Capítulo 52._ Estoy aquí

Börja om från början
                                    

—Si puedo y quiero llevarte no entiendo cual es la negación.

—Está algo lejos.

—Sé donde es el lugar y no, no es tan lejos. —Continúo siguiéndolo a pasos largos pues solo así puedo igualarlo—. ¿Por qué eres tan quejumbrosa?

Sin darme cuenta llegamos afuera y puedo ver ya su auto estacionado del otro lado de la calle.

—La verdad es que estoy nerviosa. —Resoplo al fin—. Sé que es tonto pues solo veré a mi amiga pero todo lo que pasó, no sé, no sé, no me hagas caso.

Al fin camino resignada a su lado explicando el por qué de mi negación y de toda esta habladuría que no puedo detener.

—Pues trata de mantener la calma, hablarás con ella de lo que sea que te tenga nerviosa y se apoyarán mutuamente, una vez que veas que ella esta bien tú estarás mas tranquila también pero antes de todo eso, debes transmitirle a ella tu calma, no esta desesperación que te agobia.  —Llegamos a su auto pero me quedo unos metros lejos de él prestando atención a sus palabras, abre la puerta de su auto para que me suba y es hasta entonces que reacciono—. Tiemblas como una gelatina cuando estas nerviosa, no lo hagas frente a ella.

La sonrisa de Zero me regocija por un instante, esta ahí frente a mi con su habitual ropa oscura tratando de hacerme sentir mejor, jamás creí que lo escucharía decirme algo como esto.

—Tienes razón, solo debo transmitirle mi calma.

Respiro hondo  dejando escapar todo el aire en seguida, repito la acción una vez más y me subo a su auto, luego él lo rodea para subirse a mi lado y poner en marcha su auto.

Zero no me dice nada en el camino, solo pone algo de música y guarda silencio, creo que no quiere ponerme mas nerviosa de lo que ya estoy, se dedica a conducir pero aún así puedo sentir su mira de vez en vez, agradezco el silencio que me brinda, pues justo ahora solo puedo pensar en Cloe y en lo mucho que me preocupa su situación y obviamente su bienestar, ella ha dicho que esta bien pero sé que no lo esta del todo, la bomba estalló y siempre, siempre, los daños que una bomba deja al detonar  son irremediables.

Cuanto mas cerca estamos de la casa de Cloe, mas nerviosa me siento, mis piernas comienzan a moverse de manera involuntaria y me trueno los dedos de las manos para tratar de controlar la pequeña ansiedad que comienza a atacarme, miro hacia el frente solo para notar que hemos llegado a la zona residencial de Cloe y el palpitar de mi corazón es aún mas fuerte, mi estómago de inmediato comienza a traicionarme y…

Siento la mano de Zero colocarse sobre mis manos las cuales ocupo para tronar una a la otra, su cálido tacto me envuelve por completo, miro atónita su mano desocupada, esa que cuela entre las mías.

Es la mano derecha de Zero la que se encarga de transmitirme toda la tranquilidad que me estaba faltando, su mano es grande y acapara gran parte de mis dos manos, acariciando con dulzura con su pulgar, luego así sin más él cuela su mano entre las mías, separándolas y apropiándose solo de la izquierda, entrelaza sus dedos con los míos, apretando, siendo este algo muy parecido a un abrazo, pero no es ahí cuando me roba el aliento, si no, cuando lleva nuestras manos a su bica depositando un beso en mis nudillos, terminando así con toda la intranquilidad que estaba agobiándome.

—Tranquila. —Susurra aún con sus labios muy cerca de mi piel, me mira con una sonrisa que incluso apacigua a mi alma—. Todo estará bien.  Estoy aquí, para ti.

Trago grueso mientras mi mente divaga en busca de palabras que se han esfumado, incluso pierdo la capacidad de pensar, nuestras manos están entrelazadas y aunque esto dura apenas un instante, se siente como una eternidad.

Ahora, es verdad. (Parte 2 VERDADES)Där berättelser lever. Upptäck nu