49.- El chico real.

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Se mantiene en silencio, mirándome con algo de confusión.

—No iré cada verano a Texas, y no lo sé, tal vez pueda quedarme aquí la siguiente navidad, en todo caso ¿por qué te pones así? —inquiere con suavidad—. ¿A caso...?

Algo en mirada cambia y parece alarmado.

—¿A caso quieres terminar conmigo para ir a la universidad?

—¡No! —exclamo—. No, claro que no, solo...solo considero nuestras posibilidades.

—Hallie, primero, ¿por qué no nos mantenemos con la idea de que iremos juntos a Yale? —toma una de mis manos antes de seguir hablando—. Si eso no pasa, entonces buscaremos soluciones, acoplaré mis horarios a los tuyos, te visitaré cuando tenga oportunidad, no va a ser el fin del mundo.

Suspiro, paso las manos por mi cabello y vuelvo la atención a él.

—Lo siento, es solo que el asunto de la universidad me pone nerviosa —admito formando un mohín—. No quiero pensar que tal vez podamos pasar meses sin vernos.

—Bueno, lo resolveremos cuando llegue el momento —asegura acercándose. Sus manos se envuelven alrededor de mi cintura y me atrae a su cuerpo.

Dereck echa el cuerpo hacia atrás, cayendo sobre las almohadas y yo me coloco encima suyo. Sus labios atrapan los míos y por una brevedad de tiempo olvido que mis padres se encuentran en casa y que pueden entrar en cualquier momento.

—Eres muy guapo —susurro contra sus labios.

—Y tú eres preciosa —responde.

Mis piernas se encuentran a los costados de su cuerpo, apoyo las manos contra su pecho y la duda me invade.

—¿Dereck ya has tenido sexo?

—Oh, qué directa, Williams —responde en medio de una risa—. ¿Vamos a hablar de eso ahora?

Me aparto de su cuerpo, acomodándome ahora a su costado.

—No lo sé, hay muchas cosas de las que no hemos hablado —manifiesto—. Cosas que tal vez deberíamos de hablar.

—¿Cosas como qué?

—Empecemos con la pregunta que te hice —insisto—. Quiero saber si...si cuando ocurra seré la primera porque tú, Dereck Lewis, definitivamente serás el primero.

Sonríe, acomoda un mechón de mi cabello y niega.

—¿No? —vuelve a negar—. ¿De verdad? Es decir, das la impresión de que tal vez ya sucedió.

—Bueno, he salido con algunas chicas y lo sabes, y aunque lo más serio que tuve fue con Kiara, nunca llegamos tan lejos. No puedo decir que no he hecho cosas solo por curiosidad, solo que quiero hacerlo con alguien que sea especial, ya sabes, no que sea un simple momento.

Apoyo la cabeza contra su hombro.

—Sí, entiendo eso —admito.

—Dijiste que querías hablar de cosas —me recuerda—. ¿Qué cosas con esas?

—No es que quiera, es que...—suspiro apartándome—. Ya sabes, hay cosas que se hablan para saber si estamos en sintonía. Cosas sobre casarse, querer hijos en un futuro, todo eso.

Asiente con lentitud.

—¿Tú quieres todo eso? —Parece pensárselo. Aparta la mirada por un par de minutos antes de volver a mirarme.

—Quiero casarme, definitivamente. Pero...los hijos son un tema complicado.

—¿Por qué? —sonríe.

Atracción mortal.Where stories live. Discover now