El se sienta en la que está a un lado de la mía, y la voltea para quedar frente a mi. Abre sus piernas y apoya sus codos en las rodillas para luego esconder su cara entre sus manos.

-Esto es totalmente aburrido, te dije que no quería venir por algo, Erin. -murmura entre sus manos. -Dios, nunca haces lo que te digo.

Pongo los ojos en blanco y el me pega suavemente en la rodilla con la punta de su zapato porque sabía que haría eso. Suelto una risa y volteo. Ya hay bastante gente y el profesor Hernández, está de DJ. Me sonríe y me hace señas con la mano para que nos acerquemos a la pista de baile. Yo niego con la cabeza rotundamente pero entonces siento que Harry se ha levantado.

-Vaya, Erin. ¿Qué no haz escuchado que jamás hay que decirle no a un profesor? -pregunta sonriente. Enarco una ceja.

-Eres el peor. Lo sabes, ¿verdad?

-Ven a bailar conmigo. -pregunta sin más, está serio pero puedo notar un toque de picardía en su mirada. Me ofrece su mano, que lleva los anillos típicos y el anillo de nuestra amistad en el anular. De alguna forma, este es nuestro compromiso. Estar en cada cosa que podamos juntos, en las buenas y en las malas.

-Si me pisas te juro que te clavo el tacón en el ojo. -respondo levantándome. Aliso la falda de mi vestido, que en realidad, me resulta innecesario. Lo estiro hacia abajo ya que es demasiado apretado y se me ha subido un poco. Tomo la mano de Harry quien aún ríe por lo que le dije. Aunque creo que no se lo ha tomado en serio. Si me pisa, lo hago.

Su mano enlazada con la mía, me resulta totalmente extraña. Es decir, no es que nunca nos hayamos dado la mano, pero jamás había durado tanto tiempo. Y menos en uno en que todo el mundo nos está observando. Cruzamos el gimnasio y llegamos hasta el centro de este, donde logramos estar rodeados de parejas. El profesor de matemáticas nos ve y sonríe ampliamente, Harry le saluda alzando una mano que luego lleva hasta mi cintura.

La música cambia rotundamente y creo que podría morir ahora mismo porque esta solía ser una canción que escuchaba hace mil, por lo tanto sé qué significa al revés y derecho.

Harry sonríe más que nunca y creo que incluso, sus mejillas se han tornado un poco rosadas. Tengo ganas de molestarlo por eso, pero hay algo dentro de mi que me lo impide. Es como cuando su padre tuvo el accidente y tuve que ir a buscar a Harry a su casa. Sentía el pecho totalmente apretado, como si algo estuviera encima de mi y empujara hacia abajo con todas las fuerzas del mundo. Ahora es algo parecido, solo que en ese entonces solía molestarme.

Ahora creo disfrutarlo.

All We Are de OneRepublic comienza a llegar la parte que más me gustaba hace unos años. Harry junta sus manos, e imagino que entrelaza sus dedos tras mi espalda y yo me veo obligada a subir mis manos hasta su cuello y apoyar mi cabeza en su pecho. La que realmente debería estar en su hombro, o algo así, pero este maldito es tan alto.

-Te advierto que soy pésima bailando. -le susurro. Harry sonríe por lo que puedo ver al alzar mi cabeza solo un poco y menea la cabeza. Luego la baja y nuestros rostros quedan demasiado cerca por lo que decido bajar el mío.

"Lord knows i failed you time and again, but you and me are alright." Suena por todo el gimnasio. Todos bailan entre nosotros, y creo que somos los únicos que no nos estamos moviendo. O puede que sea todo al contrario. No puedo sacar de mi mente sus ojos esmeralda brillando por la excesiva luz que me pierdo casi la mayor parte del baile mientras escucho el rápido palpitar de su corazón.

(...)

Lo único que recuerdo fue, que durante un minuto, me disculpé con Harry y le pedí que me acompañara al baño para ahorrarme el cruzar el gimnasio siendo el florero de atención de todo el mundo.

Leave Me Speechless  (h.s)Where stories live. Discover now