, al lugar donde crecieron, y todas ellas se dan cuenta que siempre pertenecieron a él. Precisamente eso es lo que me sucede en momentos como este, ver viejas amistades, gente que extrañaba, lugares en los que me gustaba pasar el rato e incluso estos nuevo sitios que me hacen enamorarme más de este pueblo, tal vez solo necesitaba independencia, no poner kilómetros de distancia.

-¡Esmeralda!- grito Majo cuando me vio.
-¡Sorpresa!- dije riendo y ella se levantó a abrazarme.
-Supe que vendrías a vivir de nuevo al pueblo.- dijo ella con un sonrisa.
-Si, de hecho hoy fue mi primer día en la primaria en la que trabaja Mica.- dije mientras tomábamos asiento -Por cierto, muchas felicidades por tu boda, no pude asistir, lo siento.
-No pasa nada, mejor ven con nosotros al viaje.- dijo y Mica empezó a dar pequeños aplausos mientras asentía con la cabeza. -Esme, ella es Tess, es nuestra amiga y está casada con uno de los chicos.
-Mucho gusto, Tess. Mica me ha hablado de todos, tenía muchas ganas de conocerlas.- le sonreí.
-Igualmente, Esme. Lex esta de viaje con Nam, pero pronto los conocerás y los chicos, trabajando supongo.- dijo pensando -Hoy fue solo día de chicas.
-Si, ya lo necesitábamos.- dijo Mica.

Pedimos café y algunas cosas para comer, la platica se fue haciendo más fluida y menos forzada, como cualquier platica cuando conoces a alguien, siempre resulta un poco incómodo o forzado, no quieres equivocarte o decir algo que ofenda a la otra persona. Esta vez no fue así, al principio fue un poco más formal pero no sentí esa incomodidad, unos minutos más tarde hablábamos como si lleváramos tiempo de conocernos, podría decir que tiene mucho que ver que ya conocía a Mica y Majo, pero la verdad es que Tessa es muy agradable, intento conocerme sin bombardearme con miles de preguntas y cuando tocaban algún tema con el cual yo no estaba familiarizada, se tomaba el tiempo de explicarme detalles para así no quedarme fuera de la platica. Me resultaba muy agradable el ambiente en general, llegué a sentir que era parte de este grupo desde hace bastante tiempo, incluso sin conocer a los chicos o a Lexy, podría decir que sentía que ya los conocí, gracias a las platicas que tuvimos el día de hoy. En algún punto me sentí nerviosa por conocer a estas personas, pero después de este día, tengo muchas ganas de hacerlo.

Llegue a casa a las nueve de la noche, vaya que se me fue el tiempo y ni siquiera pude ir a hacer las compras, tendré que buscar algo en el camino para almorzar en la escuela ya que mañana si tengo que dar dos clases en la universidad.

-¡Moriré de hambre!- dije para mi misma mientras me metía a la cama haciendo un pequeño berrinche.

Siempre he sido una persona bastante organizada, suelo planificar todo y estar acostada en este momento mientras mi cama estaba rodeada por maletas y toda mi sala esta repleta de cajas aún llenas, me pone un poco ansiosa y es que, estos días solo me he dejado llevar, hoy no pude decirle que no a Mica aun sabiendo que tenia cosas que hacer. Cuando viví fuera, después de un tiempo empecé a extrañar mi casa, así que empecé a planificar todo mi día así no tendría tiempo libre para deprimirme, amaba vivir lejos pero también extrañaba mucho y ese conflicto interno me hacia sentirme mal, aún que mi orgullo era más grande. Cuando empecé con la idea de irme de casa mi madre casi muere del coraje, no comprendía porque quería alejarme de ellos, una de esas veces en las que peleamos por ese tema me dijo que me arrepentiría y que regresaría rápido, se que lo hizo porque en el momento estaba enojada pero fueron palabras que se quedaron guardadas en mi mente. Siempre que estaba a punto de renunciar y regresar, recordaba lo que había dicho, así que pensaba que necesitaba hacer algo importante aquí para que cuando regresara no me lo echara en cara. Cuando por fin decidí regresar y le conté a mi mamá, ella lloro todo el tiempo que duró nuestra llamada, decía que me había tardado en tomar esa decisión y se enojó un poco cuando le dije que no viviría con ellos de nuevo pero termino aceptandolo. 

Todo lo que he planeado lo he llevado al pie de la letra, tengo agendas, calendarios, alarmas, recordatorios, etc., el problema es que este lugar parece no respetar esos planes.

-Es solo en lo que me adapto, después retomaré mi ritmo.- me dije intentando calmarme, al parecer si lo decía en voz alta me resultaba un poco más creíble.

Apague la lamparita de noche e intenté dormir, mañana es un día bastante pesado y ahora si pienso cumplir con mi agenda.

-Primaria, universidad, compras, arreglar la cocina, hac....- dormir no fue tan difícil después de todo.

Destino: Tómame Onde histórias criam vida. Descubra agora