ENAMORADA DE UNA PRINCESA

25-Muerte

Manejo desesperada por las calles de la ciudad, este idiota me va a escuchar así sea lo último que haga.

Me bajo casi corriendo del auto, veo que está en la entrada de su mansión junto a su madre.

-Hola amor mío.- me da un beso.

-Podemos hablar en privado.- lo tomo de la mano llevandolo lejos.

Lo empujo haciendo que choque con un árbol, me mira enojado.

-Deberías estar feliz, en unas horas nos casamos.

-No seas sínico, les voy a decir a todos que te cogiste a mi empleada.

Muerde sus labios riendo.

-Y yo les digo a todos que te estas acostando con la hermana de Sofía.

-No serías capaz.

-Apostamos, pulso esta tecla y se la envío a la prensa.- me muestra su celular.

Golpeo su pecho con todas mis fuerzas, me toma las manos y me lleva hasta detrás de una estatua, besa mis labios con brusquedad haciendo mi enfado aún mas grande, muerdo su boca sacandole sangre.

-Déjame idiota.- apenas hablo.

-Nos casamos mañana y punto.- me da un último beso y se va.

Juro que lo único que quiero en este momento es matarlo y hacerlo desaparecer para siempre, lástima que yo no soy así de mala.

Le mando un mensaje a las chicas para que nos reunamos, de alguna manera hay que impedir nuestro casamiento.
Si Nikii nunca hubiese aparecido en mi vida, no me hubiese dado cuenta que en realidad me atraen bastante las mujeres y jamás estaría así de mal, me estaría casando con el rostro lleno de alegría.

Me detengo al escuchar un audio de voz de Chloe que dice lo siguiente.

''Andrea estás jodida, Filipe acaba de nombrar a tu padre como rey, asumirá el cargo a finales de este año, sabes lo que eso significa, lo siento amiga".

No por favor, si mi padre asume ese cargo tengo que estar casada si o sí, según los decretos reales, todo hijo o hija del nuevo rey que sea mayor de 20 años debe estar casado por la santa iglesia de lo contrario este deberá cazarlos con los hijos de líderes poderosos para el bien del reino.

Prefiero estar con Adams antes que conocer al otro individuo solo para la maldita boda, odio mi vida.

Mis músculos se tensan por completo, ni siquiera soy capaz de llorar por la frustración que siento, perdóname mi Nikii pero si hago esto es por el bien de mucha gente.

Narra Adams

Me siento más traicionado que nunca, me engañó con una mujer ni siquiera con un hombre, me da asco pensar en todas las vulgaridades que pudo haber hecho con ella.
Se suponía que el imbécil de Fred debía acabar con la muchachita esa pero prefirió intentar abusar de ella y ahora está en la cárcel, al menos logró sacarles una foto que me sirve demasiado, con esto la puedo tener amarrada a mi de por vida.
Andrea es una chica buena que por su gente es capaz de todo, incluso casarse con alguien que no ama.

**

Estoy en la gran catedral de Edimburgo vestido con mi traje de príncipe, la corona entera está acá así que mi novia tiene que venir sí o sí o de lo contrario ahora mismo todos van a saber lo que oculta nuestra amada princesa.

De pronto todo queda en silencio y empieza a sonar la música anunciando la entrada de la novia, oh mierda, no soy capaz de describir lo hermosa que se ve, es la mujer más divina que hay, me tiene tan loco. Llega a mi lado sin expresión alguna.

-Sonríe un poquito que esto no es un maldito funeral.- susurro mientras beso su mejilla.

-Efectivamente esto no es funeral.- me da un sonrisa.- Esta es mi muerte.

Trago saliva intentando no caer en su juego, quiere que me sienta culpable.

Su mano tiembla, se la acaricio de forma delicada pero parece que es peor, si no tuviera la presión de mi familia encima, hubiese dejado que se fugara con la hermana de Sofía.

De pronto llega la parte más importante de toda la ceremonia.

-Princesa Andrea de Yourk acepta como legítimo esposo al Duque Adams Dorneut.- la observa el obispo directo a los ojos.

Vamos responde de una vez que esto me está incomodando, da una mirada hacia su familia.

-Si acepto.- por fin habla.

-Duque Adams Dorneut acepta a la Princesa Andrea de Yourk como su legítima esposa para amarla y respetarla por el resto de su vida.

-Claro que acepto.- sonrío mostrando todos mis dientes.

Mira hacia todos lados esperando que no aparezca la chica esa diciendo que interpone a la boda, para mi suerte esta no aparece.

Caminamos hacia las afueras de la catedral, los reyes nos dan la bendición.

Creo que en cualquier momento esta muchacha va arrancar de aquí, se que estoy siendo cruel pero es por el bien de todos, las personas no perderán sus trabajos y su secreto estará a salvo.

Nos subimos al auto que está perfectamente adornado, apenas nos alejamos del resto suelta mi mano y se gana afirmada en el vidrio de la ventana observando las calles, veo como su bello rostro se hace un mar de lágrimas, pobrecita, sabe que tiene que estar casada conmigo almenos dos años de acuerdo al decreto real.

**

La fiesta estuvo buena, hicimos todos los bailes reales que nos enseñaron de pequeños, hablamos con unos periodistas nos hicieron muchas fotos, mañana estaremos en las portadas de todo Inglaterra y también en algunas partes del mundo.

Llegamos hasta París observando la preciosa torre Eiffel, mi esposa no a hecho más que tener la mirada de tristeza absolutamente todo el día.

-Sonríe un poquito.- chasqueo mis dedos frente a su rostro.

-Déjame en paz, me voy a dormir.- da paso hasta la entrada de la habitación y entonces se detiene.- Tú dormirás en el sofá querido esposo.

-Antes de que esa chica viniera a Londres tu casi te acostaste conmigo, ambos estábamos bien.- cruzo mis brazos pidiendo una explicación.

-Por favor, fue una subida de calentura nada más y no hay que olvidar que tú te cogiste a Dasha.

-Mejor ve a dormir.

Da un portazo enojada, mi hora de ser el futuro rey de Inglaterra está por llegar señores, seré el puto amo.

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Vaya rey ese!!