𝚃𝚞́ 𝙰𝚜𝚒𝚜𝚝𝚎𝚗𝚝𝚎. Aidan Y T / n (TEMPORADA 1 Y 2)

Capitulo 29: Asistente.

Tres meses de relación tan llenas de amor.

Me siento feliz a lado de Aidan y no lo puedo negar.

Voy a la mansión ya que quiero ser yo quien la invite a salir a comer.
Hace unas semanas que no hemos estado en contacto y lo entiendo perfectamente.

Sofía me deja entrar como de costumbre y me apresuro a subir a ala habitación de Aidan.

— Sabes que te extrañe como no tienes una idea— eso hizo que me detuviera a tocar, ¿Es una chica?

— Hanna sabes que-que esto n-no está bien— Menciona la voz de aidan.

— tú y yo debemos estar juntos y lo sabes, tu eres para mí— me asomó poco a poco.

Veo como han lo comienza a besar el cuello y Aidan no se quita.

Entiendo que sea su ex, entiendo eso, pero por qué no se retira.

— sabes que tú me deseas, me deseas como la primera vez— menciona besando su cuello.— sabes que lo que tuvimos fue más que solo por la empresa.

Un nudo se me forma en la garganta y sin querer el teléfono se me callo de las manos, sentía que todo el cuerpo me temblaba.

Un Aidan confundido y sorprendido aparece en el marco de la puerta.

— t/n...— susurra.

— ni lo intentes... — recogo el celular y camino hacia las escaleras.

— porfavor no, yo no-no, yo te quiero a-s ti.— eso me hace enojar.

— ¿Quererme? Esa es tu definición... Eso que me decepcionas, si tanta era tu necesidad de estar con hanna me hubieras dicho y hubiéramos terminado, así ninguno de los dos hubiera salido lastimado— las lágrimas se me formaron pero no las dejé bajar por mis mejillas.

—Yo no quiero a Hanna— intenta acercarse— te quiero a ti— me alejo.

— Mentiras...—susurro y me limpio la mejilla.

— Yo no— veo a los ojos a Aidan, sus ojos están dilatados y con las pupilas irritadas.

¿Que demonios?

— Aidan que comiste?— no es buen señal, lo tomo de la cara para verlo mejor

— Él no comió nada, él está bien — se acerca Hanna a intentar alejarlo— Ya viste que él no quiere estar contigo— lo jala hacia ella

— ¿Que le diste? — susurro furiosa.

— b-brownie- — susurra aidan para luego caer al piso desmayado.

— Aidan, Aidan— intento que abra los ojos— Hanna es mejor que te vallas antes de que termines tres metro bajo el suelo— amenazó, a lo cual ella no le queda de otra que irse o no se.

Enseguida le gritó a Sofía.

— pero que?— ve la escena y queda pasmada

— necesito que le digas a Omar que prepárate al auto, y tú llama al doctor de confianza— veo que Sofía no se mueve— SOFÍA!

— Voy!— se apresura a bajar.

— Aidan necesito que abras tu ojos porfavor— le pido acariciándole sus mejillas.

Me pone vulnerable verlo así, es lo que más quiero en este momento.
No quiero que nada malo le pase.
Y ahora se que el no estaba en sus sentidos.
No debo enojarme con él, al menos no en esta circunstancia.

Menos de 20 minutos y nos encontrábamos llegando con el doctor de confianza.

Internaron a Aidan, al parecer ese brownie, contenía algo más que chocolate, tenía sustancias alterada, que de cierta forma le afectaron a Aidan.

Quedé absolutamente toda la noche cuidándolo.
Le pedí a Lucas que cuidara de Melanie y que en la mañana estaría con ellos.
Ellos me entendieron y me apoyaron, como siempre.

El Señor Robert, llegó como a las 11:00 de la noche a verlo después de que se enterará de lo ocurrido, me preguntó quien le había dado eso, y no se por que pero no me atrevía a decirle que había sido Hanna.

Él me dijo que tomaría cartas en el asunto, se veía tan preocupado por su hijo.
Tanto el y yo nos quedamos al pendiente de Aidan.
No nos dejaban entrar a verlo, eso me ponía un poco de malas pero igual espere.

— no quieres ir a descansar— Menciona El señor Robert a lo cual niego.

— me quedaré aquí hasta que nos dejen entrar a verlo— le menciono a lo cual el asiente y me da un pequeña sonrisa.

— nunca me imaginé que ustedes dos formarán un linda pareja— me confiesa sentándose junto a mi.

— ¿usted ya lo sabe?— pregunto sorprendida.

— El me contó... Si soy sincero, nunca me imaginé eso...

—Debo preguntar, ¿Le molestó la idea de que estemos juntos?—

— desde que su madre se fue el no sonreía... Se escapa durante días y volvía mal... Más serio... Así que decidí que tuviera una asistente, era más para cuidarlo que por negocios....
Y le tocó la mejor— me quedé paralizada— Empecé a observarlo... Sonreía inconcientemente, y cuando desapareciste la seriedad volvió, eso me hizo enojar y lamento haberte tratado así...

— gracias por contarme eso...

— Gracias a ti por traer de vuelta a mi hijo de nuevo— me abraza a lo cual correspondo su abrazo.